Carta abierta a mis amigos sacerdotes (y a algún que otro monseñor)

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Vicente Montesinos

 

 

 

 

Mis muy queridos y reverendos amigos.

Mis respetados y obedecidos monseñores.

Durante los últimos tiempos me he visto compelido a tratar en mi portal, (adoracionyliberaciom.com), y posteriormente también en mi blog en Infovaticana (https://infovaticana.com/blogs/adoracion-y-liberacion) sobre dolorosos y espinosos temas, que, como ya les he repetido en numerosas ocasiones, a modo de lo que pareciera una justificación que ya me he cansado de dar, siempre escribo en conciencia, y ante el Santísimo Sacramento; y convencido del deber de hacerlo, humildemente, pero con la paz y seguridad de estar trabajando por el Reino de Cristo, la Santa Madre Iglesia y la Verdad.

No hace falta que me alargue mucho en todos esos temas en esta ocasión. Ya saben que he alzado la voz, siempre con respeto y amor filial, sobre muchas cosas: las confusiones creadas por Francisco a bordo de los aviones (no cabrían en este artículo, pero valga como ejemplo el tratamiento de conejas a las madres católicas fieles que abiertas a la vida han recibido amorosamente de Dios los hijos que éste les ha mandado); el tremendo error y herejía que está suponiendo el falso ecumenismo, con ensalzamiento del mayor hereje de la historia como fue Lutero como «testigo fiel del Evangelio«; la confusión creada por el Vaticano con los nuevos valores en alza como el ecologismo radical, el tratamiento confuso del tema de la natalidad, etc…; el progremodernismo que ha copado todas y cada una de las instituciones que dependen de Roma; el relativismo en el tratamiento de la mayoría de los asuntos de moral personal, familiar y social; el encumbramiento a los puestos de responsabilidad en la Iglesia de personajes de toda calaña y afiliación a los lobbys pro LGTB, abortista, populista, marxista, etc…; la persecución y ostracismo de los pocos seglares, sacerdotes, obispos y cardenales que se han atrevido a alzar la voz contra la flagrante persecución de los que vienen en llamar «católicos tradicionales, carcas o fanáticos», y que yo llamo simplemente católicos; es decir, fieles de conciencia recta y amantes de nuestra sana doctrina y tradición; el acoso y derribo a la institución familiar y a su sagrada unión a la vida sacramental, que con globos sonda se fue preparando hasta la promulgación del gravísimo error que es Amoris Laetitia y en especial del capítulo en cuestión que aborda los temas más delicados, y de ese 303, que es lo más grave que se ha escrito oficialmente en la Iglesia desde hace muchos siglos; el apoyo como magisterio pontifical a esa terrible declaración argentina; el inicio ya, consolidado el tema del matrimonio y la comunión de los llamados «divorciados y vueltos a casar» de la nueva campaña en favor del uso de los anticonceptivos, lanzada ya desde la Academia Pontificia de la Vida, etc, etc, etc, etc… (no acabaría, y no quiero que dejen de leer este artículo hasta el final, por lo que corto esta terrible lista)

Mis Estimados Padres y Excelencias Reverendísimas: saben también muchos de ustedes que, queriendo ser siempre transparente y sin doblez, todo lo he publicado con mi nombre; todo se lo he remitido además en innumerables ocasiones a todos los que tengo el gusto de conocer  de forma personal; y siempre manifestando mi sumisión a la Verdad de Cristo, a las Sagradas Escrituras, al Magisterio Bimilenario y a la Sagrada Doctrina. También saben que siempre invitándoles a que me saquen del error doctrinal en el que haya podido caer en todas y cada una de las ocasiones.

Jamás; y digo jamás, han podido ninguno de ustedes corregirme una coma de lo manifestado.

Sí que han podido unos pocos, manifestarme su apoyo, de forma discreta.

Y una gran mayoría callar, y no responderme ni con un «hola», «gracias», «saludos», o «mi bendición», no sé… Algo.

Aparte de esta gran mayoría, no han faltado tampoco quienes entre ustedes me han recriminado, me han amonestado, me han retirado su afabilidad, e incluso me han amenazado e impelido a retirar diversos y variados artículos.

Pero eso sí: sin nunca dar razones de su fe, doctrina y enseñanza ni indicarme ni un sólo aspecto en que me haya equivocado.

Yo soy únicamente un  «umile lavoratore nella vigna del Signore«; y ustedes grandes teólogos, biblistas, doctores,  etc… (sus títulos tampoco caben en este artículo). Luego doy por seguro y sentado que ustedes saben mucho más que yo. Por lo que si no me han corregido; puede ser por dos cosas: o porque ignoran absolutamente lo que transmito, y ni se molestan en rebatirlo; a pesar de que les puedo asegurar que, de una manera o de otra, recoge la inquietud de miles y miles de almas católicas sanas y devotas que están atribuladas por la deriva actual de la Iglesia (esto sería malo); o por que saben que tengo razón, y quieren seguir viviendo en la cruel mentira que está llevando a gran parte de la Iglesia a mirar hacia otro lado, con el consiguiente peligro por sus almas, y todas las que a ustedes hemos sido encomendadas (esto sería aún peor)

Es por ello que he decidido que ya no voy a remitir ningún artículo a nivel personal a ninguno de los reverendos padres y monseñores a los que se los he venido remitiendo; ya que si han optado por preferir su paz personal a la dolorosa verdad que vive Nuestra Santa Madre Iglesia (y digo, en ese caso, que no lo sé…), no voy a ser yo quién les «presione» más con mis escritos para cambiar de parecer; y en otro caso, si a alguno de ustedes les interesa seguir leyéndome, ya saben donde escribo y pueden encontrarme (de hecho me consta que muchos de ustedes lo hacen, y sin manifestarme a mí nada, se re-envían unos a otros los artículos para «avisarse» del peligro que supone este católico, pecador, pero amante profundo de Cristo y de su única Iglesia; al que antes trataban con cariño, y ahora con frialdad, cuando no desprecio)

Así pues, esta va a ser la útima comunicación que reciban a nivel personal y en privado todos y cada uno de los consagrados a los que tengo acceso (que son, gracias a Dios y a ustedes mismos, muchos); y descansen, que por mi parte, no recibirán perturbación alguna más.

