El Vaticano ha confirmado que no es posible eliminar los datos del Registro Bautismal, ya que este constituye una prueba histórica de la administración del sacramento.
Así lo han indicado monseñor Filippo Iannone y monseñor Juan Ignacio Arrieta, prefecto y secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos, en una nota explicativa publicada el 17 de abril.
La Iglesia sostiene que el Bautismo es un acto sacramental con valor histórico y teológico fundamental, del cual dependen otros sacramentos como la Confirmación, el Matrimonio o el Orden Sacerdotal. Por ello, la inscripción en el Registro Bautismal no puede ser modificada ni suprimida, salvo para corregir errores de transcripción.
El Registro Bautismal, según el Derecho Canónico, no es una lista de miembros, sino una constatación objetiva de un hecho eclesiástico. Su propósito es ofrecer certeza sobre la recepción de sacramentos, tanto para la administración pastoral como para la protección de derechos individuales y de terceros.
Renunciar a la Iglesia es posible, pero no al Bautismo recibido
La nota subraya que, si bien una persona puede abandonar libremente la Iglesia, no puede eliminar su bautismo del registro, ya que este permanece como una huella histórica imborrable. En casos de renuncia formal, se permite añadir una nota en el registro con la manifestación de voluntad de dejar la Iglesia, conocida como actus formalis defectionis ab Ecclesia Catholica.
El documento también recuerda que el Bautismo es un sacramento único e irrepetible. En caso de duda sobre su recepción, puede administrarse sub conditione, es decir, de forma condicional, solo si se comprueba que el Bautismo original no tuvo lugar.
Por último, se enfatiza la necesidad de contar con testigos en la celebración del Bautismo, especialmente en sacramentos irrepetibles. Aunque estos no sustituyen al registro oficial, su testimonio puede ayudar a establecer la certeza del hecho.
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Nunca he entendido que la gente se quiera desbautizar, exigiendo un certificado de anulación del bautismo. ¿Qué más da? No hace falta ningún papel, es solo cambiar el chip. Pero, claro, la sola idea de que te echaron un chorrito de agua sin que tú te enterases, que te hizo católico, te guste o no te guste, les da mala leche. «Debieron consultarme», dicen. Pero es tarde para eso. Ya te han soltado el chorro y no hay manera de volverse atrás, salvo que la Iglesia inventé algo que revierta el resultado del bautismo: una ceremonia de despedida de la cristiandad, o algo así. Cómo esto no es probable que ocurra, lo mejor es aceptar que eres católico y vivir como si no lo fueses, es decir, sin ir a misa en toda tu vida. Luego, cuando estés mirando los goteros, con un nudo en el estómago, quizás te acuerdes que te bautizaron y que a lo mejor te dejan ir al cielo. Suerte.
Es ignorancia e incultura las dos únicas virtudes practicadas por esta clase de personas.
¿Y que más da?
En tiempos de Paquito Patascortas, en este país se decía: «En España no existe el divorcio; pero existe el ahí te quedas»
Pues eso,
Que quien quiera puede decir «Ahí te quedas» y celebrarlo con ceremonias y chorrillos de agua.
¿A quién le importa lo que digan los archivos parroquiales?
Si de verdad no le importase a nadie (aunque sea sólo para hacer ruido), no se estaría hablando de ello.
Peligrosíssssimo MostrencoPF nos cuenta cada cierto tiempo anécdotas de Paquito «Patascortas» Largo Caballero, también conocido como Paqui «La Culona» Largo Caballero. No sé muy bien para qué nos lo cuenta: ¿a quién le importan sus batallitas rojelias de invertido rebitao?
rebitao = rebitao.
Con todo respeto.
Hay aclaraciones innecesarias pero está muy bien que se hagan, porque hay pedidos que son por ignorancia pero otros que son realmente de mala fe, una trampa de mala fe como todas las trampas, contienen una tentación, no hay que entrar en la tentación.
Por otra parte es de Verdad que como reconoce el canon 845 § 1. Los sacramentos del bautismo, de la confirmación y del orden imprimen carácter y, por tanto, no pueden reiterarse.
No hay autoridad que pueda borrar esa «impresión de carácter», son una Gracia de Dios.
En el caso del Bautismo es, además, puerta de los sacramentos, cuya recepción de hecho o al menos de deseo es necesaria para la salvación, por el cual los hombres son liberados de los pecados, reengendrados como hijos de Dios e incorporados a la Iglesia, quedando configurados con Cristo por el carácter indeleble, Canon 849.
Quieren «cerrar esa puerta de los Sacramentos» borrando los libros, gravísimo…