Hace mucho tiempo que vengo recogiendo con admiración agradecida los testimonios del sacerdote Santiago Martín. Y me sorprendía que no pocas veces apareciera algún exquisito, de los que jamas han dado un palo al agua ni han puesto nunca la cara para que se la puedan romper, diciendo que menos lobos, que sí pero…, que en el fondo y aunque lo disimule es un liberal y un neocón… Pues yo, que llevo 65 años apaleando el agua y dando siempre la cara y mi nombre y apellidos, cambio sin dudarlo, y haciendo un óptimo negocio, al padre Santiago Martín por esa recua de puros exquisitos, en realidad de vagos, cobardes e inútiles que se permiten poner pegas a uno de los expositores más valientes y más brillantes de Cristo y de su Iglesia.
Ah, ¿qué hace cuarenta años una vez en un artículo dijo que el Concilio iba a ser muy bueno para la Iglesia? ¿Qué se ha vacunado y no dice que Francisco es un hereje excomulgado? Pues yo también y tampoco. También me he vacunado y tampoco excomulgo al Papa.
Afortunadamente la recua va enmudeciendo ante el permanente testimonio de Cristo y de su Iglesia que con tanta valentía, contundencia y claridad nos brinda, hoy una vez más, Santiago Martín.
https://www.religionenlibertad.com/video/136649/malestar-resistencia.html
Cómo para ponerle un pero.
Santiago Martín, tiene una manera de decir las cosas, con caridad, claridad y valentía. Trata de no demoler más , de no destruír más de lo que está, la barca de Cristo. No tira misiles, sin calcular los daños colaterales.
Bendito P. Santiago Martín. Como siempre, y cada vez más. Sus argumentos no tienen discusión. Gracias, muchas gracias. ¡Adelante!
Ya existen múltiples cismas de facto dentro de la Iglesia católica. En cualquier ciudad, entrar en una u otra parroquia es prácticamente cambiar de religión, tanto en doctrina como liturgia. ¿O enseñan lo mismo los kikos, opus, carismáticos «católicos», tradis, jesuitas, etc?
Como dijo Calderón de la Barca en «El alcalde de Zalamea»: «Errar lo menos no importa si acertó lo principal» y es evidente (para mí) que este señor y don Francisco José cumplen «ad pedem litterae» la expresión calderoniana.
Ha sido lo más valiente que puede ser, Paco Pepe. Ahora bien, creo que el Padre Santiago se equivoca en una cosa. La unidad ya no es posible. El cisma es inevitable, solamente es cuestión de tiempo. No solo se ve en Alemania sino en cualquier ciudad de cualquier diócesis. La división entre las parroquias es palpable y no me estoy refiriendo a carismas diferentes. Me refiero a doctrina diferente, liturgia diferente (el despropósito en este campo le deja a uno pasmado), catequesis diferente… Y por diferente me refiero a que muchas veces es opuesto a la doctrina católica. Esto es muy, muy grave y pocos obispos parecen estar interesados en encontrar una solución. Creo, humildemente, que el futuro de la Iglesia pasa por confiar en Dios y echar a estos tipos que no creen y que esparcen herejías a diestro y siniestro (sobre todo, siniestro). Hasta que eso no ocurra, la confusión irá en aumento, se perderá más la fe de la gente y el sufrimiento aumentará.
Suscribo enteramente lo que dices,JM.
El cisma hace mucho que existe de facto.Y las antiguas herejías han vuelto a recidivar con fuerza.Por no poner más que un ejemplo de algo de suma importancia,reseñar el arrianismo y/ o adopcionismo latente en tantas homilías.
Por decirlo con palabras de un no cristiano,pero excepcional pensador,Heidegger,»sólo (un) Dios puede salvarnos…».
¿Acaso Dios no Ha Hablado a veces por boca de los paganos?.
Perdón
AJ¡!¡
«La división entre las parroquias es palpable y no me estoy refiriendo a carismas diferentes. Me refiero a doctrina diferente, liturgia diferente (el despropósito en este campo le deja a uno pasmado), catequesis diferente… Y por diferente me refiero a que muchas veces es opuesto a la doctrina católica.»
Así es desgraciadamente. Pero eso no significa que estemos de acuerdo. Los fieles poco podemos hacer que rezar.
Un abrazo.
Al gilipollas de Lima.
Tanto progresio andante
para ,al final, regresar
-cual perro-a desenterrar
los secos huesos del antes:
De San Lazaro tablillas,
que avisan del infectado.
De Hitler, -resucitado-,
las estrellas amarillas…
Y así, esta «iglesia» moderna
demuestra tal caridad,
que excomulga sin piedad
devolviendo a la caverna.
Cavernas de lepra y peste;
no de herejía y pecado.
Pues quien no está vacunado
lleva irredenta la veste…
¿Misericordia?…¡Una mierda !
Mundanitis conformista.
Tanto hablar de lo fascista
para acabar en su cuerda…
Con Santiago Martín, pero por motivos diferentes de los explicitado por el Blogger.