Entramos en el bloque de las que han perdido entre un 20 y un 29% de las religiosas. Cifra espléndida, para lo que estamos viendo, que acredita que las vocaciones, por escasas que sean, amortiguan mucho los fallecimientos. Me parecen privilegiadas en esta hecatombe general. Animarlas a que sigan así y que el Señor las continúe echándoles una mano.
28%: Misioneras Dominicas del Rosario
27%: Hermanas de la Presentación de la Virgen María.
26%: Misioneras de Jesús, María y José.
25%: Clarisas Capuchinas, Misioneras del Divino Maestro.
24%: Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.
23%: Franciscanas del Espíritu Santo, Operarias del Divino Maestro, Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles (Angélicas), Oblatas de Cristo Sacerdote, Misioneras Claretianas de María Inmaaculada.
22%: Discípulas de Jesús, Mercedarias del Santísimo Sacramento, Religiosas de la Pureza de María, Identes.
21%: Hermanas de la Compañía de la Cruz.
20%: Apostólicas de Cristo Crucificado, Cooperadoras Parroquiales de Cristo Rey, Esclavas del Amor Misericordioso, Hijas de María Inmaculada-Agen.
No pocas son congregaciones pequeñas y de escaso influencia. En ellas una novicia hacen que se mantengan o desciendan mínimamente. Lo peor es que tres o cuatro fallecimientos pueden precipitar el descenso.
Ente ellas hay algunas de más relevancia presencial. Me alegra mucho verlas con tan poco malos resultados. Y además entre lo mejor de los mismos. Las Hermanitas de la Cruz, que con las de los Ancianos Desamparados, aunque estas estuvieran en la entrada anterior, ambas son de mis debilidades por encontrarlas admirables. También me alegra mucho ver aquí a las Angélicas y a las de la Pureza de María. Entiéndaseme, no me alegra que descienda sino que ese descenso no sea especialmente alarmante.