JUSTICIA CLIMÁTICA V

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JUSTICIA CLIMÁTICA V

¡El fuego! Es el cuarto y último elemento vampirizado según Bulgakoff, porque sin su alteración es amigo del hombre, nos regala su calor en los días y noches invernales, nos ilumina con sus llamas, nos permite cocinar nuestros alimentos y tiene una antigua presencia filosófica en Heráclito, el oscuro pensador de Éfeso, para quien este mundo… fue siempre, es ahora y será fuego siempre viviente” (fragmento 30).

Pero el fuego vampirizado es enemigo del hombre y ya hemos visto los desastres que produce el estroncio 90, liberado en la atmósfera por las explosiones atómicas.

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Pero este fuego alterado también está presente en las guerras contemporáneas transformadas en asesinatos en masa, guerrasde ejércitos sin clarines ni banderas, sin misas por los muertos” (Saint-Exupéry).

Esas guerras, con el inmenso poder de sus armas, arrasan en pocos minutos con trescientos años de paciencia y de sol. Y todas esas son armas de fuego vampirizado.

La guerra es un hecho humano social. Y como por causa del hombre existe el derecho, la guerra tiene una dimensión jurídica o se transforma en una contienda animal. Y como el hombre apartado de la ley y de la justicia es el peor de los animales, la guerra sin derecho es peor que una lucha animal.

La Iglesia desde su fundación encaró el problema de la guerra y descartando las herejías pacifistas, trató de intervenir y morigerarlas: la paz de Dios, la tregua de Dios, el derecho de asilo, la suspensión de las hostilidades en los días festivos y la elaboración de la teoría de la guerra justa que, con importantes antecedentes en San Agustín y Santo Tomás, fue coronada por Francisco de Vitoria, considerado el fundador del Derecho Internacional Público.

Teólogos, emperadores y reyes cristianos, papas y obispos no se quedaron en consideraciones teóricas, sino que intervinieron en la medida de sus posibilidades para humanizar las guerras.

Nada de eso sucede hoy y basta ver lo que sucede en Tierra Santa, en la cual, al ataque del terrorismo mahometano, que como todo terror siempre es injusto, con sus asesinatos y secuestros, responde el ejército israelita con una violencia que no reconoce límite alguno. Rige la ley de la selva, con el fuego de armas sofisticadas, drones y misiles.

Y para colmo, la intervención de Irak, también con sus drones y misiles y las represalias judías, anuncian una violencia sin fin, un futuro aterrador.

Además, nos duele la guerra entre Rusia y Ucrania, dos países cristianos y el abandono miserable por parte de Occidente de la vieja cristiandad armenia, que sufre la prepotencia musulmana que la rodea.

Para completar las cosas Milei quiere ingresar en la NATO, que es una alianza militar del Atlántico Norte. Émulo de Menem en sus relaciones carnales con EstadosUnidos, ahora con el agregado de Israel, no duda con total irresponsabilidad de comprometer a su país del Atlántico Sur en cuestiones que le son ajenas.

Para finalizar con otro argentino, Francisco el pontífice, quien no tiene la autoridad moral de sus predecesores seguirá con sus declaraciones en las que abogará por la paz y la justicia climática.

Que Dios ayude especialmente a los cristianos que sufren en Armenia donde los ocupantes han comenzado a destruir sus iglesias, en Tierra Santa, en especial en Gaza, en Ucrania y en Rusia.

Buenos Aires, abril 26 de 2024. Bernardino Montejano

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