No leo a Bru. Dos amigos me hacen llegar un texto que creen me dirige: http://blogs.alfayomega.es/primereando/ochocientos-anos-sirviendo-a-la-iglesia/ Están en lo cierto. Porque no hace aún tres meses me dijo de palabra lo que ahora escribe. Yo con este cura madrileño he tenido una relación superficial. De poco más de un saludo en tres o cuatro ocasiones. Pensé que menos cordial por su parte que por la mía. Pero siempre estuvo en niveles de elemental educación aunque todas las veces me diera la impresión de que venciéndose. Bru es muy dueño, como yo, de manifestar las simpatías que quiera pero si ya es coram populi se arriesga a la respuesta. Y a mí me encanta responder. No vayan a creer quienes me buscan las cosquillas que les desprecio. O sí. Creo, Bru, que siempre he estado muy comedido contigo. Nunca escondo la mano pero nunca te había tirado una piedra. Tal vez algún amago de mínima importancia. Tampoco lo voy a hacer ahora. No voy a entrar para nada en tus relaciones maternas, paternas, fraternales, medio fraternales, ni en los barrios que frecuentas, con canales o sin ellos, aunque creo que los canales no son precisamente tus preferencias. Ni en fotografías, tribunales, conspiracioncillas, apetencias, tratamientos… Últimamente me da la impresión de que te ves crecido. Hasta el punto de que cuando el 30 de noviembre te vi en Burgos reventabas el alba. Que ya es prenda que disimula casi todo. Pues tú verás. Si quieres sacamos a colación todo ello. Hasta esquelas de ABC. Pienso que la confianza que ha depositado en tu persona nuestro arzobispo, muy dueño en depositarla en quien quiera, te ha infundido un valor que quieres acreditar. Pero tal vez no le hagas a Don Carlos un favor. Porque si como os esforzáis en poner de manifiesto sus amigos sois vosotros, el P. Ángel, los responsables de RD, Manola Carmena, tú y algunos pocos más similares se lo ponéis muy fácil a quienes, con razón o sin ella, están arremetiendo contra nuestro arzobispo. Creo que sería penoso para él que le pudieran aplicar aquello de dime con quien andas… Nuestro arzobispo no puede ser encasillado en un sector discutido y discutible. Y tú, Bru, eres ambas cosas. Con razón o sin ella. Por mi parte no tengo la menor queja de la acogida de mi arzobispo. Sólo gratitud. Pero no voy haciendo alharacas de ella porque entiendo que no le haría un favor. Y él está muy por encima de mis vanidades. Tampoco os paséis vosotros porque en estos días todo sale a la luz. Y pienso que no pocas cosas tuyas mejor en la trastienda. Pero eso es cosa tuya. Tú verás. Aunque ya ves que no soy muy inclinado a poner la otra mejilla. Soy así de malo. El bueno es sin duda el que la golpea y además espera la otra. Amos vete, salmonete.
A Manuel María Bru: No me toques las narices que igual las tuyas salen tumefactas
| 25 enero, 2016