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’50 años de la Re­no­va­ción Ca­ris­má­ti­ca Ca­tó­li­ca’, por Joan E. Vives, arzobispo de Urgell

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Hace 50 años, el fin de se­ma­na del 17 al 19 de fe­bre­ro de 1967, una vein­te­na de es­tu­dian­tes ca­tó­li­cos nor­te­ame­ri­ca­nos, en la Uni­ver­si­dad de Du­ques­ne, tu­vie­ron una con­vi­ven­cia cer­ca de Pit­ts­burgh (EE.UU.). Allí re­za­ron para pe­dir el bau­tis­mo en el Es­pí­ri­tu, una ac­ción po­ten­te del Es­pí­ri­tu San­to que trans­for­ma­se sus vi­das.

Al prin­ci­pio, no pa­re­ció pa­sar gran cosa. Hi­cie­ron un des­can­so, em­pe­za­ron a pre­pa­rar una fies­ta, pero poco des­pués se en­con­tra­ron con que cada uno por su cuen­ta acu­día a la ca­pi­lla y allí no po­dían de­jar de re­zar. Ala­ba­ban a Dios en voz alta, con en­tu­sias­mo; otros sen­tían un gozo que les lle­va­ba a bai­lar; otros llo­ra­ban de ale­gría. Al­gu­nos ca­ye­ron como ful­mi­na­dos ante el Sa­gra­rio de la ca­pi­lla, en un sen­ti­mien­to de ado­ra­ción abru­ma­dor. Se lo con­ta­ron a otros y se fue con­ta­gian­do de cam­pus en cam­pus, de ciu­dad en ciu­dad. Cada se­ma­na ne­ce­si­ta­ban jun­tar­se y re­zar, en voz alta y con mu­cha mú­si­ca. Se ex­ten­dió por Estados Uni­dos y por el mun­do. Les lla­ma­ban “pen­te­cos­ta­les ca­tó­li­cos” o “ca­tó­li­cos ca­ris­má­ti­cos”. Así na­ció la Re­no­va­ción Ca­ris­má­ti­ca Ca­tó­li­ca (RCC), que ac­tual­men­te cuen­ta con unos 100 mi­llo­nes de ca­tó­li­cos. Han su­fri­do pre­ven­cio­nes en con­tra y de­sin­te­rés por par­te de los que prio­ri­zan lo so­cial, pero tam­bién por los que des­con­fían de su mú­si­ca, sus ma­ne­ras exu­be­ran­tes y des­in­hi­bi­das. El mis­mo P. Jor­ge Ber­go­glio ex­pli­có que sien­do cura jo­ven “le da­ban mu­cha ra­bia; le pa­re­cía que to­dos te­nían algo mal en la ca­be­za. Pa­sa­ron los años y se dio cuen­ta de cuán equi­vo­ca­do es­ta­ba: pues es ¡una gra­cia!”.

Des­pués de 50 años, la Re­no­va­ción ha ge­ne­ra­do una mul­ti­tud de con­ver­sio­nes y de vo­ca­cio­nes. Tie­nen el gru­po se­ma­nal don­de se reza, se can­ta, se ala­ba, se agra­de­ce a Dios su bon­dad, se le pi­den co­sas; re­zan unos por otros; se co­men­ta algo de la Bi­blia, se da al­gu­na char­la cor­ta. Lue­go los re­ti­ros de 2 ò 3 días, o una se­ma­na, so­bre sa­na­ción, li­be­ra­ción, vo­ca­ción, li­de­raz­go, ala­ban­za, bi­blia, for­ma­ción… Tam­bién los en­cuen­tros de ora­ción “es­pe­cial”: mi­sas de sa­na­ción o de li­be­ra­ción, ora­cio­nes para pe­dir cu­ra­cio­nes, mila­gros, ora­cio­nes de re­cha­zo del mal, de sa­na­ción fí­si­ca o es­pi­ri­tual o emo­cio­nal. Tam­bién pue­den ser “es­pe­cia­les” los en­cuen­tros de ado­ra­ción y ala­ban­za, a ve­ces con el San­tí­si­mo ex­pues­to. Y los «se­minarios de vida en el Es­pí­ri­tu”. La ora­ción en len­guas rara vez es xe­no­glo­sia (ha­blar mi­la­gro­sa­men­te len­guas ex­tran­je­ras que no se han apren­di­do) sino que casi siem­pre se tra­ta de ora­ción de glo­so­la­lia: emitir so­ni­dos ar­ti­cu­la­dos, bien pro­nun­cia­dos, con fer­vor, re­ve­ren­cia, vo­lun­tad de ora­ción, que S. Pa­blo lla­ma “orar en len­guas” o “ge­mi­dos inefa­bles”. Se con­si­de­ran un don de Dios, no algo for­za­do o provoca­do. Mu­chos con­si­de­ran la ora­ción en len­guas la puer­ta a otros ca­ris­mas: la pa­la­bra de conocimien­to (sa­ber co­sas úti­les re­ve­la­das por el Es­pí­ri­tu San­to), el don de con­se­jo, la pro­fe­cía (que no es ha­blar del fu­tu­ro sino ex­hor­tar y edi­fi­car con pa­la­bras o imá­ge­nes que ins­pi­ra el Es­pí­ri­tu). Siem­pre se in­sis­te en que es Dios quien ac­túa a tra­vés de los her­ma­nos, y que es­tos do­nes se ejer­cen, so­bre todo, en el con­tex­to del gru­po que ora, para be­ne­fi­cio de la co­mu­ni­dad y edi­fi­ca­ción de la Igle­sia.

