Rafael Ortín
He leído que el Cardenal Marx proyecta darle la Sagrada Comunión a los protestantes que expresen su deseo de recibirla. A bote pronto no voy a entrar en consideraciones teológicas, sino de lógica elemental.
Si el cardenal Marx actúa siguiendo los «deseos» de los que ni siquiera son sus fieles…¿no está actuando fuera del marco evangélico? Porque Jesucristo no se movía por los deseos de sus discípulos ni del populacho, sino por la Fe con que acudían a Él, judíos o paganos….
Si los protestantes desean recibir la Sagrada Comunión con el cuerpo, alma, sangre y divinidad de Jesucristo… ¿es que creen en la Presencia Real? Si es así, pues coherentemente tendrían que dejar su protestantismo, profesar íntegro el Credo y adherir a todas las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana. ¡Ah! y acudir a la Confesión, paso imprescindible según tengo entendido….
Y así el cardenal también sería coherente con la Fe que profesamos los católicos.
¿O no lo tiene claro?
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A estos Cardenales hay que enviarlos, en cuanto se pueda, de ejercicios espirituales perpetuos, con inhabilitación para administrar los Sacramentos, dos horas al patio para tomar el sol y de vuelta a la celda.
Eso hicieron, por muchísimo menos, con Marcial Maciel.
No puedo dejar de sonreir imaginando esa escena… Dios me perdone… 😉
No nos engañemos. El ecumenismo que propicia la misericorditis es de dirección única: hacia el protestantismo, sin viaje de retorno. Que se vayan y nos dejen en paz a los católicos. El catolicismo alemán, por llamarle de algún modo, tiene mucho de protestante y muy poco, cada vez menos, de católico.
Vicente, ! q ue Cruz nos ha tocado vivir!