PUBLICIDAD

CADA UNO SE AUTOENGAÑA -Y ENGAÑA, LO PRETENDA O NO- COMO QUIERE…

|

El título viene a cuento de unas declaraciones del arzobispo Paglia, nombrado Presidente de la Academia para la Vida en la Curia vaticana, tras los nuevos nombramientos de miembros de la tal Academia que ha hecho, dando de paso un auténtico revolcón a la antigua composición de dicho organismo.

Por cierto, y para no perdernos: la tal Academia, en palabras de mons. Paglia «está decidida a defender y promover la vida humana en todas sus fases y en cualquier condición». Palabra de arzobispo aupado a Presidente de la tal Academia. Es más: «Nada cambiará esta clara orientación». La primera en la frente.

Porque lo primero que salta a la vista y más «choca» es el nombramiento de diversas personas que, siendo posible que sepan mucho de los diversos temas -ahí no voy a entrar, porque no es relevante eso ahora-, ni son católicos; de hecho, los hay de todas las «diversidades culturales y religiosas»: protestantes, judíos, agnósticos, etc.

A mí esto me suena ya raro. Respeto que a otros les parezca perfecto, entre ellos a Paglia, lógicamente y a lo que se ve. Pero yo me pregunto, así de entrada: ¿Hay algún católico que, como tal católico y precisamente por serlo, sea miembro de algún organismo de alto nivel que trate de defender las esencias propias del mundillo judío, protestante, musulmán, etc.? Siempre como miembro encumbrado, con voz y voto y con buen sueldo, claro. Si alguien sabe de alguno, me interesaría el dato.

En segundo lugar, lo que me suena ya raro-rarísimo es que en el currículum y pedigrí de tales miembros de otras realidades culturales y religiosas nombrados a dedo por mons. Paglia, figuran gentes que, más que de la Vida, sean expertos -y así se han pronunciado, y así son conocidos- en lo que Juan Pablo II denominaba, con todas las letras: «cultura de la muerte».

Y vamos a sacar algún ejemplito, que es público y está publicado. Y al que se ha referido el mismo Paglia: porque ha tenido que salir al paso de las críticas que le han llovido con su movida.

Dice Paglia, respecto al nombramiento de Niger Biggar, profesor de teología moral y pastoral (de ámbito y caché luteranas) de la universidad de Oxford, que lo nombró para la Academia porque solicitó al mismísimo primado de la iglesia anglicana que le señalase un nombre; y le dio este. Y Paglia lo nombró deprisa y corriendo.

Claro; pero es que luego, como las cosas se saben, pues se sabe que el tal Niger, ya en 2011 se había tirado de la moto con las siguientes declaraciones, que no ha rectificado, faltaría más: «No está claro que un feto humano sea el mismo tipo de cosa que un adulto o un ser humano maduro y que, por consiguiente, merezca completamente el mismo trato». Preámbulo o justificación que venía a parar en esto, en pura y exquisita lógica: «Me inclinaría a trazar la línea del aborto en las 18 semanas».

Lo del «mismo tipo de cosa» es de lo más «académico» -quizá oxfordiano sí, naturalmente- que he oído nunca para referirse a un ser humano engendrado y en el vientre de su madre gestante.

A esta toma de posición pública del Niger, mons. Paglia se lo ventila conque lo de las 18 semanas era para «poner freno» a un abortismo sin freno: seguimos , por tanto, con el nivel del «mal menor» donde no cabe aplicarlo: porque entre «muerto» -asesinado, además- y «vivo» no hay término medio que se sepa, y no caben por tanto «gradaciones» ni «males menores».

Para rematar, el mons. se lanza a tumba abierta: «La postura de Biggar sobre el tema del fin de la vida [eutanasia voluntaria, suicidio asistido] tiene una posición totalmente coincidente con la de la Iglesia Católica».

Se ve -patético, el sr. arzobispo- que «el aborto» no tiene nada que ver con «el fin de la vida»: está en otro plano, y ahí se va a quedar. Y el Niger en la Academia, por supuesto. Y Paglia de Presi, también.

No es el único caso: también ha nombrado al rabino Avraham Steinberg, judío, médico pediatra, bioético, del mundillo de Oxford también, partidario del aborto, de la fecundación invitro, etc. Todo un apoyo para una Academia -católica- para la Vida.

Claro que tampoco son de recibo alguna incorporación desde la misma Iglesia Católica. Es el caso del profesor de teología moral de la universidad de Turín, Maurizio Chiodi, nada partidario de la Humanae vitae, de la Donum vitae, de la Evangelium vitae, ni de la Veritatis splendor -es decir, de todo lo auténticamente católico, en estos campos- y sí partidario público y «publicante» de un «nuevo discernimiento» -es lo que se lleva, al parecer- dentro de la Iglesia sobre la ideología de género, la anticoncepción, la fecundación in vitro, las orientaciones sexuales, etc.

Una auténtica Academia, ¡qué duda cabe! Parodiando unas comedias americanas: «La loca academia romana de… la Vida».

Que el Señor nos coja confesados, porque al paso que vamos…

Comentarios
1 comentarios en “CADA UNO SE AUTOENGAÑA -Y ENGAÑA, LO PRETENDA O NO- COMO QUIERE…
  1. Pues tengo idea de haber escuchado que me habrían dicho de que en una revista evangélica de difusión y autoridad mundial, en su edición de Argentina, han nombrado de director a un sacerdote católico. Para que vea. O tal vez era al revés, pero bueno, el orden de los factores no altera el producto, no?…………………………………………………… o o o – – – o o o

    Pues eso: Mala tempora currunt sed peiora parantur!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *