El Papa Francisco sorprendió este domingo 13 de abril a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro al aparecer al final de la celebración del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor, presidida por el cardenal Leonardo Sandri. Desde la parvis de la basílica vaticana, el Pontífice, aún convaleciente, dirigió un breve pero emotivo saludo: «¡Feliz Domingo de Ramos y feliz Semana Santa!».
El Papa permaneció en la plaza durante unos diez minutos, saludando a los fieles que lo aclamaban entre aplausos y bajo un rayo de sol que rompió el cielo encapotado. Esta visita se suma a otras recientes apariciones no programadas del Pontífice, como su participación en el Jubileo de los enfermos y del mundo de la salud el domingo anterior, su visita a la Basílica Vaticana el 10 de abril y la oración ante el icono de la Salus Populi Romani en Santa María la Mayor el día previo.
Ante los más de 40.000 fieles reunidos en la plaza, resonó una invitación profunda: llevar la cruz no solo al cuello, sino en el corazón. Y no solo la propia, sino también la de aquellos que sufren a nuestro alrededor. «La pasión de Jesús se transforma en compasión», expresó el cardenal Sandri, transmitiendo el mensaje del Papa, al exhortar a los presentes a ser como Cirineos unos de otros, ayudando a quien ya no puede con su carga, levantando al caído y abrazando al desanimado.
Sandri, vicedecano del Colegio Cardenalicio, ofició la misa como delegado del Papa, quien aún se recupera tras su última hospitalización. Esta liturgia marca el inicio de los ritos de la Semana Santa, el momento más significativo del calendario litúrgico, que culmina con la celebración de la Pascua.
A pesar del cielo gris, la Plaza de San Pedro se engalanó con flores multicolores y plantas procedentes de viveros italianos y holandeses. Cerca del obelisco y las estatuas de los santos Pedro y Pablo se colocaron majestuosos olivos. Se distribuyeron 150 palmas, 200.000 ramitas de olivo, palmas tejidas y la tradicional palme fenix. La procesión litúrgica partió desde el brazo de Constantino hasta el obelisco, donde tuvo lugar la bendición de los ramos y la proclamación del Evangelio que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
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Feliz» Semana Santa es un saludo un tanto pagano ¿no? Sí que se usa, pero por quien desconoce realmente lo que significa la Semana Santa… pero claro, ¿Qué podemos esperar de este Vaticano decadente?
Por lo menos no ha dicho «felices pascuas» o «feliz equinoccio de primavera». Del personaje todo se puede esperar.