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Reacciones a la «Carta abierta a mis amigos sacerdotes»… (1 de 3)

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Vicente Montesinos

 

 

 

 

La Carta abierta a mis amigos sacerdotes (y algún que otro Monseñor…) que publiqué hace escasos días en adoracionyliberacion.com y en el Blog de adoracionyliberacion en Infovaticana; ha tenido, para bien o para mal, cientos de reacciones (y no exagero). De hecho casi a duras penas puedo, aunque lo intento, responder a todas (comentarios en los blogs, whatsapps, correos electrónicos, manifestaciones en las redes sociales de Adoración y Liberación o mía personal, etc…). Esto evidentemente no es por mérito mío; que ni lo tengo ni lo deseo; sino por la candente actualidad de la terrible situación que vivimos, y que algunos nos empeñamos en seguir denunciando.

Más o menos se repite la tendencia: unos cuantos sacerdotes dándome su apoyo y ánimos (aunque bastantes más que en otras ocasiones); un mayor número guardando sepulcral silencio (como siempre) ; y luego las habituales (pero más numerosas y furibundas, al parecer, por la repercusión de la carta) reprimendas, amonestaciones y amenazas (como siempre, sin debate doctrinal alguno ni argumento más allá de que no coopero a la unidad, que hay que estar con el Papa haga lo que haga, etc…)

Esto por lo que al clero se refiere. No obstante me esperanza la clara y valiente reacción de algunos consagrados (más de uno de relevante «importancia»), quienes, aunque no vean ustedes ahora con nombre y apellidos; sí que se han puesto en contacto conmigo identificándose con todos su datos y dando la cara. Identidad, que por supuesto, yo siempre guardaré en secreto, mientras ellos no la descubran. Faltaría más. El límite de exposición lo pone cada uno y es algo personal. Aunque a mi me gustara que todos salieran a la luz.

Pero digo que me esperanza porque aunque sea muy poco a poco hasta la «clerecía», como bien decía Paco Pepe, va abriendo los ojos a la desastrosa situación actual, porque ya quien no lo ve es porque no quiere (recuerdo que el Vaticano después de publicar mi carta acaba de condecorar por sus impagables servicios a la Iglesia a una de las reinas del abortismo europeo; y si antes de esto, ninguno de los consagrados pudo unir a sus amenazas argumento alguno para discutirme, después de esto, debieran sentir una enorme vergüenza los que quieren seguir vendiendo que los católicos debemos callar ante todo).

Si esperanzas me dan estos tímidos pasos de algunos clérigos, más esperanzas me da el saber que Cristo nunca va a abandonar a su Iglesia. Y que quizá, con la Gracia de Dios, el esfuerzo valiente de tanto laico atribulado, y la fuerza que nos da el espíritu Santo para seguir desde la Iglesia Católica amándola y trabajando por ella; la purificación no esté tan lejos. Y digo esto porque especial alegría me ha dado la reacción de muchos (pero muchos) seminaristas de España (más que sus mayores) que se han puesto en contacto conmigo para manifestarme su apoyo y total adhesión. Evidentemente dicen no poder salir a la palestra hasta ser ordenados (lo cual yo no sólo entiendo, sino que agradezco, y así se lo aconsejo, ya que, necesitamos estos pastores, que sólo falta que ellos no lleguen, y dejemos a Nuestra Santa Madre Iglesia en manos de la «Mafia de San Galo» o de los «Padres Ángel» o «Monseñores Agrelos»). Pero a mí se me han identificado con nombres, apellidos y DNI. Y con una claridad, fidelidad doctrinal al Magisterio bimilenario y a la Cátedra de Pedro, y sumisión absoluta al mandato de Cristo, que ya quisiéramos para muchos de los actuales ordenados. Esto, además, es un mérito enorme teniendo en cuenta lo que hoy se enseña en muchos seminarios, y el ambiente relativista (cuando no absolutamente light y progremodernista) del que en los otrora gloriosos Seminarios se les imbuye.

¡Que gozo he recibido leyendo a algunos de ellos! ¡Rezad por ellos, hermanos! ¡Los necesitamos!

Y por último… ¿Qué decir de los laicos? ¡Cuantos valientes, a centenas, se han puesto en contacto conmigo por todos los medios! ¡Cuanta claridad doctrinal y fidelidad al Magisterio Bimilenario, las Sagradas Escrituras, la Tradición y la sana doctrina! ¡Cuanta decepción con la jerarquía eclesial actual y oraciones y mortificaciones y trabajos para revertir la situación! ¡Cuantas barbaridades las que tienen que soportar y callar! ¡Y cuanta valentía! ¡Y digo esto porque son decenas los que me piden que ponga a la firma mi carta porque la quieren suscribir con nombres, apellidos y cargos eclesiales! ¡Muchos!

