| 04 enero, 2016
Un lector me envía la siguiente carta: Estimado Sr. Cigoña: Soy un laico de la diócesis de Mallorca. Me ha facilitado su correo un amigo. Pienso que puede resultar de su interés la siguiente noticia. El pasado día 26 de diciembre, víspera de la solemnidad de la Sagrada Familia, en la parroquia de la localidad de Binissalem, su sacerdote adscrito, Juan Carlos Cánovas Miranda (adjunto fotografía) pronunció una homilía demoledora contra la doctrina católica sobre la familia. Tal fue el despropósito de su contenido, que algunos feligreses abandonaron el templo antes de que concluyera su «sermón». Su contenido fue, a grandes rasgos, el siguiente:
1. De entrada, puso en duda la virginidad de Cristo al afirmar que «parece que no estuvo casado» (palabras textuales)
2. Continuó afirmando que Cristo criticó la familia patriarcal porque abogaba por el igualitarismo (no se refería a la igualdad en dignidad entre hombre y mujer, sino a su absoluta equiparación). Con ello iba preparando el terreno para la loa a la ideología de género que vendría después.
3. Dijo que Cristo era una persona independiente, que seguía su camino sin considerar en exceso la vida de sus padres.
* De todo esto se desprendía un poso implícito de arrianismo, que niega la divinidad de Cristo para reducirlo a una persona excelente y poco más, como usted bien sabe.
4. Después de titubear y de advertir que ya tuvo problemas en su día (por la carta recriminatoria remitida por un feligrés), decidió afirmar de nuevo que existen muchos modelos de familia, incluida la que forman los matrimonios homosexuales (dando por válidas estas uniones y -de hecho- equiparándolas al matrimonio natural). Aquí algunas pocas personas abandonaron la iglesia. En ese instante, el cura -desde el púlpito- pidió disculpas en caso de haber ofendido a alguien, pero afirmó que él no se retractaba de nada. Todo un espectáculo.
Lo lamentable de todo esto es que, a la vista del desconcierto que vive la diócesis, con un obispo desautorizado (y que parece que va a continuar a pesar de todo) resulta casi imposible corregir estos desmanes. Más aún en un sacerdote que es profesor del CETEM (centro teológico de Mallorca), que instruye a los seminaristas; además de profesor en el CESAG (adjunto enlace), que es un centro adscrito a la Universidad de Comillas que enseña las carreras de magisterio y periodismo en Palma.
¿Cómo puede ser que ese señor no sea amonestado para que se corrija y, en caso de contumacia, sea suspendido en su ministerio? Denunciarlo a las autoridades espiscopales es inútil a día de hoy. Así se va destruyendo lo poco que queda de esta diócesis decadente.
Confío en que pueda dar cabida a esta noticia en su blog, rogándole que mi nombre permanezca en el anonimato.
Muy cordialmente
Pues como muy bien señala el remitente un obispo como Salinas carece de toda autoridad para corregir a nadie. Porque cualquier corregido podrá decirle: ¿Y tú qué?
Vaya, el Seminarista cita como mártir al único cura rojo fusilado en Mallorca, que se quitó la sotana para morir. Habiendo tantas docenas de ejemplares sacerdotes mártires.
Se te ve el plumero, seminarista.
En cuanto a las bendiciones se dan a todas las personas por ser personas, no por estar en pecado y escándalo público. Una pareja homosexual las puede recibir si van a Misa, al final, como todo el mundo. A ver si por hacer guarrerías tienen derecho a una bendición especial.
Este es el tipo de prelados de las periferias y las fronteras francisquitas. ¿Desde cuándo católico y hasta dónde católico?
¿O más bien el prototipo de interreligiosos-interconfesionales que se lleva? Tiene un espléndido porvenir onusiano.
No me extaña, solo con ver la fotografía del mossén uno ya sabe que apunta maneras… SI no viste como lo pide la Iglesia de Cristo como va a predicar como enseña el catecismo de la Iglesia Católica… Y estando como esta el Obispo Salinas habra muchos más que empezaran a sacar la patita… Lo único que podemos hacer es dar gracias a que el Obispo intercambiara anillos con una SEÑORA, y pedir que lo manden al retiro… Siendo Obispo Emérito de Mallorca tendrá mucho más tiempo para organizar grupos de oración con señoras casadas y intercambiar anillos con ellas…
Sin palabras. Patético. Tanto el obispo como el cura. ¡A lo que emos llegado!
Yo he asistido a algunos oficios de este pastor. Me quedó grabado un día que comentaba el pasaje de la aparición de Cristo al incrédulo santo Tomás, cuando el Señor resucitado le insta a tocar sus llagas. El sermón estaba siendo bonito, pero dijo al final (cuando no venía a cuento), que todas aquellas apariciones del Señor a los Apóstoles y discípulos eran meras impresiones interiores, como una alegoría, y que por supuesto no le veían. Yo quedé perpleja pensando… ¿y qué «tocó» santo Tomás, pues? ¿Un fantasma, un holograma…?