 

Así pues, esta va a ser la útima comunicación que reciban a nivel personal y en privado todos y cada uno de los consagrados a los que tengo acceso (que son, gracias a Dios y a ustedes mismos, muchos); y descansen, que por mi parte, no recibirán perturbación alguna más.

 

Ya saben donde estoy, y que sigo a su servicio y al de la Santa Madre Iglesia; como he hecho desde que tengo uso de razón, y como espero hacer hasta el día que me muera.

Y aprovechando el canal de difusión que suponen estos medios digitales que Dios nos ha concedido para contribuir a evangelizar (no a hacer proselitismo, como dice nuestro Papa; sino a predicar el Evangelio y convertir a todos los pueblos y naciones, que es al fin y al cabo el mandato divino) hago extensiva esta carta a todos los sacerdotes que no conozco, y a todos los fieles laicos; ya que miles, de unos y otros, sé que me siguen, por la gracia de Dios; y muchos (más de los que piensan) de unos y otros, se dirigen a mí mostrando, a Dios gracias, su fidelidad a la sana doctrina y su regocijo porque, algunos pocos, no temamos ser su voz y arriesgar honor, vida y hacienda, en esta causa; ya tan urgente, de salvar, sea como fuere, almas; dados los tiempos que nos ha tocado vivir.

Ahora, antes de despedirme de ustedes, quiero hacerles unas pequeñas matizaciones finales, en relación a los graves temas que nos acechan; y muy especialmente a Amoris Laetitia, ya que, como todo lo demás, ustedes manifiestan que no existe (aunque esté poco a poco socavando nuestros cimientos y destruyendo nuestra Iglesia), me limitaré a lo que está escrito, publicado, autentificado y pontificado, para que no se coja ninguno de ustedes al infantil argumento de que todo esto son imaginaciones.

Verán:

No puedo compartir de ninguna de las maneras la forma de tratar que tienen muchos de ustedes la grave confusión que sufre la Iglesia motivada por el Pontificado de Francisco, a la que, y con caridad, amor y desde dentro de la Iglesia, algunos laicos nos sentimos obligados a contribuir a aclarar.

Con dolor, y humildemente, muchos de nosotros vemos que en la Iglesia las cosas se están enfocando mal; y están sirviendo (se lo digo con conocimiento de causa) para apartar muchas almas; sin atraer a otras, lo que pareciera ser el objetivo de estas «aperturas doctrinales», que están actuando en clara contradicción con el Magisterio bimilenario, la Tradición, las Sagradas Escrituras y la Sana Doctrina.

 

Con dolor, y humildemente, muchos de nosotros vemos que en la Iglesia las cosas se están enfocando mal; y están sirviendo (se lo digo con conocimiento de causa) para apartar muchas almas; sin atraer a otras, lo que pareciera ser el objetivo de estas «aperturas doctrinales», que están actuando en clara contradicción con el Magisterio bimilenario, la Tradición, las Sagradas Escrituras y la Sana Doctrina.

 

Padres; tras la publicación de Amoris Laetitia, han sido muchos los obispos, así como las Conferencias Episcopales, que han publicado directrices “pastorales” que conciernen a los llamados “divorciados que se han vuelto a casar”.

Saben ustedes mejor que yo que para los católicos no hay tal divorcio; porque el vínculo sacramental válido de un matrimonio ratificado y consumado es indisoluble; y que para un católico hay un solo matrimonio válido cuando el cónyuge sigue vivo. Por ello hablar de  “divorciado y vuelto a casar” es un engaño en toda regla. De ahí, y puesto que se utiliza esta falaz expresión con tal alegría y profusión, que nos veamos obligados a entrecomillarla e iniciarla por la palabra «llamados».

Dichas directrices a las que hacía mención, prevén, en última instancia, la admisión de “los divorciados que se han vuelto a casar” a la Sagrada Comunión, sin la exigencia de la condición indispensable y establecida de manera divina de no violar el sagrado vínculo del matrimonio a través de una relación sexual con una persona que no es el cónyuge legítimo.

Todo este largo y doloroso proceso ha alcanzado el momento más álgido cuando Francisco ha dado orden de que se publique en las Acta Apostolicae Sedis su propia carta de aprobación de las directrices de los obispos de Buenos Aires. Y no sólo eso, sino que de seguido vino la declaración por la que esta aprobación pontificia pertenecería al «Magisterio auténtico de la Iglesia».

¿Qué ustedes no saben todo esto? ¿Cómo pueden o no saberlo, o no denunciarlo? ¿Qué les dicen a las personas que acuden a sus confesionarios confusas con esta cuestión?

Estas directrices, aprobadas por el Papa, contradicen de pleno la Revelación divina que desaprueba por completo el divorcio, así como la enseñanza y la práctica sacramental del Magisterio ordinario y universal infalible de la Iglesia. Y no me lo pueden negar.

 

Estas directrices, aprobadas por el Papa, contradicen de pleno la Revelación divina que desaprueba por completo el divorcio, así como la enseñanza y la práctica sacramental del Magisterio ordinario y universal infalible de la Iglesia. Y no me lo pueden negar. 

