James Martin defiende las bendiciones a parejas homosexuales como un gesto evangélico de acogida

James Martin bendiciendo a una pareja del mismo sexo James Martin bendiciendo a una pareja del mismo sexo
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James Martin está estos días en Roma aunque no se sabe muy bien para qué. El dar tumbos estos días por Roma te permite encontrarte  con quien uno menos se lo espera y poder hablar unos minutos.

Es lo que nos ha ocurrido con el controvertido sacerdote jesuita estadounidense James Martin. Nos lo encontramos paseando por las inmediaciones del Vaticano. El jesuita estadounidense James Martin, conocido por su labor pastoral con personas LGTB y por su cercanía al Papa Francisco, accedió a hablar con nosotros, aunque con cierta reticencia inicial. Durante el breve intercambio, defendió con firmeza la posibilidad de bendecir a parejas del mismo sexo.

“Todo lo que hago está basado en el Evangelio”, afirmó. “Se trata de Jesús acercándose a las personas que están en los márgenes, a quienes sienten que no forman parte de la Iglesia. Eso es lo que el papa Francisco ha intentado hacer, y eso es lo que yo intento hacer también”.

Lejos de considerar estas bendiciones como una validación del pecado, Martin insistió en que no se está equiparando estas uniones al matrimonio cristiano. “No se trata de bendecir el pecado”, subrayó. “Lo que el Vaticano —esta oficina, aquí mismo— ha dicho es que se puede bendecir a parejas del mismo sexo y reconocer que puede haber algún elemento de bien en esa relación”. Para Martin «esto es lo que enseña la Iglesia ahora».

Para justificar su postura, Martin recurrió a una historieta emotivista para defender que en una relación entre dos personas del mismo sexo también puede haber amor. Además, insistió en que la Iglesia está llamada a ofrecer signos de acogida y misericordia. “La alternativa sería decirles: ‘Dios no os ama, Jesús no os ama, la Iglesia no os ama’. Y eso es precisamente lo que Francisco ha tratado de evitar”, concluyó.

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Comentarios
53 comentarios en “James Martin defiende las bendiciones a parejas homosexuales como un gesto evangélico de acogida
  1. Este tipo es un degenerado, Juan Pablo II y Benedicto XVI ya habían cesado a los antecesores de Martín, luego rehabilitados por Francisco. A Martín hay que procesarlo y reducirlo al estado laical, es un depravado, y no me sorprendería que estuviera adherido a la masonería.

    1. Tan depravado como el que lo rehabilitó con pleno conocimiento de lo que era: el tal Bergoglio. No permitamos que se lave la imagen de ese sujeto que tanto daño hizo a la Iglesia, no permitamos que nos mientan más, que nos quieran vender que es santo y que hace milagros. Cuando nos suelten leyendas rosas sobre este sujeto recordemos la verdad sobre su pontificado ¿? y enumeremos todos sus errores, herejías, ambigüedades, zafiedades, persecuciones, ideologías y fobias (sobre todo a la Hispanidad)

  2. Esto es lo que Dios dice sobre personajes como James Martín:
    2 Pedro 2:21-22
    21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. 22 Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.

  3. James Martín pone a la gente en su sitio. Pone a los homosexuales con Dios y os pone a vosotros con Satanás, que es vuestro Padre y os espera en el más allá.

    1. A ti sí que te espera Satanás, troll infame y nauseabundo, a tí y al Martín este, ya que ambos trabajáis para él, troll infame y nauseabundo, anda y vete a pasear con tu novio, que hoy hace un día magnífico para los tortolitos, troll infame y nauseabundo, así evitamos tus deposiciones diarias, troll infame y nauseabundo

      1. Satanás no puede esperar a nadie, Comemocos, porque no existe.
        Lo que si os espera es la decepción más espantosa cuando lleguéis al Padre.
        La sorpresa que os vais a llevar es de dimensiones galácticas.
        Por cierto ¿Eres tú el mismo Comemocos que trabajó de mamporrero en el Palmar de Troya?

