El Papa Francisco ha fallecido esta mañana a las 7:35 en su residencia de la Casa Santa Marta, a causa de un derrame cerebral que derivó en un coma y un colapso cardiovascular irreversible.
Así lo confirmó el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, en el acta oficial de defunción difundida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Según el informe médico, el pontífice presentaba antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda por neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión arterial y diabetes tipo II.
El fallecimiento fue certificado mediante un estudio tanatológico electrocardiográfico. «Declaro —escribe Arcangeli— que las causas de la muerte, según mi conocimiento y conciencia, son las aquí señaladas».
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No despreciar las señales
Una Gran Señal ha dado Dios a la Segunda Israel, la Iglesia; aquel que durante doce años anduvo de aquí para allá como león rugiente, hoy no existe,
Dios ha resucitado y, a las pocas horas, se lo llevó.
No murió de aquella enfermedad que lo aquejaba.
Aquél que temía, sobre todas las cosas, al dolor físico, hasta el oxígeno, le fue quitado.
No hay lágrimas para el nuevo muerto porque las lágrimas verdaderas fueron derramadas en Jueves y Viernes santo, sólo podrán llorarlo las plañideras, frente a la muerte del Señor, su muerte se ha vuelto insignificante.
No es para alegría de nadie lo que decimos porque la jerarquía pudo evitarlo y tener temor de Dios.
Pero esta enseñanza no la hemos obtenido sino escuchando a los pequeños de este Mundo.
Es importante no despreciar las señales de Dios y estar atentos a interpretarlas.
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Y nos preguntamos: ¿Qué criterios de selección aplicarán para elegir a su nuevo Bergoglio? ¿Tendrán en cuenta las señales de Dios dadas sobre el viejo Bergoglio o se empecinarán en el mismo camino?
No ponemos nuestra esperanza en los hombres y no tenemos capacidad de decisión porque es la jerarquía la que decide en la Iglesia pero, El que decide, en última instancia y respetando el libre albedrío, es Dios y no sólo como empieza, transcurre y termina cada vida sino como empieza, llega a la plenitud y termina la Historia de Salvación.
No digamos: “somos miembros de la Segunda Israel y se nos ha prometido que las puertas de Infierno no prevalecerán” porque Dios puede sacar hijos de Abraham de las piedras y cam-biar de lugar el candelabro y nadie sabe, con certeza, cómo deben ser interpretadas las últimas profecías de las Sagradas Escrituras, digamos mejor: “somos siervos inútiles, hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho” y no dejemos mal parado a Cristo, como aconsejaba Castellani.
Hay otros que ven una señal buena que fallezca en la Octava de Resurrección.
Oremos por su alma
Dice la Biblia: «Sécase la hierba, marchítase la flor, pero la Palabra de Dios permanece» (Is 40,8).
Los papas, como los demás cristianos, vamos dejando este mundo, pero la vida continúa después de la muerte, y la Iglesia sigue su peregrinaje.
Oremos para que el Señor conceda pronto la visión del Cielo a Francisco, y a la Iglesia la provea con un buen pontífice de buena doctrina y celo apostólico.
Hoy se crucifica la Verdad en nombre de los buenos modales y después de Semana Santa.
La muerte del Papa nos lleva, desde la caridad cristiana, a mostrar conmiseración hacia él y no debemos entrar en juicios de intención (de hecho, como ya he expresado muchas veces, personalmente nunca he pensado que actuara con mala intención). Sin embargo, esta benevolencia no debe llevarnos a ocultar los gravísimos errores en que ha incurrido Francisco durante su pontificado, y que han provocado un daño demoledor a la Iglesia.
Por eso debemos orar intensamente para que el nuevo papa corrija el rumbo de la «Iglesia de Francisco» para que vuelva a la verdad, y brille la única Iglesia Católica que fundó Cristo, totalmente unida, sin ningún atisbo de cisma ni división, en fidelidad al verdadero Magisterio Pontificio de dos milenios, que ningún papa puede contradecir.
Aunque ya le he comentado anteriormente, lo de la intención buena es muy planteable porque hay que demostrarlo con las obras. Y supongo que ya conoce vd. lo de San Ignacio y la intención del prójimo: «todo buen cristiano debe estar más dispuesto a salvar la opinión del prójimo que a condenarla». A lo que alguien certeramente ha añadido: «pero si tienes que estar frecuentemente salvando la opinión del prójimo para ejercer la caridad, quien tiene un problema de caridad es el prójimo, no tu». No se puede ocultar constantemente realidades, hechos y dichos de algo o alguien porque significa que algo falla en ambas partes.