 

Por lo tanto, este humilde servidor, y les aseguro que junto a él muchos más, y de una forma cada vez más clara; se siente en conciencia obligado a no callar y a volver de nuevo a corroborar su adhesión a la inmutable doctrina y práctica de la Santa Madre Iglesia Católica sobre la indisolubilidad del matrimonio sacramental.

Pero es que acaso, mis queridos padres, ¿la Iglesia nos pertenece? ¿Pertenece siquiera al Papa? ¿O somos, y especialmente el Papa es, guardianes, y él el primer guardián, de un depósito de fe de 2000 años que nos ha sido confiado y sobre cuyo cuidado responderemos cada uno de nosotros, según su responsabilidad, el día del juicio? ¿O es que ya tampoco se puede hablar de juicio? Que por cierto, otra de las cosas que me hubiera gustado comentar es el destierro de la enseñanza de los novísimos, y el que en esta época del ensalzamiento de la falsa misericordia (que ya muchos llaman «misericorditis») no se hable a los católicos del pecado, del juicio, del purgatorio, del cielo, del infierno y de tantos otros aspectos que han llevado a que la conciencia del mal sea cada vez más laxa y relativa, a que todo se deje en manos de la «conciencia personal», y por tanto, a empujar cada vez a más almas, por su ignorancia, y la responsabilidad de todos, hacia el abismo del averno.

La Iglesia, padres, es de Cristo Todopoderoso; y por Él hemos de luchar (y yo lo voy a seguir, desde su seno, haciendo) para reparar este daño. ¡Aún hay tiempo! ¡Únanse por favor a nuestras súplicas, nuestro humilde testimonio, nuestra sana denuncia, nuestras peticiones, oraciones y sacrificios, para que de una forma u otra nuestro Santo Padre ponga fin a esta confusión! ¿Porqué no pedirle que de una vez responda a la filial y humilde dubia presentada por los Cardenales que, van falleciendo, sin ni siquiera ser escuchados, recibidos o contestados? ¿Porque no pedirle aclare a los miles de sacerdotes y laicos que firmaron la correctio filialis tanta confusión que debe repararse para que no siga sufriendo la Esposa de Cristo? ¿Qué miedo tienen ustedes? ¿Perder? ?¿El que? Yo soy un pobre pecador y hace tiempo que dejé de temer perder nada, si podía perder mi alma. La prueba es esta carta que les remito y publico abiertamente. ¿Acaso no son ustedes mejores que yo? ¿Entonces porque no aparcan el miedo? ?¿No corrigió San Pablo a San Pedro de forma caritativa, y este lo aceptó de forma humilde?

Sí; Dios ha permitido todo esto. Él sabrá porqué. Está claro que  “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rm 5, 20), y que Dios ha permitido esta extraordinaria confusión moral y doctrinal para que, después de la crisis, la verdad brille aún más y la Iglesia sea espiritualmente más hermosa, sobre todo en los matrimonios, las familias y los papas. Pero… ¿No requiere eso de nuestro esfuerzo y de nuestro sacrificio, además de nuestra oración?

Actualmente el Magisterio papal en muchos aspectos, pero especialmente en temas de moral sexual, familiar y matrimonial, está eclipsado. Luego nuestro deber es asistir al Papa en su deber magisterial de profesar de forma pública las verdades inmutables del Magisterio universal. Y si ustedes no quieren hacerlo, muchos lo vamos a hacer. A lo mejor, quién sabe, es la hora de los laicos.

¿Es que en 5 años vamos a cambiar lo que todos los papas y todos los obispos de todos los tiempos han enseñado sobre la doctrina y la práctica sacramental del matrimonio?

“Prima sedes a nemine iudicatur” (como bien recordaba recientemente Monseñor Schneider), luego, cuando le recordamos respetuosamente al papa la verdad y disciplina inmutable de la Iglesia; no estamos juzgando la primera cátedra de la Iglesia, sino comportándonos como hijos amantes del papa. Hacia el que nuestra actitud, por cierto, no lo olviden, ha de ser filial, pero no servil. El servilismo sólo a Cristo; porque lo que no podemos es dejar de seguir profesando la fe inmutable. ¿O acaso ya no recuerdan que San Pablo ordenó que si alguien, fuera incluso uno de ellos o los propios ángeles, les presentara un Evangelio distinto, fuera anatema?

Hemos de rezar aún más por el papa; y hemos de testimoniar con valentía la verdad, sin miedo a lo que los hombres puedan pensar sobre ello. Y finalmente, sólo Dios puede intervenir y lo hará, sin duda alguna. A ver donde nos encuentra a cada uno. Yo en mi caso me someto a su sumarísimo juicio.

No caigamos en la actual papolatría ramplona. El Papa no crea la verdad, ni la fe ni la disciplina. “No está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado” (Concilio Vaticano II, Dei Verbum, n. 10).

Y por ello no debemos abandonar el estudio (todos, incluidos los laicos) del inmutable Catecismo. Y por ello debemos seguir profundizando en los grandes documentos doctrinales de la Iglesia; que deben mantenernos formados para ayudar a nuestra Iglesia a estar formada en la verdadera doctrina.