A todos ellos les he pedido, de momento, frenar esa iniciativa. Y no por nada; ya que me parece muy loable (aunque el Papa haya hecho caso omiso a los Cardenales de la Dubia y a la Correctio Filialis de miles de consagrados y seglares).  Sino porque no quiero que en nada de esto parezca que mi intención es la de acaparar ningún tipo de protagonismo; y por tanto, no se trata tanto de suscribir la carta de Vicente Montesinos, como de seguir suscribiendo, defendiendo, testimoniando y dando día a día la cara por la reversión de esta terrible situación de confusión, división y caos moral a la que el pontificado de Francisco y sus jerarquías adláteres nos ha llevado. No obstante les doy infinitas gracias. ¡Muchas! Y no descarto que, si las cosas no cambian, debamos tomar más iniciativas. A lo mejor, quien sabe, junto a nuestra oración, sacrificios, denuncia, testimonios escritos y difusiones personales, se acerca el momento de tener que hacer algo más.

En definitiva este es un poco a groso modo el balance de las reacciones a la Carta. Para esta primera entrada es suficiente.

Me reservo por no cansarles, para la segunda, algunas respuesta laicas que me han dejado especialmente confirmado en esta lucha.

Y para la tercera, la carta de un seminarista de España; como representación de muchos otros que se han puesto en contacto conmigo, que les aseguro hará caer la cara de vergüenza a más de un miembro de la «clerecía». ¿O cómo se decía?

Y porque hasta el cielo no paramos… ¡Que Dios les bendiga!

(… continuará)

 

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Si quieres contactar conmigo puedes hacerlo en [email protected]

 

Comentarios
24 comentarios en “Reacciones a la «Carta abierta a mis amigos sacerdotes»… (1 de 3)
  1. SALE DIOS,COMO UN GUERRERO,
    DE LA IGLESIA,QUE ES SU TIENDA.
    BUSCANDO AL GUIEN QUE AÚN ATIENDA
    EN ESTE SIGLO TAN FIERO.
    QUE,SI A MOISES DIO LAS LEYES
    QUE DEBE GUARDAR EL HOMBRE,
    HOY SE PROFANA SU NOMBRE
    SIGUIENDO A PROFANOS REYES.
    Y,EL SER HUMANO,SU HECHURA,
    SE ROMPE Y SE DESPEDAZA,
    CREYENDO QUE ERA MORDAZA
    Y LEY «TIRANICA Y DURA»…
    PUES,QUE NO CAEN EN LA CUENTA
    QUE ES DIOS NUESTRO FABRICANTE;
    Y VA POR TANTO,DELANTE,
    POR EVITARNOS AFRENTA.
    SU LEY SON LAS INTRUCCIONES
    DE NUESTRO BUEN FUNCIONAR.
    NO ACATARLA ES RENEGAR
    DE VIVIR EN CONDICIONES…
    Y NO HACER LO QUE ÉL PRESCRIBE,
    ES ROMPERNOS EN PEDAZOS;
    CAYENDO EN TODOS LOS LAZOS,
    Y ACABAR EN UN MALVIVE…
    QUE,EL DIOS DE TODAS LAS COSAS,
    SEBAOTH,TRES VECES SANTO,
    NOS BRINDA,BAJO SU MANTO,
    UNAS VIVENCIAS DICHOSAS…

  2. Esa condecoración es todo un símbolo de la condecoración por el 303 de la Amoris a la conciencia deformada, aprobatoria de cualquier aberración cuando el hombre se aleja de Dios y se cree dios, como Hitler y Stalin. La nueva iglesia de la misericorditis se nos presenta como no dogmática cuando no puede serlo más. Ante el nuevo paradigma de la Amoris, el nuevo dogma de los dogmas, todos los anteriores palidecen y se enanizan. Elevar la conciencia deformada a rango de norma aprobatoria de cualquier aberración es un insulto a Dios creador del hombre y de su santa Iglesia, sacramento de salvación. La misericorditis es un cuerpo extraño, una nueva forma de modernismo, incrustado en el seno de la Iglesia Católica muy dentro y muy arriba, que hay que detectar y expulsar cuanto antes, con toda caridad pero con firmeza. Ahora bien ¿ cómo expulsarlo cuando hasta el Parolín, e incluso más arriba,están contaminados totalmente por ese cuerpo extraño ?

    1. Sin dejar de rezar, de trabajar, de avanzar y de dar testimonio… Como tú… Adelante… Esto no tiene marcha atrás…

  3. Hacen bien en conservar el anonimato. Jesucristo nos dice que tenemos que ser cautelosos como las palomas.De todas formas, y ahora me desmarco, la Profecía de los Papas, si es verdadera, pronto se va a demostrar porque Benedicto XVI es el Gloria olivae y todavía no ha hecho nada para merecerlo a sus 90 años. Qué pasará? Dios lo sabe.

