Adoración permanente del Santísimo en La Coruña

Ya está instalada en La Coruña. Un amigo, que asistió al acto, me manda una crónica del mismo que os reproduzco. «En la tarde del jueves 25 de febrero de 2016 se instaló solemnemente el Santísimo Sacramento para su adoración perpetua en la capilla del monasterio de Santa Bárbara de las Hermanas Clarisas en la Ciudad Vieja de La Coruña. La promoción realizada previamente en varias parroquias coruñesas por el P. Justo Lo Feudo, argentino, de la Congregación de los Misioneros de la Santísima Eucaristía, y por D. Jesús Guillén, entre otros, llevó a que se apuntaran 300 personas para realizar los diferentes turnos de una hora de adoración en la que es la segunda capilla en Galicia y la 43 en España. En días previos los nuevos adoradores recibieron las carpetas con materiales y normas para el funcionamiento de los turnos en una reunión habida en el colegio de los PP Salesianos. Este mismo sacerdote fue uno de los promotores de la capilla de la parroquia de la Beata María Ana Mogas, de Madrid, de la que es párroco D. Jorge González Guadalix, que recientemente ha cumplido su tercer aniversario http://infovaticana.com/cigona/tres-anos-de-adoracion-permanente-al-santisimo/ El acto empezó con la celebración eucarística en la iglesia parroquial de Santiago llena de gente. Presidió el arzobispo compostelano D. Julián Barrio Barrio, concelebrando con él D. Andrés García Vilariño, párroco de Santa María y Santiago, el P. Justo Lo Feudo, D. José Luis Veira Cores, vicario episcopal de La Coruña, D. José Mª Fuciños Sendín, abad de la colegiata de Santa María del Campo y delegado diocesano de Liturgia que ejerció de maestro de ceremonias, D. Manuel Veiga Castiñeira, párroco emérito y canónigo doctoral de la colegiata, varios párrocos de la ciudad y un fraile dominico. En la homilía el arzobispo destacó que sentía gran alegría por la inauguración de la adoración perpetua y que esa tarde quedaría como fecha señalada en la historia religiosa de la ciudad. Agradeció cordialmente el compromiso adquirido por tantos fieles coruñeses y aseguró que la adoración eucarística traería grandes bienes para ellos, para la Iglesia y para toda la sociedad. Al terminar la misa empezó la procesión que recorrió, ya de noche, varias calles de la Ciudad Vieja coruñesa entre cantos eucarísticos. La custodia era llevada por D. Julián bajo palio secundado por el clero y los fieles con velas encendidas. Al llegar a la capilla del monasterio de las clarisas, llamadas popularmente en La Coruña “las bárbaras”, aguardaba el capellán de la comunidad el P. Zabalza O.P. El arzobispo depositó la custodia sobre el altar y, tras unos momentos de silencio reverente, se cantó el Tantum Ergo y dio la bendición solemne con el Santísimo. Acabó el acto con la invitación del P. Lo Feudo a comenzar ya en ese momento la adoración por parte de los fieles comprometidos a ello». Creo que en estos días de confusión y sacrilegios la mejor respuesta católica es la adoración permanente a Jesús Sacramentado. Digo permanente porque creo que es calificativo más adecuado que perpetua. Mi felicitación a todos los que han hecho posible esa adoración y a quienes aseguren su permanencia. Dios se lo pagará.