Como recientemente nos recordaban los obispos kazajos que han sido valientes dirigiéndose a al pueblo de Dios con caridad, con el posterior apoyo de otros obispos y cardenales, como Pujals, Negri, Viganó o Laun; no podemos dejar de estudiar y aplicar documentos tan relevantes y tan en continuidad con el derecho divino y el Magisterio bimilenario como los decretos del Concilio de Trento sobre los sacramentos; las encíclicas Pascendi, de Pío X; Casti Connubii, de Pío XI; Humani Generis, de Pío XII; Humanae Vitae, de Pablo VI; el Credo del Pueblo de Dios, de Pablo VI; la encíclica Veritatis Splendor, de Juan Pablo II y su exhortación apostólica Familiaris Consortio; etc… Porque, acaso… ¿estos documentos reflejan una opinión personal y momentánea de un papa o un sínodo pastoral? Evidentemente no. Su fidelidad y continuidad dejan claro que reflejan y reproducen el Magisterio infalible ordinario y universal de la Iglesia.

El Papa, conforme fija la Pastor Aeternus, en su capítulo 4, no ha de enseñar una nueva doctrina, sino que se pide a los pontífices que, «con la ayuda del Espíritu Santo, custodien religiosamente y expongan fielmente la revelación o depósito de la fe transmitida por los apóstoles

Además, y retomando al arriba mencionado Obispo Scheneider, el papa no puede ser el centro de la vida diaria de fe de los fieles católicos. El centro debe ser Cristo. De lo contrario, nos convertimos en víctimas de un “papacentrismo” insano, de una especie de “papalatría”, una actitud que es ajena a la tradición de los Apóstoles, de los Padres de la Iglesia y de la gran tradición de la Esposa de Cristo. El llamado “ultramontanismo” de los siglos XIX y XX ha alcanzado la cima en nuestros días y ha creado un “papacentrismo” y una “papalatría” insanos. Es indiscutible.

La verdadera actitud que hay que tener respecto al papa según la tradición católica es de una sana moderación, inteligente, lógica, con sentido común, con espíritu de fe y, desde luego, con una devoción sincera. Sin embargo, todas estas características tienen que estar en una síntesis equilibrada.

Creo que ya hay bastante por hoy, aunque podría seguir extendiéndome de forma casi incesante, como incesante es la doctrina de Cristo.

Ya saben quien soy, donde estoy y lo que pienso; por si en todas mis publicaciones anteriores no les había quedado meridianamente claro.

Les ruego, con todo el cariño,  por favor,  que mediten, siquiera una vez, ante el Santísimo, esta humilde aportación; y que luego hagan lo que tengan que hacer.

Yo quiero quedarme tranquilo sabiendo que por mi parte no ha quedado en exponerles lo que pienso tan relevante para el bien de las almas; esperando no lo tomen como falta de humildad, sino como caridad y celo apostólico. Y también asegurándome una vez más y para siempre de que saben cómo pienso y de, como muchos de ustedes afirman en desafortunada expresión, «que pie cojeo». Con muchos de ustedes participio o tengo que ver en tareas de Nuestra Iglesia que les conciernen; y para mí, ante todo, está la autenticidad, la sinceridad y la coherencia. Sin dobleces. Sin políticas. Sin oportunismos. Sin circunloquios. Yendo de cara. Como me enseñó Cristo, muchas veces por medio de usteeds, y siempre por medio de su Santa Madre Iglesia, por cuya defensa dejo la comodidad y la mediocridad del anonimato, el silencio y la complacencia para salir a esta «periferia».

Para mí lo más triste seria que se quedaran en la negativa de entrada a valorar siquiera lo que aquí les expongo; y en la crítica a mi persona, o el contubernio entre ustedes sobre lo que aquí escribo. Si simplemente lo disciernen, con el mismo cariño que yo lo escribo y se lo envío, me doy por más que satisfecho. A Dios gracias. 

Y, quién se  niega a condenarse mirando para otro lado; acaba esta carta manifestando una vez más su fidelidad absoluta a Jesucristo y a su Santa Madre Iglesia, una, cátolica y apostólica; a la que sirve torpemente y quiere servir hasta el final; y su cariño y devoción filial hacia sus obispos y sacerdotes.

Y porque hasta el cielo no paramos, que Dios les bendiga.

 

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Si quieres contactar conmigo puedes hacerlo en [email protected]

 

Comentarios
47 comentarios en “Carta abierta a mis amigos sacerdotes (y a algún que otro monseñor)
  1. Buenas tardes, disculpe, solo quería saber si usted Vicente Montesinos es sacerdote. Le he hecho una pregunta en el video de su canal, donde habla de la terrible intención de sacar los restos de Franco y me he referido a usted como Padre, pero otro usuario me ha corregido diciendo que usted no es sacerdote, me puede dar una idea de su trayectoria. Soy fiel seguidora de Adoración y Liberación y pienso que sus aportaciones a este mundo desolado son muy muy valiosas, me consuela que aún queden personas que sean capaces de ver la Verdad en medio de tanta gente que cree la mentira, saludos desde Monterrey, México. Gabriela.

  2. Alberto Jorge.
    Hoy durante el memento de vivos he pedido por tu cuidadora y por ti.
    Por si te sirve,en mis momentos duros me sirve de enorme balsamo saborear con el rey David:
    «No permitirá que resbale tu pie.
    No duerme tu Guardian.
    No duerme ni reposa
    El Pastor de Israel.
    El Señor te guarda a su Sombra.
    El Señor está a tu derecha.
    No te hará daño el sol de día,
    Ni la luna de noche…»
    Qué seguridad y consuelo tiene que darnos que nuestro Padre Dios esté permanentemente de «imaginaria»!!!
    Abrazo muy fuerte,y no dejes de entrar a contarnos sobre tu cuidadora y sobre ti!