  4. Cuando oigo eso de que hay que guardar silencio me acuerdo de las palabras de Santa Catalina de Siena: «¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!»
    Tal parece dicho para hoy en día.
    Es muy reconfortante lo de los seminaristas. ¡Ánimo!

  5. Lo siento señor Montesinos, pero no puedo estar de acuerdo con usted. Que prelados importantes le digan en privado que defienden la Doctrina, y el depósito de la Fe que han jurado preservar, es como si un militar que se negase a combatir dijese en privado que si esta dispuesto. Palabras, pero ¿donde estas los hechos con la que esta cayendo? ¿que mas ha de ocurrir para que esos importantes prelados que son conscientes de la situación se decidan a atcuar seriamente como corresponde?
    Desengañese, SR Montesinos, yo se que usted es sincero, pero desde que salieron los Dubia, cualquier no ya obispo, sino sacerdotes que no se adhiera públicamente a los mismos y que públicamente manifieste su oposición y su denuncia a la las falsedades de Bergoglio esta perdiendo el tiempo, un tiempo que Dios les ha dado precisamente para no perderlo. ¿De que sirve que esos prelados sean conscientes de la corrupción de Bergoglio y sus mamporreros, si no hacen nada efectivo por evitarla, mas allá de rezar?

  6. Se habrá quedado calvo Rocco Butiglione de tanto pensar para exprimir esta conclusion:bergoglio es tan discutido por ser latinoamericano(sic).
    Vamos…,que si en lugar de tener a ese personaje donde le tenemos,tuvieramos al «latinoamericano » Livieres,estariamos igualito de cabreados…
    Y ese tal Roque es filosofo???
    El chucho de san Roque asuntaba más que él…

    1. Mira que si en vez de tenerle a él, tuvieramos a un europeo como Kasper; estaríamos super contentos…

      O mejor… Monseñor Agrelo… Vamos, para derretirse placer…

    1. ¡Por todos nosotros, Carlos! ¡Y por la Iglesia de Cristo! ¡En la misma barca! ¡Son brotes verdes! La misericorditis no tiene vocaciones… Cristo sí… ¡Adelante!

  7. Grande esperanza lo que cuentas sobre los seminaristas.Ellos son el futuro,y tienen que resistir,a como de lugar.Que se encadenen a los mastiles de La Barca de Pedro,que no son otros que las enseñanzas bimilenaris de la Iglesia,para resistir,cual Ulises y sus compañeros,a los cantos de sirenas engañosas y embusteras.Que recen mucho,que se mortifiquen,que beban las aguas de sierra que son los Padres,desconfiando de todas aquellas «doctrinas complicadas» que hoy se les propone,como bien aconseja San Pablo.La Iglesia nacio entera y de una vez del Costado abiero de Cristo,y no de un dudosisimo Concilio veinre siglos después,ni mucho menos de la pachanga impresentable que constituye el matrimonio centroeuropeo-«latinoamericano».
    Tomen como modelos a esos gigantescos curas que fueron el de Ars,don Bosco,san Josemaria,san Pio,y tantos y tantos mas.
    QUE,AL FINAL DE LA JORNADA
    SI DE VERAS FUERON CURAS,
    TENDRÁN LA VIDA…i GANADA !

  8. «Y digo esto porque especial alegría me ha dado la reacción de muchos (pero muchos) seminaristas de España (más que sus mayores) que se han puesto en contacto conmigo para manifestarme su apoyo y total adhesión.»
    La misericorditis carece de vocaciones. Es un invento demoníaco de los que no las tienen para morir matando a quienes sí las tienen porque Jesucristo bendice la fidelidad-felicidad con vocaciones. ¡ Rogad al Señor de la mies envíe operarios a su mies ! La misericorditis no puede pedir vocaciones porque sabe que es un fraude, el mayor de la historia de la Iglesia. Los católicos sí porque confiamos en Quien la fundó y prometió su asistencia hasta el fin de los tiempos. Yo les quiero pedir a los amigos del silencio, que coinciden con los de la película Silencio, exaltadora de la apostasía, que salgan del armario a tiempo. En el infierno no hay armarios.

    1. Uno de los más brillantes comentarios que te le leído, Echenique. ¡Y mira que tienes! ¿Me lo dejarás para un post? ¡Grande!

  9. Vicente Montesinos: Que el Espíritu Santo te siga iluminando y que nos colme de fortaleza a todos para seguir defendiendo a la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo. Dios no nos faltará nunca y la Santísima Virgen María nos cubrirá con su manto en la defensa de la Iglesia de su divino Hijo.
    ¡Hasta el cielo no paramos!

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