        1. Correcto, soy yo, troll infame y nauseabundo, tu perspicacia e intuición son tan precisas como tu estupidez y maldad, troll infame y nauseabundo

        1. Loado, no, no es mi opinión, es la fe católica.

          Catecismo de la Iglesia, número 2359: «Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.»

    1. Gracias troll infame y nauseabundo por tu información, me resulta muy útil para reafirmar que eres un infraser tan abyecto y miserable como estúpido y majadero, troll infame y nauseabundo

  4. Es que para empezar, y no entro si Fiducia Supplicans es un documento herético como afirman en otros sitios, está incumplendo el documento, pues la bendición, aunque vengan en pareja es a la persona, y debe hacerse en privado, es decir sin fotos, ni publicidad.

    Muy naif el documento, que debería haber incluido un apartado de sanciones para los que, basándose en él, abiertamente lo incumplen.

    Ojalá el siguiente para lo derogue.

    1. «la bendición, aunque vengan en pareja es a la persona»

      Qué mentira más gorda: las bendiciones individuales las da la Iglesia a todos los fieles desde hace dos milenios (incluyendo en misa). El invento del Trucho (que avaló Francisco con su firma) es exclusivo para parejas en pecado mortal (pecado sexual, únicamente). Si no, no pueden recibir las «bendiciones» truchas ascendentes y descendentes. Lo pone bien claro, negro sobre blanco. Relea el panfleto «Sodoma lubricans» y lo comprobará.

  5. Pura demagogia y retorcimiento de la lógica, lo que dice James Martin. Pues:

    No bendecir a parejas homosexuales NO equivale a decirles “Dios no os ama, Jesús no os ama, la Iglesia no os ama” sino que equivale a decir: “la Iglesia no da el visto bueno a vuestra unión ya que vosotros mismos la equiparais (en sus componentes de amor, sexo,…), en la teoría y en la práctica, a un matrimonio entre hombre y mujer. Pero venid de uno en uno y la Iglesia os dará su bendición pues así quedará claro que lo que bendice es vuestra persona (en su deseo de ser un buen cristiano) y no vuestro tipo de unión”.

  6. Esta haciendo lo m7smo que vosotros.
    Defender los intereses de su lobby.
    Él los del,lobby gay y vosotros los del lobby integrista gringo
    Cada uno a lo suyo.

    1. Si te parece le va a decir, vete y fóllate a tu cuñado.
      Lo importante es que no la condena. No pregunta si se arrepiente. La sabe pecadora pero no la juzga. Simplemente no la condena.
      Tú mismo.

      1. Su lógica debe de ser algo así como la décima parte de la de un boquerón, Peligrosíssssimo Torpe con Aspiraciones (a bufón oficial de la página): la alternativa no es su gracieta de albañil pasado de copas en la barra de una taberna, sino condenarla si supiera que al irse iba a seguir pecando, como hacía con otros, según se comprueba en los Evangelios. Lo importante es lo que dejo clarísimo: que perdona a los arrepentidos que cambian de vida (no había nada que preguntar: Dios ve el interior de las personas) y condena a los impíos e impenitentes. En el caso de usted, seguramente le perdone por ser discapacitado mental, que es una eximente.

  7. El se ha excomulgado sólito…. Es vergonzoso su comportamiento….. Dios nos pide santidad y él promueve ofensas a Dios….

  8. Si se pretende defender la doctrina católica con fidelidad, convendría hacerlo con la misma caridad, profundidad y espíritu de discernimiento que el Evangelio exige. No con consignas, ni con ataques velados que poco tienen de evangélicos y mucho de propaganda.

    1. Nada más caritativo que decir la verdad a los enemigos de Cristo y de Su Iglesia, tratándolos como merecen. Mire con qué caritativos epítetos se dirigía a ellos Nuestro Señor: serpientes, raza de víboras, sepulcros blanqueados, etc. (y mejor no le pongo los que les dedicaban los Padres y Doctores de la Iglesia, que eran muy poco «políticamente correctos»).

