Vicente Montesinos
Cuando ya se ha producido la votación en Argentina; a falta de la media sanción del Senado; y ya no puede influir en el sentido del voto; el Papa sale, tarde y mal, a «quedar bien» con el católico de siempre; para que no se diga…
Después del vergonzoso silencio de semanas; Francisco llega ahora y dice, con el éxito de los planes mundialistas encima de la mesa, aún calentito, que «el siglo pasado todo el mundo estaba escandalizado por lo que hacían los nazis para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo pero con guantes blancos«. Eso es lo que ha tenido que decir, y en el momento que lo ha tenido que decir, el Papa de la Iglesia Católica. Por cierto, que no se donde ve Bergoglio los guantes blancos… Un guante blanco se lleva un maletín de dinero… Cuando se asesina niños, los guantes siempre son rojos… Muy rojos…
No le han quedado a la zaga los cobardes obispos argentinos, callados y escondidos, hasta que la votación había terminado, salvo honrosas excepciones, como la de Monseñor Aguer; mártir de la misericorditis.
Y tras ella, sacan un comunicado (no antes, no se fuera a enfadar el «mundo», o Argentina se jugara los créditos de la diabólica comunidad internacional), en el que además se lucen con frases como: «nos duele esta decisión«. Que dolor. Ya lo hemos visto durante la campaña, ya…
No reproduzco el comunicado de la C.E.A. Me hastía. Me quedo con que ahora a los prelados argentinos les duele (no sabemos qué); y con la frase que pone el corolario a su infamia: «Que María de Luján, que conoció la incertidumbre de un embarazo inesperado, interceda por el pueblo argentino«.
¿Eso es lo que se les ocurre decir, a nuestros ojos y oídos de por si ya atribulados?
¿Un embarazo inesperado?
María era la consagrada del Señor desde el comienzo de la creación. ¿Es el modo de hablar de algo tan recónditamente santo y eminentemente sagrado como la Encarnación del Hijo del Padre eterno en su vientre por obra del Espíritu Santo?
¿Se puede sospechar que la Madre de Dios haya padecido «incertidumbre» mientras gestaba al Verbo hecho carne, ella que declaró al Arcángel: «He aquí la Servidora del Señor; hágase en mi según tu palabra?
¿Ella que cantó en su Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava; desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones»?
Son lamentables. Discúlpenme que se lo diga. O no me disculpen. Sinceramente me da absolutamente igual.
En el nombre de Cristo, se despide este pecador, que confía incesantemente, eso sí, en la Misericordia de Dios para con él. ¡Santos o nada! Y porque hasta el cielo no paramos, ¡que Dios les bendiga, y la Santísima Virgen de Fátima nos auxilie!
—————————————————————
Puedes ver más contenidos en http://infovaticana.com/blogs/adoracion-y-liberacion
Si quieres contactar conmigo puedes hacerlo en [email protected].
Si quieres recibir en tu teléfono cada día los artículos de Adoración y Liberación; reflexiones, mensajes católicos y meditaciones para la lucha diaria en la que nos encontramos; manda un e-mail a [email protected] indicando tu nombre, edad, si eres consagrado o seglar; país de origen y número de teléfono móvil; y serás dado/a de alta en nuestra lista “Adoración y Liberación”. En cumplimiento de la ley de protección de datos, y en aplicación del nuevo reglamento europeo, toda persona que recibe comunicaciones de Adoración y Liberación ha debido prestar su consentimiento inequívoco previo; y en cualquier momento cualquier persona podrá darse de baja y solicitar la modificación y/o cancelación de sus datos de carácter personal.
Estimado sobre las manifestaciones de la CEA, estoy en contra de las mismas en este caso concreto y se trata de un tema de formación Teológica. Creo que se ha tratado de una imprudente e imprecisa declaración pero me permito con todo respeto manifestar que no concuerdo con esas palabras «embarazo inesperado» ya que no coinciden con la realidad. Nuestra Señora no andaba por ahí y de pronto se encontró que estaba embarazada, eso es un disparate contra la Fe y pido perdón a la Virgen por ello. No advierten la delicadeza especial con la cual Teotokos Kejaritomene fue traída a la tierra, esa delicadeza del Padre para con la Madre de su Hijo y para con su propio hijo. Ese embarazo no fue inesperado, era esperado por el Pueblo de Dios por siglos. El Arcángel (y cuando interviene uno de ellos la cosa es muy seria) le pregunta a María y cuando da el sí, cuando acepta, se produce el hecho histórico «hágase en mi según tu palabra». La Iglesia no ha estado a la altura de su deber. Eso también es un acontecimiento histórico.
Y grave… Así es, Claudio….
No se olvide, querido Vicente, que la mitra episcopal ha llegado a ser en nuestros días el apaga velas de la inteligencia.
¡Qué dolor!
Ya sabemos en primer lugar que las Conferencias Episcopales no son un órgano previsto por Cristo, sino inventado por el Concilio, y lo único que ganan es diluir las buenas decisiones en la mediocridad y la cobardía general; una chatura inmanente y políticamente correcta deprimente. Y sobre la Jerarquía argentina, salvo excepciones, como Aguer y algunos otros, es un un calco de Bergoglio: lamebotas del Poder mundano, siempre temerosos de ofender al Sistema. Que Dios se apiade de este pobre país, pero que también haga Justicia!
Excelente, Juan!!!!!!!
Esto es lo que pasa cuando quiere uno quedar bien con el «mundo»: ser suave, no llamar las cosas por su nombre, apelar a sentimentalismos («duele») dejar velada la verdad, no proclamar en voz bien alta, temer al «césar»…..
Coincide esta ley argentina con el préstamo concedido por el FMI…¿tendrá algo que ver? Y la «pastoral Parolin» ¿tendrá alguna influencia en este asunto, en este silencio? ¿Dónde está ahora Marcelo Sánchez Sorondo, otro argentino al que le gusta hablar cuando no debe y callar cuando debe hablar?
Rafael, buenas preguntas, que todos nos hacemos!
Nada de inesperado. Fue anunciado solemnemente por el mismísimo Arcángel Gabriel. Pero de dónde ha salido esta gente? Les regalaron el título de obispo en una tómbola?
Tiene toda la pinta!
De todas formas, la Jerarquía argentina no ha sido más cobarde que la Jerarquía de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, que casi nunca ha sido lo suficientemente rotunda con los abortistas. No digamos ya los laicos Provida, que siempre atacan el aborto por la puerta de atrás, con aquello de pobrecitas las que abortan, que van a sufrir mucho psicológicamente hablando.
Todo es un mar de lágrimas…
Que el Señor les perdone, no puedo decir otra cosa. Lo del embarazo inesperado, mejor ni comentar.
Es anatema