Explica San Atanasio sobre la muerte de Arrio lo siguiente: «Porque el Señor mismo había decidido entre las amenazas de los amigos de Arrio y las oraciones de Alexander obispo. El condenó la herejía arriana, demostrando ser digno de la comunión con la Iglesia. Dios dejó claro a todo el mundo, que aunque el arrianismo podría recibir el apoyo del emperador e incluso de toda la humanidad, sin embargo, debía ser condenada por la Iglesia.»
Lo combatimos durante doce años a cara descubierta.
Dios ha emitido su juicio sobre Bergoglio con la Gran Señal de su muerte después de Semana Santa, cuando Cristo resucitó, Bergoglio muere.
Demasiados ictus en los últimos años
Primero que se aclaren en este artículo por que no es lo mismo un ICTUS que un derrame cerebral
«no es lo mismo un ictus que un derrame cerebral»
Naturalmente que lo es. Puede consultarlo usted mismo en el Diccionario de la Real Academia de Medicina:
«ictus (lat. ictus ‘ataque súbito’; docum. en fr. en sentido actual desde 1861)
1 [ingl. cerebrovascular accident, stroke] s.m. Enfermedad cerebral aguda de origen vascular, bien isquémica, bien HEMORRÁGICA, que representa una de las causas principales de discapacidad y cuya incidencia aumenta con el envejecimiento. Los accidentes isquémicos transitorios acentúan el riesgo de ictus. SINÓNIMOS: accidente cerebrovascular, accidente cerebrovascular agudo, accidente vascular cerebral, accidente vascular encefálico, apoplejía, apoplejía cerebral, enfermedad cerebrovascular aguda, enfermedad vascular cerebral aguda; coloq.: ataque cerebral, congestión cerebral, DERRAME CEREBRAL; desus.: ictus apoplético».
…»bien isquémica, bien hemorrágica»… La isquemia y la hemorragia son cosas distintas. Isquemia implica taponamiento de un vaso y hemorragía ruptura
No me creo ná
Yo creo que le usaron, mantuvieron vivo durante días de aprobar maldades, no lo iban a abandonar en Semana Santa y muy temprano «le enviaron al purgatorio». Quien juega con el mal, muere en sus manos.
Lo que realmente nos importa a los católicos no es la causa de la muerte,sino si recibió o no los sacramentos antes de morir, Unción de enfermos y Viático,de eso ni mu,como buenos mundanos que son.
María. De acuerdo contigo.
Una cosa que hace gracia es cuando dicen: «El Papa Francisco ha regresado a la casa del Padre», o «Ya está en la casa del Padre».
¿Necios! Nadie sabe quién se salva o se condena.
Otra cosa es cuando dicen lo que afirmé primero, ya que el único que regresó al Padre es Nuestro Señor Jesucristo.
Ojalá Dios nos conceda un Papa fiel que limpie de pecados a nuestra Iglesia, y conduzca las almas a Dios.
Los sacramentos los recibió en el hospital varias veces y seguramente hoy tambien
El «seguramente» no vale,lo primero que debe hacer la Iglesia,antes que decir las causas de la muerte es hacer referencia a la parte espiritual del Papa Francisco,el resto es información mundana,vale para un presidente de gobierno,no para el Vicario de Cristo.
El católico NO ES DEL MUNDO,y no debe comportarse como éste.En qué se diferencia entonces de alguien que no cree en la vida eterna?
Nada debe darse por hecho,hay que marcar la diferencia VISIBLEMENTE.
La resistencia: sí que es lo mismo. El ICTUS puede ser: embólico o hemorrágico. Los dos son ICTUS. El primero producido por un émbolo,que obstruye una arteria cerebral produciendo una isquemia. El segundo por la rotura de una arteria que produce una hemorragia intracerebral.
Saludos.
Infobae, periódico digital de Argentina, está lleno de noticias sobre Bergoglio.
¡Y qué deplorables son! Una, habla de su fanatismo por el fútbol; otra habla de Messi y su opinión sobre él; etc.
Pero llega al colmo la succión de medias un artículo escrito por Claudia Peyrou. ¡No escatima elogios! Para esta señora, Bergoglio no posee ningún defecto.
Léanlo y verán que es cierto lo que afirmo.
¿Y siguen sin explicar las circunstancia alrededor de su muerte? No las veo en ningún sitio, se limitan a hacer público un certificado de defunción firmado por un médico necesariamente.
¿Le dió tiempo a pedir ayuda? ¿Estaba siendo cuidado a pie de cama durante las horas anteriores porque tenía problemas? ¿Si estuvo cuidado, estaba consciente hasta la fase final del ictus?. Lo habitual es que estas cosas se digan y sean públicas. Se han hecho con otros papas y es algo normal es que se narren los últimos momentos, no sé porqué no se hace en este caso.