Vicente Montesinos
La verdad es que, a veces dan ganas de decir, alto y claro; sí, cualquier tiempo pasado fue mejor.
Porque a estas alturas, y con los correspondientes calificativos de involucionista, reaccionario, retrógrado, fundamentalista, y todo lo que vendrá a continuación; es claro y palpable que hoy por hoy, ya casi no nos podemos fiar de nada; y que cualquier cosa en nuestro ámbito eclesial de las que antes, podíamos hacer uso, sin peligro alguno, y pisando terreno seguro; hoy hay que tener mil ojos abiertos, para que, como dice el refrán, no nos la den con queso.
Ojeaba hoy al alba, ante Su Divina Majestad, uno de esos libros del Evangelio del día; donde junto al texto del Evangelio de hoy, aparecen unas palabras del Papa Francisco; y también una pequeña oración relacionada, se supone, con el texto de hoy.
Sobre las palabras del Papa Francisco, tampoco es, sinceramente, que tuviera grandes expectativas; pero en relación a la Oración; que además no se refería al texto del Evangelio, sino al inicio del octavario para la unidad de los cristianos; he podido leer, con mi dosis de sorpresa, estupefacción y mortificación diaria que gracias a Dios, aún mantengo; que esta semana debe de servir para que todos los cristianos nos juntemos, dadas las pequeñas diferencias que nos separan.
Unas pequeñas diferencias, sí: entre otras leves tonterías:
– La Eucaristía como santo sacrificio de redención y la presencia real de Jesucristo en el pan consagrado; con la debida adoración al santísimo Sacramento del altar.
– La santísima y debida veneración a la siempre Inmaculada, santísima y Purísima madre de Dios, la virgen María.
Y de todas las demás cosas importantes que nos separan, ni hablo; porque teniendo al Corpus Christi y a la santísima virgen María como pequeñas diferencias; para qué seguir.
Ojo con todo lo que escuchamos, vemos y leemos. En esta época, más que nunca, a prepararse, a formarse, y a ser críticos con todo lo que hay a nuestro alrededor; para que no nos la den con queso.
Y puesto que hasta el cielo no paramos, que Dios os bendiga.
EL REBUZNO ECUMENISTA QUIERE UNIR,
DILUYENDO EN PROTOPLASMA PANTEÍSTA.
Y EL FUROR DE ESA VORÁGINE UNIONISTA
LO QUE LOGRA ES SOLAMENTE DESTRUIR.
LO CRISTIANO SE DILUYE EN EL BUENISMO,
Y SE MEZCLA CON EL SANTO DE ISRAEL.
TODO,JUNTO,CON LOS HIJOS DE ISMAEL.
TODO JUNTO,CON EL VARIO ORIENTALISMO.
Y EL MISMÍSIMO DEMONIO,CON SU INTENTO,
TRATARÁN DE QUE SE AVENGA CON DIOS MISMO.
Y LA NADA CON EL SER,EN SU OPTIMISMO,
SOÑARÁN PODER AUNAR CON GRAN CONTENTO…
LO ECUMÉNICO TAN SÓLO ES DILUCIÓN
QUE DILUYE TODA ESENCIA PREFORMADA.
UN INTENTO DE SUMIRNOS EN LA NADA.
UNA HORRIBLE Y TRUCULENTA PERDICIÓN…
¡Grandioso!
Cuando hablan ustedes de ecumenismo me recuerdan el chiste ese de Chiquito de la Calzada en el que un coche que circula en dirección contraria por la autovía oye en la radio «¡¡Atención!! En la A6 hay un coche circulando en sentido contrario. Y el dice «¡¡¡Uno no. Todos!!!»
Pero gasten cuidado que como hasta el cielo no van a parar lo mismo se pasan de frenada, o se equivocan de carril.
No puedoor, no puedooor
Hasta luego Lucas
¿Ya, Hugo?
¡Ale, a descansar!
¡Buenas noches nos de Dios, a usted también!
Frase lapidaria de Roberto de Mattei en su artículo » Il minimalismo, malattía del cattolicésimo contemporáneo «, en Corrispondenza Romana:» La vera causa della crisi attuale non sta tanto nella arroganza di chi ha perso la fede, ma nella debolezza di chi, conservandola, preferisce tacere, piuttosto che difenderla pubblicamente. »
Esta frase y todo el artículo se los puedes enviar a tus amigos sacerdotes, para que no callen. cada vez estoy más convencido de que el silencio, hoy, no puede ser sino culpable.
Culpa; e intento de tapar el sol con un dedo… Gracias Echenique!!!!!!
¿ Qué haría Cristo en mi lugar ? Esta pregunta que Francisco les pide a los jóvenes, no estaría de más que se la planteara el mismo papa : Derogar de inmediato la Amoris Laetitia, que introduce el divorcio por la puerta de atrás y, en el 303, legitima la conciencia deformada hasta el punto de apreciar que pecar es la respuesta generosa que Dios pide por ahora. Aberrante. Derogaría igualmente esa insustancial misericorditis que se lleva las almas al infierno al engañar a los fieles diciéndoles que no hace falta conversión y que el infierno es una estupidez.
El término, queridísimo hermano Echenique, es ese: aberrante… Y directamente conductor de almas al averno…
Si en Lógica rige el principio del tercero excluido,decía Gustave Thibon que en cuestiones de amor rige el del tercero incluido:Todas esas cosas comunes que hacen que se dé una verdadera unión,y no un gélido guardar las maneras…
Cualquier tipo de amor auténtico ejerce así,de pegamento que une.
Por lo tanto,cuando no se dan esos terceros incluidos,como mucho podrá haber respeto,compostura,colaboración en empresas comunes,…,pero nada más.
El espantajo de ecumenismo practicado en al menos el último medio siglo,es una manifestación más de NOMINALISMO engañoso.Se juega con que todos creemos en Jesucristo,lo cual es una gran mentira.Pues Jesucristo no es un Nombre vacío,sino una Realidad Plena,infinitamente inagotable,sí,pero que las Escrituras,la Interpretación válida y magisterial de las mismas,y la pléyade de santos que mejor le han tratado y conocido,han llenado de un CONTENIDO del que los distintos «hermanos» separados adolecen.No puede unir tener en común un flatus vocis,sobre todo cuanto tl Vocablo ha devenido en término tantas veces equívoco,y en el mejor de los casos,semianálogo.
Cristo es la Segunda Persona de la Trinidad Santísima hecho Hombre.No un semantismo huero…
Esto:
Se juega con que todos creemos en Jesucristo,lo cual es una gran mentira.Pues Jesucristo no es un Nombre vacío,sino una Realidad Plena,infinitamente inagotable,sí,pero que las Escrituras,la Interpretación válida y magisterial de las mismas,y la pléyade de santos que mejor le han tratado y conocido,han llenado de un CONTENIDO del que los distintos “hermanos” separados adolecen
Es excelente Carlos…
Y lo quisieran poder explicar así los Hugos y las Margaritas…
Excelente, Vicente, excelente.
Gracias Carlos. Tú que tienes esa finura espiritual, que da gusto….