El cardenal Rainer Maria Woelki, arzobispo de Colonia y figura destacada en la Iglesia alemana, ha expresado su sorpresa ante la elección del nuevo pontífice, el estadounidense Robert Francis Prevost, ahora papa León XIV, aunque al mismo tiempo ha manifestado una renovada esperanza en que esta elección aporte claridad teológica sobre uno de los temas más debatidos del pontificado anterior: la sinodalidad.
Woelki compartió sus impresiones con EWTN News tras asistir a la primera Misa del papa en la Capilla Sixtina, subrayando tanto la humanidad del nuevo pontífice como los desafíos eclesiales y geopolíticos que le esperan.
«Entré en el cónclave con todas las especulaciones que se podían ver en los medios», confesó el cardenal. «Pero ya en la primera votación, por la tarde, suelen verse ciertas tendencias, y así fue también esta vez».
El simbolismo del nombre: León XIV
Uno de los aspectos que más valoró el purpurado fue la elección del nombre papal: «Me parece maravilloso que haya elegido este nombre, que recuerda no solo a san León Magno, sino también a León XIII y su encíclica Rerum Novarum, con su enorme impacto social».
Para Woelki, el mundo actual, marcado por profundas divisiones sociales y culturales, necesita una voz pontificia firme y clara. Así como en su día se recurrió a León XIII, hoy, sugiere, se confía en León XIV.
Un papa cercano y seguro
Lo que más ha impresionado al cardenal alemán ha sido el carácter del nuevo pontífice: «Lo que más asocio con el papa León es su cercanía, su humanidad. Irradia seguridad. Eso es algo importante y beneficioso aquí en el Vaticano y en este universo».
¿Claridad sobre la sinodalidad?
Uno de los desafíos internos más apremiantes que Woelki señala es la necesidad de claridad sobre la sinodalidad, un concepto promovido con fuerza por el papa Francisco pero que ha generado profundas divisiones, especialmente en Alemania.
«Lo que Francisco inició debe ahora ser organizado por él [León XIV] y profundizado teológicamente —dijo Woelki—. Especialmente lo que Francisco entendía como sinodalidad, donde, particularmente en Alemania, pero también en otras partes del mundo, sigue habiendo una gran incertidumbre sobre su verdadero significado teológico».
Desafíos internacionales
Además de los temas eclesiales, Woelki no pasó por alto las múltiples crisis internacionales —desde Tierra Santa hasta Ucrania— que requerirán el liderazgo del papa en favor de la paz, la justicia social y la protección de los más vulnerables.
Un pontificado que empieza con interrogantes y esperanza
La elección del primer papa nacido en EE.UU. ha tomado por sorpresa a muchos dentro del Colegio Cardenalicio, pero las primeras impresiones que está causando en Roma parecen augurar una etapa marcada por la calidez personal y el deseo de restaurar la unidad en la Iglesia. Resta por ver si sabrá conducir con firmeza las reformas sin renunciar a la claridad doctrinal que tantos reclaman.
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