Esta mañana he visto un grupo de gente sonriendo. Había leído los periódicos unos minutos antes y pensaba que la noticia de que «Ecologistas piden en París que se prohíba matar un bogavante en escena» al grito de «la tortura no es nuestra cultura» era lo que había provocado la risa de estas personas. Seguramente recordaban la votación de ayer en el Congreso de los Diputados consolidando el derecho al aborto de un niño vivo no nacido. En los últimos cursos del bachillerato estudiábamos la luz. Nos contaban que era una cosa que iba a toda velocidad. De hecho no hay nada en el universo conocido que pueda desplazarse con más rapidez. Al mismo tiempo se nos hacia difícil entender eso de que no se sabía bien su naturaleza, a veces se comporta como una onda y otras como un corpúsculo. Los que no continuamos por el camino de las ciencias hemos madurado con esa duda que, a mi al menos, no ha logrado quitarme el sueño. Y porque mezclo, se preguntaran, esto de gentes sonriendo y lo de la luz. Muy sencillo, cada día estoy más convencido de que la sonrisa humana es la verdadera naturaleza de la luz. La luz no es una onda ni un corpúsculo, la luz es en verdad la sonrisa que un ser humano le dedica espontánea y auténticamente a otro. Comprueben si no el cambio que se produce en el rostro de alguien cuando esboza una sonrisa franca. Y el cambio de actitud que experimenta quien la recibe. ¿Se imaginan un mundo de personas sonriendo, no de manera estúpida o falsa sino sonriendo tierna y amorosamente a los que se crucen en su camino? La sonrisa se entiende bien con el recuerdo, con la melancolía, con la ilusión y la esperanza, con el cariño, con la compasión y la ternura. La sonrisa como la luz lo ilumina todo, lo abarca todo, nos transforma nuestra percepción de la realidad. No es tan solo un rictus del rostro, es una actitud del alma, una forma de ser y de estar en el mundo y con los demás. Prueben a sonreír,irán iluminando todo aquello que vean y a todo aquel con quien se crucen en sus vidas.Prueben y verán que el mundo y Vd mismo habrán cambiado.
La sonrisa y la luz
| 16 abril, 2015