  3. Los papólatras afirman que el premio abortista ha sido una » equivocación «, cuando no es ninguna equivocación, sino todo lo contrario. La misericorditis premia a los malos para que sigan en su maldad y castiga a los buenos para que se conviertan de su rigidez, tan molesta para sus tragaderas. La misericorditis no está con los pobres; los utiliza para profanar iglesias, convertidas en comederos y evacuatorios una vez al año, con abundancia de fotos y cámaras ¡ espectáculo, espectáculo ! Con quien está es con la iglesia rica alemana, la de las comuniones sacrílegas y las bodas gays, que, afortunadamente, se va al carajo. Necesita salir al encuentro porque no está en el encuentro, donde estamos los que nos manifestamos como católicos y no con el traje de la misericorditis, confeccionado por los poderes mundanos y el pensamiento único.

  4. EN EL ENVÉS DE TU MANO,
    MADRE SANTA, ME REFLEJO.
    Y EN SU CUENCA YO ME DEJO
    COMO JESÚS,NUESTRO HERMANO.
    DEJA QUE MIRE TUS OJOS,
    Y ME PIERDA EN TU MIRADA.
    DEJA QUE ESQUIVE LA NADA,
    MULLÉNDOSE LOS ABROJOS…
    QUE EN ESTOS TIEMPOS PERVERSOS,
    DE TRAMPOSOS ZASCANDILES,
    TUS OJOS SON LOS CANDILES
    QUE ENCIENDEN AÚN ESTOS VERSOS…
    ESPERANZA DE MI VIDA.
    PUERTO VISTO EN LONTANANZA.
    VIRGEN QUE TODO LO ALCANZA.
    MADRE QUE TODO LO OLVIDA…
    DE LA IGLESIA,FARO Y SEÑA.
    DEL GENERO HUMANO,LUZ.
    FIRME SIEMPRE ANTE LA CRUZ.
    ESCAVA DE DIOS…¡Y DUEÑA!
    QUE LAS BLONDAS DE TUS TULES
    CUBRAN SIEMPRE NUESTRA ARCILLA.
    TÚ,NAZARENA SENCILLA,
    LA DE OJOS DE CIELO, AZULES…

  5. Alberto Jorge, le encomiendo para que mejore en todo, se lo merece.
    Su testimonio es conmovedor. Vicente Montesinos, algunos amigos más y yo mismo, le encomendamos.
    Que Dios le bendiga.

    1. Carlos. Tú como siempre. Tan grande. Tan humano. Tan católico. Ten firme. Tan misericordioso.
      ¡Valiente soldado!
      ¡Dios te bendiga!

      Así es; Alberto Jorge, como le dice Carlos: esta noche, en singular vigilia de adoración, muchos de nosostors, le hemos encomendado.

      Carlos: además, deberé algún día contarte, que sé, que la aparición por este foro de Alberto Jorge, es para el, un terrible esfuerzo, que valoro… ¡mucho!… Una grandísima sorpresa para mí…

      ¡Dios os bendiga!

  6. Carissime Vicente: Estoy pasando una muy difícil situación. Por run lado la empleada que me auxiliaba en tantas limitaciones, ha sido intervenida de un cáncer gravísimo. Por otro lado, hace cinco días (el ppdº lunes) los cirujanos me anuncian que, por cuarta vez, tendré que ser hospitalizado e intervenido. Esto (que es «poco») ne la soledad, sin familia, acabándoseme lo que tenía…, etc.

    Pero cartas como la tuya -con fundamentos y verdades que seremos millones a compartir- me ayudan a superar la difícil situación del dolor, mucho dolor, que ofrezco, ¡claro que sí!, por el Papa (como se nos mandó siempre) y los que, como tú, dan inmensa claridad a temas (supongo que todos ex-chatedra, pues si así no fuera…) que Su Santidad Francisco tolera y/o fomenta y que me hacen clamar: «Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo» (pues necesito tener viva la fe en Cristo, fundador de la Santa Iglesia. Y, por otro lado, digo: «Perdónales -ayúdales, cámbiales, aclárenos alguien algo- pues osaría decir que no saben lo que hacen». Pero Tu, Espìritu Santo, sigue tutelando mi refugio en la oración que, de la mano de la Madre de todo y todos, hago incesantemente, viendo (no puedo acudir a visitarlo) hacia donde está Cristo Vivo, Resucitado!.
    En alguna línea de la carta (que ahora no puedo buscar) está muy claro:¿Fidelidad a quién y a qué?. Primero a 2000 años de segura y firme doctrina de la Santa Iglesia.

    No es fácil escribir de cama, enfermo, peor pido que -si alguno me lee- ruegue para que siga siendo enfermo de cuerpo,pero nunca del alma.

    Aquel sacerdote amigo, sabio y santo, me dijo ante mi «cuestionamiento»: «Siempre con el Papa!». Naturalmente que sí, pero no nos confundan tantas cosas, por favor, que el pueblollao, y no tan llano, quiere -y le toma sabor- a la doctrina segura.

    1. Estimadísimo AlBerto Jorge:
      Su comentario me ha emocionado.
      Mucho!
      Solo por él, y pos el ofrecimiento de su atribulada situación, por la que rezamos, y pido a todos recen, por esta causa dolorosa y santa; valen la pena todos los sinsabores que pasamos.

      Por Cristo, con Él y en Él! De la mano de María! Y de santos como usted!

      Y con Pedro, siempre con Pedro!!! Pero cuidado, porque si el Papa se vuelve contra Pedro, a ver que hacemos!!!!

      Que esto cese, Cristo!

      Entre tanto gracias mil por Alberto Jorge!

      Dios te bengiga!