Los ca­ris­má­ti­cos, como toda la Igle­sia, can­tan con in­sis­ten­cia: “¡Ma­ra­nat­há. Ven, Se­ñor Je­sús!”. 50 años des­pués, la Re­no­va­ción Ca­ris­má­ti­ca ha cre­ci­do y está ple­na­men­te in­te­gra­da en la Igle­sia. Sea­mos o no de la Re­no­va­ción, siem­pre será ne­ce­sa­rio pe­dir, una y otra vez, que el Es­pí­ri­tu San­to ven­ga con su fuer­za y su po­der, nos de­fien­da, y nos haga fie­les se­gui­do­res de Cris­to.

+ Joan E. Vi­ves

Ar­zo­bis­po de Ur­gell

Comentarios
3 comentarios en “’50 años de la Re­no­va­ción Ca­ris­má­ti­ca Ca­tó­li­ca’, por Joan E. Vives, arzobispo de Urgell
  1. Echenique nunca te he respondido a tus comentarios, y hace tiempo que te leo y rezo por ti, pero hoy si que voy a contestarte: sin duda, siempre haces gala de juzgar a los demás. Siempre te mueves por las apariencias externas. Haces gala de tener un corazón de piedra. Pido al Señor que te arranque esa piedra de tu pecho y te conceda un corazón de carne, para que de una vez dejes de juzgar y empieces a amar a tus hermanos. (Tu y tantos otros en esta web. Pido por todos al Señor. Dejad de juzgar y repartir «carnets de buen cristiano» y empezad a amar -especialmente al enemigo, ¿sino que merito tendréis? porque amar a quien os aman también lo hacen los gentiles).

  2. Una vez hice una pregunta a un sacerdote de la Renovación carismática muy prolífico en charlas y conferencias en internet, y es la siguiente: Cuando Cristo habla sobre la puerta estrecha,y la puerta ancha,dice que procuremos en aquel dia entrar por la puerta estrecha, porque muchos querrán entrar y no podrán, porque la puerta ancha les lleva a la perdición.
    Sabemos lo que de una forma parabólica nos quiere decir Cristo, sobre el juicio final.
    Pues a este sacerdote muy conocido me he dirigido a el, en infinidad de ocasiones y siempre he recibido la callada por respuesta. Un dia estaba dando una charla el por video en internet ,hablando de esta tema ,y me detuve un rato a oir lo que decía.
    entonces comprendi porque no respondia a mi pregunta. Para el todo es vivir supuestamente en alabanza, porque todo es gratuidad por el bautismo en el E,Santo ya estamos salvados hagamos lo que hagamos . Los sacramentos no son necesarios.Misa.Confesión,Sacrificio de la Misa,y ..otros.
    Que las palabras de Cristo sobre la puerta antes mencionada era una forma de hablar decia, que en la iglesia siempre se ha entendido mal,y que se seguía explicando mal.
    Con la plena experiencia del E,SANTO como el dia de Pentecostés y los dones ,curaciones y profecías no hacen falta sacramentos.
    Si alguien tiene la amabilidad de explicármelo,se lo agradecería. Gracias

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