En una declaración pública contundente, el obispo Joseph Strickland ha hecho un llamado abierto al cardenal Kevin Farrell para que renuncie a su papel como Camarlengo de la Santa Iglesia Romana y se abstenga de participar en un futuro cónclave.
La solicitud, emitida este 1 de mayo, se fundamenta en los pasados vínculos de Farrell con figuras e instituciones envueltas en escándalos de abuso sexual dentro de la Iglesia.
Strickland, conocido por su franqueza en cuestiones doctrinales y morales, expresó «gran pesar» al tener que abordar lo que considera «circunstancias inquietantes» en torno a Farrell. En su mensaje, recordó que el cardenal fue miembro de los Legionarios de Cristo, congregación fundada por Marcial Maciel, quien fue hallado culpable de graves crímenes y abusos. Farrell habría ocupado un cargo administrativo dentro de la comunidad, especialmente en el área financiera, durante esos años, lo que para Strickland levanta interrogantes aún no resueltos.
Más grave aún, señala Strickland, es la cercana relación de Farrell con el excardenal Theodore McCarrick, quien fue la figura central de uno de los mayores escándalos de abusos sexuales en la Iglesia estadounidense. “Fue elegido por él como colaborador de confianza”, escribe el obispo, cuestionando el silencio prolongado sobre esta conexión incluso después de la caída pública de McCarrick.
Desde 2019, Farrell ejerce como Camarlengo, cargo clave durante una sede vacante y en la preparación del cónclave papal. Strickland advierte que, dada la posible información que posea sobre encubrimientos o cómplices, su participación en un eventual cónclave genera una «sombra oscura» sobre la credibilidad del proceso.
Como antecedente, el obispo cita la decisión del cardenal escocés Keith O’Brien, quien en 2013 optó por retirarse voluntariamente del cónclave tras reconocer su implicación en conductas impropias.
“La integridad de la Iglesia exige tal sacrificio”, afirma Strickland, aclarando que no se trata de una condena personal, sino de un llamado a la “prudencia, integridad y caridad eclesial”.
Concluye diciendo que “el silencio ante el escándalo ya no es una opción” y exhorta a caminar “en la luz para que la oscuridad sea vencida”.
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Strickland haciendo de Strickland. Lemoco, tu que conoces el ambiente ¿es sarasa o no?
Y como suele suceder, nadie hace ni fruto caso al petardo de Strickland, salvo infovaticarca.
No interesa. Este sí que no interesa.
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
No te confundas, eres tu el petardo que a nadie le importa la bilis con que escribes tus sucios comentarios.
¡¡¡De sucios nada!!!
Los lavo con jabón antes de escribir.
Y petardo tampoco. Si quieres traca o mascletá, pero ¿Petardo? Me tratas de ofender, Alfredo. Te vas a condenar
¿Se supone que eso era una gracia? 😳
Y parecía que usted ya había tocado fondo… (se ve que no).
Todo un figurante. Tan figurante que no acaricia la posibilidad de que el siguiente papa lo rehabilite, pues se lo está poniendo dificilisimo.
El caso es que no sabemos por qué lo han cesado. Eso es lo curioso. No hubo ningún escándalo, ni motivo alguno.
Un obispo según el Corazón de Cristo. No hace cálculos, se maneja sólo con la verdad. Farrell dá vergüenza. Su historial, junto a Marcial Maciel y McCarrick, son de lo peor de la historia de la iglesia.
Los cardenales norteamericanos en su mayoría son pésimos, defienden los intereses globalistas y los de Biden y compañía. Vaya recordemos a Cupich en un meeting de la Harris en el que a la salida estaban unas carpas donde se realizaban abortos y él dentro hablando en ese meeting, es de vergüenza y si la tuvieran no participaban en las Congregaciones de cardenales. Estos deberían alzar la voz contra esos cardenales hijos de mac Carrick espirituales y de otras cosas. Desde luego Farrell no está en situación neutral. Como grandes electores sólo Dolan y Burke y como más discretos Di Nardo y Harvey. Otra cosa que están los medios diciendo es que Macrón el pequeño Napoleón con más ínfulas de grandeza que de poder real busca un papa francés y se empeña en que el candidato sea Aveline de Marsella, e incluso el pamplonica parece en esta órbita.
El «sacrificio» de un obispo emérito expresado con su silencio también es muy de apreciar…
S. E. Monseñor Strickland no es «obispo emérito»: lo primero, porque no existen «obispos eméritos»; y lo segundo, porque él no ha llegado a la edad en la que los obispos tienen el derecho de presentar voluntariamente la renuncia al papa, como establece el Código de Derecho Canónico. Tiene 66 años. Lo que hizo Francisco fue retirarle arbitrariamente el gobierno de su diócesis, no «jubilarlo», que es lo que a los enemigos de la Iglesia, y a quienes tienen alergia la fe católica, les gustaría. El próximo papa, si le da la gana, le puede poner de arzobispo de donde sea o crearlo cardenal, si le place.
Es obispo cesado y «misericordiado» por su enfermedad mental. La demencia senil es algo muy duro de sobrellevar
No intente disculparlo: Francisco no padecía ninguna enfermedad mental, por lo que no pudo ser por ese motivo.
Catholicus creo que equivoca los nombres