Como administrador diocesano de la diócesis en el periodo que medió entre la aceptación de la renuncia del obispo Trelle y el nombramiento del obispo Wilmer, no aceptó la renuncia que presentó el obispo Bongartz, quien sigue siendo obispo auxiliar de la diócesis, cuando se hizo público un informe que cuestionaba su gestión de los casos de abusos en la diócesis. Se abstuvo en al menos dos de los textos aprobados en la cuarta asamblea sinodal del camino sinodal alemán; concretamente, en el de Reevaluación magisterial de la homosexualidad y en el titulado Orden Básico del Servicio a la iglesia. Quizá haya que recordar también que auxiliaba al obispo Wilmer quien votó a favor de ambos documentos y quien, además de haber sonado en su día como posible nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, ha aparecido en múltiples artículos de este medio como «El obispo Wilmer acoge con «beneplácito» la bendición de parejas homosexuales» (17 de marzo de 2023), «Una diócesis alemana permitirá a divorciados y homosexuales impartir la asignatura de religión» (21 Julio 2022), u «Obispo alemán, partidario de crear ‘parroquias ecuménicas’» (4 de enero de 2020).