      Vicente Montesinos

  7. En plena sintonía con ECHENIQUE y NATANAEL.
    Los silencios,casi siempre son cómplices.
    ¿Acaso no se nos bombardea con no callar nunca ante casos de abusos sexuales con menores,o de malos tratos?
    ¿Y hay que callar con abusos contra la Fe,que es lo más sagrado de nuestras pobres existencias?
    Por lo que a mí respecta,ya sé que soy un visceral impenitente,y que cuando me pisan el callo-que no tengo-,salto con toda la radicalidad que tengo.Pero es que aquí están en juego cosas infinitamente más importantesque callos y malas pulgas…
    Si es cierto aquello de que la verdad es la verdad,la diga Agamenón o su porquero,no lo es menos que el error es el error,lo diga un monaguillo o un pretendido papa.
    Va a ser cierto que,no pocos,han convertido al papa en la cuarta persona de la Santísima Trinidad(que más bien sería entonces Tétrada).
    Más allá de qué pensar de un «papa» que no cumple ninguna de sus dos funciones costitutivas(conservar íntegro el Depósito de la Fe,y ser signo de la Unidad de la Iglesia,»presidiendo en la Caridad»),y descendiendo a lo pragmático:¿Acaso una oposición fuerte y decidida,pero numéricamente importante,no pondría coto a este desbarajuste?.¿Resulta pensable que,si tal oposición se diese,todos esos hipotéticos obispos iban a recibir amables «visitas fraternas» con cartas misericordiantes del Vaticano?.Resulta faclísimo hacerlo con un Obispo paraguayo,con unos pobres frailes que se caen de humildes,y hasta con los 7 Magníficos que acaban de decantarse por la Verdad.Pero no lo sería si si unas cuantas decenas o centenas de timoratos dejasen de callar cual p…
    Estamos avisados:Acabarán gritando las piedras.Pasquino,ya lo hace…

  8. En plena sintonía con ECHENIQUE y NATANAEL.
    Los silencios,casi siempre son cómplices.
    ¿Acaso no se nos bombardea con no callar nunca ante casos de abusos sexuales con menores,o de malos tratos?
    ¿Y hay que callar con abusos contra la Fe,que es lo más sagrado de nuestras pobres existencias?
    Por lo que a mí respecta,ya sé que soy un visceral impenitente,y que cuando me pisan el callo-que no tengo-,salto con toda la radicalidad que tengo.Pero es que aquí están en juego cosas infinitamente más importantesque callos y malas pulgas…
    Si es cierto aquello de que la verdad es la verdad,la diga Agamenón o su porquero,no lo es menos que el error es el error,lo diga un monaguillo o un pretendido papa.
    Va a ser cierto que,no pocos,han convertido al papa en la cuarta persona de la Santísima Trinidad(que más bien sería entonces Tétrada).
    Más allá de qué pensar de un «papa» que no cumple ninguna de sus dos funciones costitutivas(conservar íntegro el Depósito de la Fe,y ser signo de la Unidad de la Iglesia,»presidiendo en la Caridad»),y descendiendo a lo pragmático:¿Acaso una oposición fuerte y decidida,pero numéricamente importante,no pondría coto a este desbarajuste?.¿Resulta pensable que,si tal oposición se diese,todos esos hipotéticos obispos iban a recibir amables «visitas fraternas» con cartas misericordiantes del Vaticano?.Resulta faclísimo hacerlo con un Obispo paraguayo,con unos pobres frailes que se caen de humildes,y hasta con los 7 Magníficos que acaban de decantarse por la Verdad.Pero no lo sería si si unas cuantas decenas o centenas de timoratos dejasen de callar cual p…
    Estamos avisados:Acabarán gritando las piedras.Pasquino,ya lo hace…

  9. En plena sintonía con ECHENIQUE y NATANAEL.
    Los silencios,casi siempre son cómplices.
    ¿Acaso no se nos bombardea con no callar nunca ante casos de abusos sexuales con menores,o de malos tratos?
    ¿Y hay que callar con abusos contra la Fe,que es lo más sagrado de nuestras pobres existencias?
    Por lo que a mí respecta,ya sé que soy un visceral impenitente,y que cuando me pisan el callo-que no tengo-,salto con toda la radicalidad que tengo.Pero es que aquí están en juego cosas infinitamente más importantesque callos y malas pulgas…
    Si es cierto aquello de que la verdad es la verdad,la diga Agamenón o su porquero,no lo es menos que el error es el error,lo diga un monaguillo o un pretendido papa.
    Va a ser cierto que,no pocos,han convertido al papa en la cuarta persona de la Santísima Trinidad(que más bien sería entonces Tétrada).
    Más allá de qué pensar de un «papa» que no cumple ninguna de sus dos funciones costitutivas(conservar íntegro el Depósito de la Fe,y ser signo de la Unidad de la Iglesia,»presidiendo en la Caridad»),y descendiendo a lo pragmático:¿Acaso una oposición fuerte y decidida,pero numéricamente importante,no pondría coto a este desbarajuste?.¿Resulta pensable que,si tal oposición se diese,todos esos hipotéticos obispos iban a recibir amables «visitas fraternas» con cartas misericordiantes del Vaticano?.Resulta faclísimo hacerlo con un Obispo paraguayo,con unos pobres frailes que se caen de humildes,y hasta con los 7 Magníficos que acaban de decantarse por la Verdad.Pero no lo sería si si unas cuantas decenas o centenas de timoratos dejasen de callar cual p…
    Estamos avisados:Acabarán gritando las piedras.Pasquino,ya lo hace…