A la última Misa suya, a la que asistí recientemente, salí profundamente apenada al ver la poca devoción por Jesucristo Sacramentado, a la hora de consagrar y repartir la Comunión (¡tienen a Dios entre las manos y parece que reparten pipas!). Pero bueno, me parece que ese es un mal endémico que afecta a la inmensa mayoría de nuestros sacerdotes…
En fin, sólo diré que hace ya tiempo que, cuando me acuerdo, rezo por este sacerdote, confiando en que el Señor le ilumine. Y también por su feligresía, porque son un blanco fácil de la confusión. Y porque pastores como éste pueden hacerles mucho daño, aún siendo buenísimas personas (como lo es este señor, sin duda).
Hace unas semanas se casó mi sobrina en la basílica de la Macarena en Sevilla y el celebrante afirmó lo mismo sobre los matrimonios homosexuales y uniones de cualquier tipo.
Y pregunto, ya que al parecer, por medio de su prelado no es posible aplicarle la corrección que está pidiendo a gritos, ¿no sería posible, por el bien de las almas, que sus feligreses le corrigiesen «manu militari»? Pregunto.
En caso de que la via de los guantazos no se juzgase propia, al menos, sus feligreses deberían mandarle a la mierda, de palabra y por escrito, quejarse, por escrito a su obispo (tanto si la medida sirve como si no) y abandonar esa parroquia. Al menos es lo que yo haría. Bueno, y algo mas, también.
He leído el escrito de ¿apoyo? al sacerdote y formador del seminario que profirió la homilía que escandalizó a algunos feligreses de su parroquia, que escribe y publica en esta página un supuesto seminarista de la diócesis de Mallorca, y debo decir que la situación en esta diócesis es bastante peor de lo que me maliciaba. No es que no sea ya de por sí suficientemente grave que un seminarista desconozca el magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia y que alardee sin rubor de su ignorancia; es que, además, ¡no sabe escribir! ¡No sabe redactar! ¡Y dice que está en sexto de teología! Si en los seminarios no se enseña teología y la formación humana también brilla por su ausencia, no sé hasta qué punto no sería más recomendable que algunos de ellos echaran el cierre. Para tener sacerdotes así, mejor menos y mejor formados.
Leo la entrada penosa que le dedica el exconcursante de Gran Hermano, después de otra igualmente penosa sobre los Reyes Magos, en la que decía un montón de paridas. Qué asco me dan estos curas modositos que se la cogen con papel de fumar con mucho dengue y melindre. Yo los pondría a todos a cavar zanjas, para que al menos hicieran algo de provecho.
Muy estimados señores míos:
Mi nombre es Joan Femenia, seminarista de sexto curso de la diócesis de Mallorca y destinado para la actividad pastoral en la parroquia de Binissalem.
En primer lugar quisiera decir que en ningún caso el sacerdote Joan Carles Cánovas transgredió la doctrina católica sobre la familia ni la vida naciente.
Por lo que respeta a la virginidad de Cristo, como dice el valiente anónimo de la carta, lo único que se dijo es que Jesús no se casó, dando testimonio con su vida de una nueva forma de entender la familia, porque es sabido que un hombre no casado en el antiguo Israel no era muy común. Era una vergüenza no casarse. Pues mire Cristo dijo no a la familia carnal en pos de otra familia más grande; Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre (Mt. 12,46-50).
En segundo lugar, no se habló de la desgraciada ideología de género de la que usted parece un gran experto. Habló sobre como Jesús criticaba la estructura patriarcal por la cual un hombre podría separarse de su mujer por cualquier motivo. Dice la Biblia que un buen judío podía repudiar a su mujer si nota en ella algo torpe (Dt. 24,1). Lea usted un poco y entenderá porqué Jesús dice a los judíos que defienden el divorcio: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras esposas; pero al principio no fue así. (Mt 19,8).
En tercer lugar, Algunos le puede achacar que hiciera una petición por cada una de las diversas familias que existen; ¿O es que acaso no son personas?, ¿o es que los homosexuales deben ser expulsados de nuestras iglesia por su sexualidad?. Si dejasen ustedes de obsesionarse con el sexto mandamiento se darían cuenta que existen otros nueve y con su carta transgrede algunos. Si caballero los mandamientos son diez y lo siento. Y además tenga usted en cuenta una cosa rarísima que dijo Jesús; Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros: como os he amado, que también os améis los unos a los otros.(Jn 13,34).
Además la si la iglesia ha bendecido armas y animales porque no puede dar consuelo con una petición a las parejas homosexuales, o de madres solteras que sufren por verse fuera de la iglesia por gente como usted. Y perdón por la comparación.
En cuarto lugar dese cuenta de que estas cartas más que escribirlas al Sr. De la Cigoña, el cual hace su trabajo, debería remitirlas, al vicario general, al provicario general, al canciller o al mismo obispo. Creo que sus correos son públicos y no tendría que preguntárselos a ningún amigo.
