Álex Holgado
Hay católicos que todavía no se han enterado de la batalla que se está librando. Piensan que la ideología de género es algo espontáneo de unos pobrecillos que se sienten marginados, incomprendidos, y que son blanco de inmisericordes burlas.
No se quieren enterar. Y la ignorancia vencible no es atenuante, ojo.
Aquí lo que hay es un plan para destruir la familia orquestado y financiado por poderosas organizaciones internacionales. A costa del sufrimiento de muchas personas, están invirtiendo en infertilidad y cultura de la muerte para seguir ellos viviendo sin ver cuestionado su sistema acaparador y abusivo.
No se trata de apertura ni de modernidad, sino de sometimiento, físico y moral. Y es una estructura gigantesca de pecado.
La lucha es desigual, aunque sólo sea en apariencia, pues David contaba también con la fuerza de Dios y los ánimos de los soldados hebreos.
La victoria es nuestra, la de la Verdad. Eso es seguro. Pero al menos, hermanos despistados, no apoyen a Goliath con el silencio y la censura.
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¿Nuestra? Jajajajajajaja no se hagan ilusiones. En realidad la victoria es SUYA, de Jesucristo, quien hará efectivo e incontestable su triunfo, cuando quiera que para eso es Dios y dispone los tiempos de los sucesos. Nuestra es solo la lucha, pero la victoria no nos pertenece; quizá si luchamos bien, El Señor nos la conceda en esta batalla, como primicia de SU victoria final en la Gran Guerra, pero lo mas probable, viendo cómo van las cosas es que nos vayan a sacudir bofetadas hasta en el carné de identidad. Claro que eso generaría mártires que cuentan en orden a SU victoria, cuando EL disponga.