  10. Me congratulo con la carta y me uno a ella. Es hora de no callar porque , sencillamente, callar no es servir a Dios. Los verso de Carlos Nuñez muy a propósito. Pero, sobre todo en lo referente a la formación o no de quienes nos dirigen y son doctores, decir que no todo es así. Que efectivamente muchos doctorados y «letrados» no son mejores que otros de menor rango, y me refiero a conocimientos no a personas. Como muy bien apunta Carlos , igual que pasa en las Universidades no son siempre los mejores los que detenta grados y, frente a la práctica y suficientes conocimientos, muchos de ellos opacan. En las Universidades Eclesiásticas, por mi experiencia aunque no sea extraordinaria, todavía pasa más esto. No es ser pretencioso ni no querer maestros, que los hay y muy buenos, pero saber filtrar -lo mismo que en lo civil- lo que dicen, buscar otras opiniones y, sobre todo en la fe, seguir el camino seguro. Porque siempre ha sido verdad, pero hoy mas que nunca que de Dios más sabe «el que ama que el que estudia», pero como la frase puede resultar «poética», hay que añadir con San Agustín: «…pero no creas fácilmente que amas», son las obras y la adhensión plena y continuada a la fe bimilenaria de la Iglesia la que te acrisola frente al error de «doctores y maestros» que no lo son según Cristo.

    1. son las obras y la adhensión plena y continuada a la fe bimilenaria de la Iglesia la que te acrisola frente al error de “doctores y maestros” que no lo son según Cristo.

      Buenisimo!!!!!!!!

    1. Iñaki. Sabes de donde? De Dios Todopoderoso, Rey del Universo y Sacramentado en la custodia; y de hermanos como tú!!!! Gracias de todo corazón!!!!!!!

  11. Este mi comentario a las alabanzas parciales cigüeñales :
    Yo soy de los que opinan que el silencio, y más a estas alturas, y más después de 5 años demoledores, sólo puede tener y tiene un significado y así sólo se puede y se debe interpretar : la conformidad, la connivencia y la culpabilidad. A estas alturas se hace totalmente válido el refrán popular » Quien calla otorga » y más cuando están en cuestión todas la Verdades de nuestra Fe Católica, todas, absolutamente todas. La prueba es que muchos de esos silenciosos no tienen ningún inconveniente en recriminar, incluso públicamente, al molesto Montesinos, porque les está recordando, si bien de forma implícita, su silencio culpable que les puede llevara al infierno.

    1. No podemos callar. No debemos callar! Es una trampa! Por Cristo y su Iglesia; frente a la que ya se ha desatado (y si no, ojo a la conmemoración de hoy)

  12. Elevar la Amoris a nuevo paradigma, cuando el único paradigma para un católico es Jesucristo, lleva a la bendición alemana de las parejas homosexuales y mucho más : anticonceptivos, preservativos, Diu, píldora abortiva, adulterios consolidados, divorcio a discreción, relaciones prematrimoniales, parejas de hecho. homomonio, hijo único. En una palabra : demolición del matrimonio, la familia y la Iglesia. La misericorditis es, por esencia, demoledora y, en consecuencia, perseguidora de los católicos, los únicos rígidos que quedamos, que no aceptamos lo que ha llevado a los protestantes a la ruina, los últimos mohicanos.

  13. DON VICENTE MONTESINOS
    ES UN CRISTIANO CABAL,
    QUE ENCARANDO SIEMPRE AL MAL
    DULCIFICA NUESTROS SINOS.
    Y,PUES QUE VE QUE LA IGLESIA
    NO ES YA UNA SEGURA BARCA
    PUES LOS ERRORES ABARCA
    Y EN ELLA HACEN MELLA Y PRESA,
    CON FIRME VOZ,LO PROCLAMA
    SEÑALANDO TANTOS MALES,
    QUE SON,CON LA FE,MORTALES
    Y QUE EN SANT GALL FUERON TRAMA…
    PERO ESTA IGLESIA,NACIDA
    DEL PECHO DE CRISTO ABIERTO
    CUANDO ÉL YA PENDÍA MUERTO,
    NUNCA SERÁ FENECIDA…
    QUE YA EN GLORIA O CATACUMBA,
    YA EN PALACIOS O EN PRISIONES,
    NUNCA ARRIBARÁ SUS PENDONES,
    NI ESTARÁ MUCHO EN LA TUMBA.
    PUES,CUAL SU SEÑOR,TRIUNFANTE,
    PLEGADOS VENDA Y SUDARIO,
    Y EN SUS MANOS EL ROSARIO,
    i RESURGIRÁ RUTILANTE !

  14. Oreooo
    Ahí precisamente he recalado yo hace mucho.
    Si por sus frutos se conoce al árbol,se impone esta inferencia:Bergoglio no es papa.Al menos,como hipotesis de trabajo,digo yo.
    Sin embargo,los sesudos bienpensantes consideran insensata tal posibilidad,y hasta el hecho de no excluirla a priori.
    Y es que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
    Si nos mata la papolatria nacida de la titanica polemica antiluterana que hubo que sostener durante quinientos años,no nos mata menos la obcecacion en no ver y en no decir lo evidente:EL REY VA DESNUDO…

  15. Yo, lo que no comprendo es que es lo que tienen miedo a perder todos esos curas y obispos, porque lo único que les pueden es arrinconar, pero el sueldo a fin de mes como cobran de la Diócesis no se lo pueden quitar, tampoco tienen familias que mantener que se entendería mucho en el caso de los laicos encardinados en ciertas organizaciones de la iglesia que en su día se metieron de buena fé y ahora tienen que tragar por el sueldo que cobran de la iglesia, por sus hijos . Pues si a un cura le relegan al último pueblo de del mundo, pues mejor, así puede llevar mejor el Evangelio sin presiones de Roma. ¡no hay quien entienda al género humano!