Finalmente al señor Bernat decirle que los seminaristas no hemos vetado al Obispo para que venga al seminario ni nada parecido. Gracias a Dios la Iglesia no es una democracia y lo que nosotros pensemos poco importa a los demás. Nosotros estamos con nuestro obispo pese a quien le pese. El seminario está con Monseñor Javier Salinas aunque a ustedes les moleste y seguirá siendo así porque no sólo es el obispo de la iglesia que peregrina en Mallorca, la mía, a la cual usted tanto quiere, sino nuestro Padre, nuestro pastor, nuestro buen amigo.
Que sí, que ahora ustedes pensaran que soy un hereje, un seminarista propio de la iglesia de Mallorca. Pues miren, si eso les hace dormir mejor díganlo, proclámenlo a los cuatro vientos. Son ustedes unos especialistas en hacer sufrir a la gente, en poner a las personas contra las cuerdas. Eso es la actitud del cristiano, claro que sí!!!. Provocar dolor al hermano. Al final Dios nos pedirá cuentas a todos (Eclesiastés 11,9) y al final nos dirá; ¿qué has hecho con tu hermano (Gn 4,9-10), porque recordad al atardecer de la vida se te examinará del amor (san Juan de la Cruz).
Y como dijo Mn, Jeroni Alomar Poquet, sacerdote mallorquín antes de ser fusilado por la injusticia de la guerra: Paz, justicia y Viva Cristo Rey
Y a tal Papa, tales obispos y tales curas.
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Un Papa que defenestra a Livieres y aplaude a Kasper, ¿a quién puede criticar? ¿a un simple cura feminista profesor de seminaristas?
Lo he dicho muchas veces. Sin predicar sobre el infierno es imposible dar un solo paso por menguado que sea. Serán uno para adelante y dos para atrás.. O es que acaso no existe y estuvieron equivocados y chalados perdidos todos los santos que en el mundo han sido? Pero si existe, que existe, por qué van pasando los años y nadie se atreve a hablar de este tema que es mucho más importante que la ideología de género, curiosamente salida del mismo infierno?
Mas que escribir a este blog lo procedente sería escribir al Obispo.
Es el peligro que tiene publicar estas cosas… podemos terminar promocionandoles, aunque para que este señor pueda terminar de profesor en la Sanbuenaventura le falta completar su historial haciendo practicas en la diócesis virtual de Partenia del obispo Jacques Gaillot.
Que no les asombre si el Cardenal Ravasi lo llama como colaborardor.
¡¡¡Seguro que le aceptan de profesor en la Sanbuenaventura de Bogotá!!.
¿Que envíe historia de vida…
¿Pero qué se puede esperar? tal como reza el artículo, a tal obispo tales curas… en Mallorca la Iglesia languidece, unas veces en muerte lenta, otras en estertores agónicos y muchísimo sufrimiento. Total una carrera hacia el fin. Aquí calla el obispo, calla el nuncio, nada se mueve y todo muere. ¿A quien podremos hacer responsable? al final será cierta la afirmación de la muerte de Dios, por lo menos en suelo mallorquín.
Un auténtico desastre que sólo puede ser arreglado por quien tiene autoridad, bueno, eso contando con que alguien, no sé quien, aún la tenga. ¡Panda de imbéciles!
Si el cura dijo esto (no lo sé a ciencia cierta), es un depravado que sobra en la Iglesia.Si el obispo (más bien avispa) sabe esto y no hace nada, hay que echarlo ya (como sea, incluso a patadas).Ambos (si esto es verdad) tienen de católicos lo mismo que don José Stalin: nada.Si el nuncio calla y Roma otorga, empezaré a creer que son cómplices de este par de presuntos degenerados doctrinales.
Lo que hay que hacer en el futuro no es salirse en medio del sermón. Lo correcto es ir a donde está ese degenerado espiritual y retirarle la palabra aunque eso implique suspender la Misa, para que haya un escándalo que obligue a la jerarquía, sea la que sea, a actuar.
A no escandalizarse. La persecución a la Iglesia y la degradación de sus pastores no es algo nuevo.
Ya decía San Basilia Magno en el siglo IV después de nuestro Señor Jesucristo:
«A la sabiduría del mundo se le da el lugar de honor, desalojando la gloria de la Cruz. Los pastores son desterrados, y son acogidos los lobos que saquean el rebaño de Cristo. Despojadas de pastores están las casas de oración, y el desierto lleno de gente que se lamenta: las personas de edad se entristecen comparando lo que pasa con lo que pasó, y más dignos de compasión son los jóvenes que no conocen aquello de que se ven privados.»
Más de lo mismo. Como este hay miles de herejes más ordenados como sacerdotes, como obispos y como cardenales. La Gran Apostasía anunciada en Fátima ya está en marcha, está sucediendo delante de nuestros ojos, no es algo por venir, ya está aquí.
Y si añadimos que los seminaristas de Palma han vetado al obispo… ¿No deberia haber al menos un pronunciamiento de la autoridad sobre todo este asunto?