SEMINARIOS POR TERCERA VEZ
A fines del mes de junio, escribimos un par de notas acerca de los seminarios, con mención especial de aquellos prontos a su ocaso, en este crepúsculo del catolicismo argentino. Nos remitimos a las mismas para evitar repeticiones.
Nos mueve a ocuparnos otra vez del tema, un artículo publicado en “El Debate”, el 5 de septiembre titulado: “Una pequeña isla indonesia tiene casi el mismo número de seminaristas que toda España”.
La razón es sencilla y no hay que oscurecerla: la Iglesia en esa isla vive, en cambio la de España y la de la Argentina desde hace tiempo, agoniza. Por eso, nos llena de alegría la noticia, que viene de un país lejano, tierra de misión, pero a la vez nos entristece la situación de la Iglesia Católica y Apostólica, en nuestra madre patria, España y en la de nuestra patria argentina.
Vamos a los números, sin caer en la cuatofrenia ni en la metromanía. La isla de Flores, porque de ella se trata, es una de las 17.000 que forman parte de Indonesia. La población no llega a los dos millones de habitantes, de los cuales, el 70% son católicos. Nos enteramos que es uno de los lugares más pobres de un país, que no es rico, aunque tenga posibilidades de serlo si es bien administrado, con lo cual se parece bastante a una Argentina empobrecida por sus pésimos gobiernos: Kirchner, Macri, Fernádez, etcétera, sin olvidar al doctor “trucho” de la Universidad Austral, de infeliz memoria: Carlos Menem, sinvergüenza e irresponsable.
En ese isla, en medio de la jungla, se encuentra el seminario diocesano de San Pedro de Ritapiret, en el cual han estudiado 13 obispos, 580 sacerdotes y 23 diáconos en sus setenta años de historia. En el curso 2023/2024 sus aulas fueron pobladas por 904 seminaristas y su rector comenta: “Responder a la llamada de Dios, sigue siendo fascinante para los habitantes de esta región”.
Este seminario es considerado el más grande del mundo, seguido por el de Guadalajara, Méjico, que le pisa los talones con 900. Un recuerdo afectuoso al gran cardenal mejicano Sandoval Iñíguez a quien hace poco le dedicamos una nota y que se hizo presente hace poco, con una carta al papa Francisco, pidiéndole que la acabe con la persecución contra la forma extraordinaria del rito romano; con más de 90 años, este gran prelado continúa el buen combate en las redes sociales.
El rector del seminario de la isla de Flores, Gildebertus Tanga está preocupado, porque el crecimiento de la población supera al de las vocaciones sacerdotales y religiosas y lo manifiesta: “seguiremos enfrentándonos a la escasez de sacerdotes en el futuro si no hacemos nada”.
El papa Juan Pablo II, en su visita a Ritapiret, comentó la fidelidad de los sacerdotes y las monjas de la isla de Flores; y con su experiencia por haber vivido bajo el régimen comunista, que sometía y tiranizaba a su amada Polonia, les dijo: “Debéis comprender que el servicio fiel a Cristo y a su Iglesia no siempre os hará merecedores de los elogios del mundo. Al contrario, a veces recibiréis el mismo trato que el Señor: rechazo, desprecio, persecución”.
En el resto de Indonesia, el catolicismo es minoritario y a veces perseguido por los musulmanes radicalizados. El último gran atentado de los terroristas, fue el domingo de Ramos de 2021. Dos de ellos, se inmolaron en la entrada de la Catedral de Sulawesi y dejaron una veintena de heridos entre los feligreses.
Volvamos al comienzo de esta nota y a utilizar el argumento de comparación, a veces odioso, pero siempre útil. Los 904 seminaristas de Las Flores son casi el mismo número del total de los seminaristas de toda España y muchos más que los de toda la Argentina. Comparemos las poblaciones de ambos países con los menos de los dos millones de la isla de Indonesia y saquemos la conclusión que se cae de madura: un catolicismo vivo, que crece y se desarrolla en el marco de la Iglesia de siempre, frente al catolicismo “mistongo”, al decir del recordado padre Leonardo Castellani, y agonizante de dos naciones apóstatas, que en otros tiempos pertenecieron a la Cristiandad, ese tiempo glorioso, al decir del papa León XIII, en el cual, “la filosofía del Evangelio gobernaba los Estados”.
Buenos Aires, septiembre 7 de 2024. Bernardino Montejano
No obstante, por respeto a los cientos de seminaristas españoles que con sincero corazón están entregando sus vidas, y lo mismo respecto de los todavía miles de sacerdotes y consagrados españoles que viven con dignidad su vocación, y por respeto a las miles de familias españolas que todavía heroicamente luchan por mantener su fe, y de los cientos de adultos que se bautizan cada año en España, no me parece nada caritativo ni leal decir que la Iglesia en España agoniza. Yo no lo diría eso nunca de ninguna Iglesia del mundo donde quede un puñado de cristianos auténticos. Ese lenguaje no es evangélico.
decir que la iglesia en españa agoniza de ninguna manera falta a la caridad ni es antievangelico. es simplemente un hecho objetivo imposible de negar. alguien debería recordar recordar que no se puede tapar el sol con las manos.
Una homilía para quitarse el sombrero: https://sanfelixdelugones.blogspot.com/2024/09/homilia-del-sr-arzobispo-de-oviedo-en.html
Se escribe MEXICO….. Analfabeto
Nota de F. de la C.; En castellano de España se escribe Méjico. El analfabeto es usted
Toño, Toño. Coge usted el rábano por las hojas. Y, además, mal cogido.