En una entrevista con Il Corriere della Sera, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén y uno de los que sonó como papable en este último cónclave, destacó el carácter “libre y de gobierno” del nuevo pontífice, León XIV, elegido por el Colegio Cardenalicio en un proceso que calificó como “intenso, pero hermoso y sereno”.
Pizzaballa subrayó que, pese a los rumores de divisiones internas y campañas externas, el ambiente del Cónclave fue de “comunión y unidad”, lo cual permitió la elección del Papa en apenas un día, al cuarto escrutinio. “Lo que se decía desde fuera no nos afectó en absoluto. Los llamados ‘venenos’ no entraron en el Cónclave”, afirmó.
Sobre la figura del nuevo Papa, el cardenal destacó tanto su experiencia misionera como su trayectoria de gobierno en la Iglesia. “Es una persona que inspira confianza, sabe escuchar y habla con claridad. Nos da coraje y consuelo”, expresó. También mencionó el entusiasmo popular generado por sus primeros gestos como pontífice.
Consultado sobre la situación en Gaza, Pizzaballa reconoció su preocupación, en especial ante la posible ocupación militar anunciada por Israel. “Gaza ya está completamente destruida. La emergencia es más humanitaria que militar”, advirtió, haciendo un llamado a entender el verdadero sentido de las acciones actuales.
En cuanto a los mensajes del Papa durante sus primeras intervenciones, el cardenal señaló su enfoque en la paz y la centralidad de Cristo como pilares fundamentales. También hizo referencia a la advertencia papal sobre un “ateísmo de hecho” entre muchos bautizados, destacando la necesidad urgente de comunicar la fe de manera significativa en el mundo plural de hoy.
Finalmente, Pizzaballa compartió una impresión íntima del momento en que, durante el Cónclave, contempló el Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina: “No es algo que se experimente todos los días. Estar ahí genera una atmósfera única e inolvidable”.
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