El 11 de diciembre había cumplido 98.
Navarro de nacimiento y asturiano de adopción, le dio todo a Avilés, desde su eterna parroquia de San Nicolás y la gran obra del Colegio adjunta y a esa ciudad quedó indisolublemente unido hasta su muerte. Estuve en el cariñosísimo homenaje que el lugar de sus amores le rindió por sus 90 años y en lugar destacado de mi casa está la fotografía del abrazo tras la misa celebrativa. Ignoraba mi asistencia y la cámara captó la sorpresa y el gozo. Y al dorso sus palabras, con su letra: «Este es un abrazo que viene de lo alto». Yo entonces todavía estaba en el 1,80 y él ya había minorado la que siempre había sido reducida talla física, la moral era enorme.
En ese lugar destacado de mi casa hay cuatro recuerdos de amistad para mí entrañables. La fotografía dedicada de mi inolvidable maestro Eugenio Vegas: «con afecto casi paternal»; la ya mencionada de Garralda; una tarjeta de Don Marcelo de 1981 al «querido Francisco José» y la fotografía dedicada de un muy querido obispo que, estando gracias a Dios en activo, me guardo en el corazón.
Mi amistad con Don Ángel viene de hace muchísimos años y habiendo nacido en Avilés, y en su parroquia de San Nicolás, mis bisabuelos paternos, se tomó el trabajo de enviarme noticia del nacimiento, matrimonio y muerte de todos mis mayores allí registrados desde el siglo XVI.
Él ha sido testimonio, con su persona y sus muchísimos escritos, de la mejor Iglesia y de su historia. Española y asturiana. Los mártires de aquella tierra regada con su sangre tuvieron en él testigo inmejorable y al mismo tiempo incansable propagandista de su heroica gesta. A ella permaneció unido para siempre y de ahí tanta coincidencia entre nosotros y tanta amistad.
Entre Don Ángel y Don Gabino siempre lo tuve clarísimo. Y pienso que Don Gabino hoy, con su muerte, se encuentra todavía más solo. Dos años más joven que Don Ángel, la Iglesia que pretendió frente a la de su sacerdote, está completamente muerta en el día en que Garralda ha sido recibido por Cristo con el abrazo al siervo bueno y fiel. Don Ángel, sacerdote, está ya con los padres de Don Gabino, mártires, y los tres le aguardan para el abrazo definitivo en la gloria. Cuando Gabino comprenderá, si todavía no lo hubiera hecho, que la razón estaba con sus padres y con Don Ángel.
A Don Ángel le tocó vivir un presbiterio roto, él que siempre quiso la Hermandad Sacerdotal. Goza ya de ella alrededor de Cristo Sumo Sacerdote. Y por Cristo, y gracias también a sacerdotes como Don Ángel, también aquí se va recomponiendo el sacerdocio católico.
http://sanfelixdelugones.blogspot.com/2017/05/angel-garralda.html
Le he oído mucho de todo lo bueno y extraordinario de lo que e no escrito en El Alcázar y en otros periódicos. Siempre seno profunda admiración por este valibte y gran sacerdote avilesino de adopción, y lo único que siento es ni haberme hecho con su libro sobre Los mártires de Nombra. Descanse en la paz del Señor, que creo firmemente, que Dios le premiará sus afanes y su obra sacerdotal. Descanse en lapaz el Señor y por la intercesión de los santos mártires que regla tierra por seguir a su Señor, le sirva de intercesores poderosos.
Un cura asturiano amigo mío al que he preguntado me dice que no hace mucho tiempo aún quedaban algunos ejemplares de ese libro en la librería diocesana de Oviedo
Descanse en paz Don Angel Garralda, siervo bueno y fiel de Jesucristo y María. Me uno a los pequeños homenajes que usted, Don Francisco José, Carlos Núñez y otros amigos del Blog, le estan rindiendo. No le conocí personalmente, aunque leía sus colaboraciones en varias revistas, entre las que destaco, la querida Roca Viva, ya a lo último con el Padre Monsegú. Ya todos, se han reunido en la Gloria eterna, a cantar eternamente las misericordias del Señor, Rey y centro de nuestros corazones. Que allí nos esperen.
Descanse en paz.
Por más que intente cantar,
D.Angel,tus muchas glorias,
será tan sólo una escoria
que ni te pueda rozar.
Sacerdote de verdad;
con tal celo por las Almas,
que muchas blandirán palmas
al verte ya en Josafat.
Ladraste.¡Cómo ladraste!,
sintiendo tan cerca al lobo;
y al ladrón haciendo robo
en el Redil…¡No callaste!
Aún si la Roma traidora,
con sus cómplices Gabinos,
-ya cobardes, ya ladinos-
trajeron tan negra hora.
Agua pasada,sin duda,
que aún nos diezma y envenena.
Más…,hoy ya no sientes pena;
pues ésta en Cielo se muda.
En El Alcazar altivo
en que estarás ya
¡seguro!,
otearás -desde su muro-
nuestro tiempo pervertido:
La Iglesia,tan desgarrada;
de la que han hecho jirones.
¡Fueron mejor los sayones
con la Túnica Sagrada!
Y España.Esa España tuya,
que hoy se desgaja y pervierte;
y sufre pareja suerte
que Esa Iglesia que es tan suya…
Desde tal muro-hoy tu ambón-,
con las manos extendidas,
contempla a las dos rendidas
y dales tu Bendición.
Corrección de un esbozo apresurado:
……………………………………………………………..
Por más que intente rimar,
D.Angel,tus tantas glorias,
tan sólo saldrán escorias
que ni te podrán rozar.
Sacerdote «de verdad»;
con tal celo por las Almas,
que tantas blandirán Palmas
al verte ya en Josafat.
Ladraste…¡Cómo ladraste!
al ver acercarse al lobo,
y al ladrón haciendo robo
en El Redil…¡No callaste!
Y cuánta oveja,ya sola,
confundida,herida o triste…,
-sin que tu olor fuera a almizcle-
halló Consuelo en tu Estola…
Que…,si la Roma traidora
con sus cómplices Gabinos
-ya cobardes,ya ladinos-,
trajeron tan negra hora…,
tú pusiste a tanta infamia
– con tu entrega-,un fuerte dique:
Viendo que todo iba a pique;
viendo hacer aguas a España…
Agua pasada,sin duda;
que aún ,anegando, envenena.
Mas hoy permutas tu pena,
y en Gloria Santa se muda.
En El Alcazar altivo
en que ya estarás-¡seguro!,
otearás desde su muro
nuestro bregar tan cautivo…:
La Iglesia,vilipendiada;
de la que han hecho jirones.
(Mejor fueron los sayones
con la Túnica Sagrada…).
Y España.Esa España tuya
que hoy va derecha a la muerte;
sufriendo pareja suerte
que esa Iglesia que Es Tan suya…
Desde ese muro-hoy tu ambón-,
con tus manos extendidas,
contempla a las Dos rendidas…
¡Y dales tu Bendición!.
Q.e.d. Yo también conocí hechos y dichos de don Ángel, paisano mío. Le admiraba, Juanestella.