      1. llamó ‘raza de víboras’ a los hipócritas (Mateo 23:33), y no es de extrañar, pues la hipocresía es una de las mayores ofensas contra la verdad. El Catecismo nos enseña que la corrección debe ser con caridad, pero también con claridad. Si busca usted humillar, más bien muestra la hipocresía que critica, alejándose de lo que Cristo realmente predicó (CIC 2479).

        1. «llamó ‘raza de víboras’ a los hipócritas»

          ¡Toma! ¿Y a quién cree usted que le pongo las peras al cuarto? ¿A algún católico? Y le vuelvo a insistir, troll ex machina: el último catecismo (el peor, tras la manipulación de Francisco en la que coló ideas contrarias a la fe y moral católicas para ajustarlo a su errada ideología), se escribe en minúscula.

          «Si busca usted humillar…»

          ¿Pero qué dice? ¿A quién? Si a un troll masoquista (que son los que se auto-humillan con sus deposiciones) le da por arrastrarse como una lombriz, ¿quién soy yo para juzgar?

  9. Martin el mariposón piensa que todos son de su condición.
    Líbranos Señor de estos lobos rapaces que conducen a tu grey a la condena eterna bajo sensiblería (estilo jakuno), barata y malvada.

  10. Apuesto que este sacerdote es homosexual. No me quiero ni imaginar que les pedirá a cambio de bendecirles a las parejitas.

    1. En imaginación desde luego no hay quien os gane, y de ahí viene la ancestral homofobia de casi todas las religiones, del morbazo que os da «imaginaros cositas».
      Pues yo contigo voy a apostar dos cosas.
      1- Apuesto a que eres heterosexual. ¿Y qué? ¿Qué estupidez es esa de jugarse la orientación natural de la gente? Absurdo.
      2- Apuesto a que eres homosexual reprimido. Que es y ha sido siempre la terrible condición, salta a la vista, de numerosísimos eclesiásticos, por no decir una amplia mayoría. Y terrible no por lo primero, lógicamente, sino por lo segundo.

      1. No se esfuerce, Gay MostrencoPF, pues son lentejas:

        «No te ayuntarás con hombre como con mujer; es una abominación» (Lev 18,22).

        «No os engañéis: ni los FORNICARIOS, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los AFEMINADOS, ni los SODOMITAS, ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los MALDICENTES, ni los rapaces poseerán el reino de Dios» (I Cor 6,9-10).

        PALABRA DE DIOS.

  11. Para ser una página cuyo tema principal debiera ser JESÚS, nuestro SALVADOR, que poco se habla de AMOR, de FE en el hombre, en el ESPÍRITU SANTO que habita en él. Que poca CARIDAD, RESPETO, AMOR Y MISERICORDIA hay en vuestras palabras. No os tratáis como hermanos salvados y redimidos por CRISTO en el amor, cada uno con sus fallos, dudas, temores y virtudes; os tratáis como enemigos políticos. Si es verdad que si esto es una reunión en la que Jesús es el centro, no creo que ÉL VIERA BIEN VUESTRA FALTA DE HUMANIDAD, DE AMOR Y SOBRE TODO DE RESPETO.

  12. Dios no nos ha creado «normales y anormales». A unos, privilegiados porque su afectividad es lícita. A otros, duramente probados a ver si pueden ser capaces de reprimirse y, ya que les es imposible volverse «normales», por lo menos anularse como personas y estarse quietecitos y mudos.

    Esta elaboración demencial, tan ancestral como completamente absurda y desquiciada, tiene que terminar siendo definitivamente exterminada de la faz de la Iglesia, por su irracionalidad, por su inhumanidad, por su necedad y por su crueldad infame.

    NADIE elige su orientación se xual.
    NADIE elige si gustarle más unos u otras.
    NADIE ES CULPABLE de nacer pelirrojo ni zurdo ni homos exual.
    NADIE peca contra Dios por desarrollar la afectividad que ÉL MISMO le ha dado.
    NADIE puede permanecer impasible aguantando por más tiempo semejante humillación y acoso, ANTE QUIEN HAGA FALTA, ni por lo canónico, ni por lo civil, ni por lo penal si hace falta!