  16. Estimado.
    Es tal cual lo expone.
    La crisis es tan profunda y dramática que creo que solo va a poder resolverse con un desenlace extraordinario: la Iglesia va a tener que concluir en que Francisco es un falso Papa.
    El Papa sugue siendo Benedicto.

  17. Vicente, no hagas caso de esos curas indignos, que ya responderán ante Dios el día de mañana.
    Como te he dicho antes, estoy orgulloso de ser tu amigo, tu carta me ha emocionado y no cambies nunca. Tus amigos y hermanos de Pamplona, nunca te abandonaran.
    Que Dios te bendiga.

  18. Querido amigo.
    Magnífica carta.Magníficos propósitos.Magnífica resolución.
    Sin que te duelan prendas.
    Las escribes a unos señores que,basicamente,se distribuyen en tres tipologías:
    Reverendísimos herejes.
    Reverendísimos carreristas.
    Reverendísimos capones.
    Y no te eches tú demasiado para abajo, porque la mayoría de ellos están demasiado para arriba.Todos sabemos cómo se hacen las tesis doctorales en las unis profanas,y no creo que diste mucho de cómo se hacen en las eclesiásticas.Vanitas,vanitatis…
    Con mi obsesión por los versos,trataré de ilustrar lo que digo con unos clásicos que transcribo de memoria(y,por tanto,con algún error):
    ¿VE AQUEL SEÑOR LICENCIADO,
    BORLA ROJA,BLANCO GUANTE,
    QUE «NEMINE DISCREPANTE»
    FUE EN SALAMANCA APROBADO?
    PUES..CON SU BORLA,SU GUANTE,
    CÁTEDRA ,RENTA Y Y DINERO,
    AQUEL SEÑOR ESTUDIANTE,
    ES UN GRANDE MAJADERO…
    Y,para seguir con versos clásicos,otros muy sabios que advierten:
    QUE,AL FINAL DE LA JORNADA,
    QUIEN SE SALVA,ES EL QUE SUPO;
    Y QUIEN NO,…¡NO SUPO NADA!
    Vicente:Sin falsos ni clericales remilgos;con la santa desvergüenza de la que hablaba San Josemaría….¡ADELANTE!.
    NO TE JUZGARÁN,AMIGO,
    POR SER UN TIRASOTANAS.
    NI POR SER UN DON JUAN LANAS.
    SINO POR SER FIEL TESTIGO.
    QUE,SI YA VIERA EL BUEN DANTE,
    DE CURAS LLENO EL INFIERNO,
    TÚ SÓLO SIRVE AL ETERNO,
    QUE ES EL MEJOR COMANDANTE.
    DENUNCIA TODO LO AVIESO
    DE NUESTERA IGLESIA ENCALLADA.
    QUE SE DIRIGE A LA NADA
    CREYENDO QUE VA AL PROGRESO.
    CUAL PROFETA DENUNCIANTE,
    HABLA,REPRENDE,DENUNCIA.
    CUAL BUEN APÓSTOL,ANUNCIA
    QUE CRISTO VIVE,TRIUNFANTE.

    1. ¡Y lo que yo os lo agradezco! ¡Y más viniendo de persona tan formada, de recta conciencia y amante de la Iglesia como tú! ¡Dios te bendiga, y ánimo!

  19. No nos engañemos. Pretenden, como lo ha reconocido Parolín, pasar todo el magisterio anterior por el nuevo paradigma de la Amoris, el dogma de los dogmas de una iglesia que rechaza los dogmas ( los anteriores ), en especial el 303, que dice que eso ( pecar ) es la respuesta generosa que Dios pide por ahora. Es el certificado de defunción de la Iglesia Católica, extendido en Roma, y el acta fundacional de la nueva iglesia de la misericorditis. Señor ¿ porqué te ocultas ? ¡ haz una de las tuyas, pero ya ! ¡ Que se note que eres Tu ! Muchos buenos todavía no se han enterado o no se quieren enterar que lo que Dios nos pide ahora, como en la Inglaterra de Enrique VIII, es ni más ni menos que el martirio. Enrique VIII fundó, con el acta de supremacía, una nueva Iglesia, desvinculada de Roma. Ahora es Francisco quien, con el acta fundacional de la Amoris Laetitia, ha fundado la nueva iglesia de la misericorditis, igualmente desvinculada de la Roma eterna. Es Francisco quien se desvincula de la Iglesia Católica y los cardenales así deben declararlo. Lo que está en juego es nada más y nada menos que la pervivencia de la Iglesia y de la familia. Esta es la gran batalla a la que estamos llamados.

    1. Esa es la batalla, Echenique. Y lo peor no es que no lo vean; sino que no lo quieran ver. ¿La prueba? Pues las decenas de amonestaciones recibidas tras esta carta; sin rebatirme ni un punto de la misma. ¡Adelante Echenique! ¡Con Cristo!

  20. «Es por ello que he decidido que ya no voy a remitir ningún artículo a nivel personal a ninguno de los reverendos padres y monseñores a los que se los he venido remitiendo»

    Aplaudo la decisión y siga usted adelante. No hay más ciego que el que no quiere ver. Y la ceguera tiene diversas causas (papolatría, carrerismo…)

  21. La carta está excelente. Me uno a ella en todo y en cada uno de sus puntos. Que el Espíritu Santo te siga iluminando, para el bien de la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo, y que la Santísima Virgen María te cubra con su manto.
    ¡Hasta el cielo no paramos!

    1. Gracias de todo corazón, Beatriz. Y por tus deseos de cobertura materna! Falta me hacen! El Señor pagará tus desvelos y tu ayuda! Dios te bendiga! Hasta el cielo no paramos!

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