| 12 octubre, 2017
Lo digo porque se han llevado -«se han perdido», » se han volatilizado»-, 17 millones de euracos, por la parte de Malta, cuya cúpula fue también volatilizada por el mismo índice supremo que la del IOR. Y por donde campan a sus anchas un par de obispos -no da para más la isla- en la misma corriente que ese mismo dedo.
Y todos tan felices. O no. O así.