| 17 agosto, 2023
A Daniel Ortega tampoco. No me preocupa nada coincidir con ese sátrapa impresentable porque los motivos de ambos disgustos no tienen nada que ver.
https://secretummeummihi.blogspot.com/2023/08/regimen-nicaraguense-acusa-de.html
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Contra el tirano nicaragüense por mi parte todo. Y mucho más que por parte del Papa Francisco. En defensa de la UCA, nada.
¡SI SEÑOR!
“Dios es quien tiene la última palabra sobre la historia y la tendrá también sobre Nicaragua”, le recordaron [los arrupitas] al presidente Daniel Ortega.
Efectivamente, no está demás recordarles a estos impostores, que para ellos también “Dios es quien tiene la última palabra sobre la historia y la tendrá también sobre la banda de Arrupe”.
Recibieron una cucharada del remedio que tanto venden… y de paso se dejará de blasfemar en sus cátedras de teología…
Es usted, sr. cigüeña, un infame. Yo no diría lo mismo de su casa y su familia si un Ortega español se presenta en su puerta para expropiarle y arrebatarle lo que más quiere. Pero desde Pozuelo todo se ve de otro modo. Lo dicho, un infame.
Los arrupitas ya están recibiendo su paga. Por muchos comunicados que publiquen. Tantos años llamando con insistencia a las puertas del Enemigo, que el Diablo se la ha abierto de par en par. Ahora que ya están dentro, ¿se arrepiennten?
Estos mandriles, cómplices durante décadas de los totalitarismos «de rostro humano» (el oxímoron es de libro) se columpiaron tanto que, al final, solo les quedaba el vacío, el precipicio. Y hacia él caminan. Los mismos que les han sostenido ideológica y crematísticamente durante tantos años, les van a dar el tiro de gracia. Justicia poética, por pardillos y cómplices. No es la primera vez que lo digo, pero en la Iglesia es donde más pardillos hay por kilómetro cuadrado. O muy malos o muy tontos.
Quién te ha visto y quién te ve. Ahora a rezarle a San Juan Pablo II.
«Cuando los impíos perecen hay fiesta».
Proverbios 11, 10
Extraña justicia poética: sabido es que los jesuitas nicaragüenses (como todos los jesuitas centroamericanos) eran muy fans del pervertido bigotudo retratado en la foto así como de su siniestra esposa. Ni una lágrima por ellos.