    1. «Dios no nos ha creado ‘normales y anormales'»

      Naturalmente que no: sus vicios y vida depravada son el resultado de su libre albedrío y torcida voluntad. Su «Non serviam» es cosa suya en exclusiva. Los pecados que usted perpetra son sólo culpa suya (ni Dios, ni nadie, le obligan a cometerlos), y recibirá por ellos ni más, ni menos, que el castigo que merece, pues Dios es Remunerador e infinitamente Justo. Así que déjese de matracas, pida perdón a Dios y cambie de vida, o ya sabe donde acabará. No hay nada que cavilar ni filosofar: se lo dice directamente Dios (Lev 18,22; I Cor 6,9-10). Y el que avisa no es traidor.

    2. Guimemo, si nadie eligiera su orientación en la intimidad, sería genético.

      Sírvase indicarnos el estudio científico que ha descubierto el gen homosexual. No podrá citarlo, porque pese a la millonada invertida en ello, no se ha descubierta tal cosa.

      Todos tienen libre albedrío, y usted, en el ejercicio del mismo, elige dar la espalda a Dios. Usted, no los demás.
      Yo no elijo si me gusta más mi coche o el del vecino, pero sí puedo elegir entre respetar su patrimonio o no.
      Pelirrojo se nace. Zurdo también. Pero homosexual no.
      Dios no le ha dado el pecado mortal, eso lo elige usted.
      Que los católicos nos sigamos negando a su empeño obsesivo, de muchos años, por transformar el pecado mortal en cosa que a Dios le place, no constituye ni acoso ni humillación: en esto, como en tantas otras cosas, proyecta usted sobre la Iglesia su propia obsesión.

      1. Por mucho que te hayan inculcado esa perorata, NO TE LA CREES ni tú mismo, y por cierto, ¡memo tu padre!
        ¿Me vas a venir a mí a acusar de que yo he elegido lo que tengo? ¿Te crees que miles de nosotros, y yo mismo, no elegiriamos ser «normales» si pudiéramos, aunque solo fuese por la presión de que este pu to mundo nos dejara en paz? Ni genes ni genas, SOIS UNOS EMBUSTEROS y unos sinvergüenzas que TAMBIÉN DARÉIS CUENTA de vuestra crueldad.

        YO NO HE ELEGIDO NI PEDIDO NI ME HE ENCABEZONADO EN SER ASÍ, ¿TE ENTERAS? Pues tú solo procura que no salga de aquí.

        1. Guimemo, no hace falta creencia, es mera constatación: no existe gen homosexual, y por tanto, es una burrada afirmar que uno nace homosexual. Es conducta elegida, y por tanto, controlable, sujeta a libre albedrío humano. Usted elige ese estilo de vida desordenado, por supuesto, y como sabe que es algo no querido por Dios, se rebela contra su Iglesia.

          Decirle la Verdad no es crueldad ni es acusación de nada. Sigue confundiendo el «no juzgar» con la tolerancia ante el pecado. Un médico no sería tal si proporcionase diagnósticos falsos a sus pacientes. La Iglesia, como hospital de almas, ama al prójimo porque le dice la Verdad: en la mentira no hay amor alguno. Si no se mencionan las heridas, no habrá sanación posible.

          Culpar a Dios y a su Iglesia de su infelicidad no sirve de nada. Lleva muchos años empeñado en que le digamos que sus pecados no son tales, y que son bendiciones divinas: no es algo inevitable, ni es algo mandado por Dios.

          1. Yo ni culpo a Dios ni culpo a su Iglesia de una cosa que no os da la gana de aceptar que es inevitablemente NA-TU-RAL!!! Os culpo a los cabez ones que señaláis y condenáis cruelmente a cierta gente porque estáis poseídos por unos PREJUICIOS que EN SU MOMENTO pudieron tener sentido pero tarde o temprano SABÉIS con resignación que terminarían SUPERADOS. Eso es todo.

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