Vicente Montesinos
Reparemos por esta tremenda profanación y sacrilegio que ocurrió este pasado sábado, 13 de octubre de 2018, en el Seminario de Cali, en Colombia.
Vean estos dos minutos de vídeo:
https://youtu.be/54H4dyEkTxM
También es hora de reflexionar sobre muchos aspectos…
¿Qué cuidado hay de los altares y presbiterios?
¿Cómo se limita el acceso a los mismos y a las cosas sagradas?
¿Qué tratamiento de exquisito cuidado y reverencia se le da a la Eucaristía?
¿Cuál es la actitud del personal del altar tras suceder estos hechos?
¿Cómo reaccionan los fieles?
Me llama mucho la atención entre todo el jaleo la voz de un fiel que dice «es culpa de Monseñor, es culpa de él, le negó la hostia…» Como si eso justificara un tremendo delito así…
En fin… Preguntas sin fin…
Y sobre todo; una petición a todos para orar y reparar por los daños a Nuestro Señor.
¡Perdón, Dios mío, perdón!
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Por algo se la negó el sacerdote, algo vería de raro, un fiel cualquiera no habría reaccionado así…me da idea que igual la persona la quería para brujería o algo como eso, digo a mí me niegan la hostia, y me voy a mi lugar pensando si tendrá razón el sacerdote, a lo mejor molesta, pero no le suelto un tortazo, si se atrevió a hacer eso, es la demostración de que al negarle la Eucaristía el sacerdote llevaba toda la razón.
La Iglesia debe darse cuenta que vive en un mundo que no es màs cristiano sino ateo e irrespetuoso y debe implementar el patio de los catecumenos y mantener las iglesias abiertas salvo en las misas donde deben ingresar solo los fieles.
¿Quería una hostia? Pues yo de estar allí, se la habría dado, con el puño cerrado y en toda la cara. Esto no se puede consentir que suceda y si sucede, el sacrílego no puede salir indemne y de rositas, tiene que sufrir las consecuencias.