Los días 9 y 10 de abril, Vitoria-Gasteiz fue sede por primera vez de un encuentro que puso el foco en la trascendencia histórica y teológica del Concilio de Nicea, celebrado en el año 325.
La cita, organizada por la Facultad de Teología del Norte de España, marcó el inicio de las conmemoraciones por el 1700 aniversario de este hito clave en la historia del cristianismo. A pesar del intento de boicot por parte de un grupúsculo de progres pasados de edad por la presencia del obispo de Asidonia-Jerez, el Congreso se desarrolló con total normalidad y gozó de gran asistencia.
El Concilio de Nicea fue el primer concilio ecuménico de la Iglesia y se celebró en un contexto inédito: en libertad, sin temor a persecuciones. Bajo el auspicio del emperador Constantino, que aún no había sido bautizado pero facilitó todos los medios para reunir a los obispos del mundo conocido, se abordaron cuestiones fundamentales como la afirmación de la divinidad de Jesucristo y la redacción de la primera parte del Credo que aún hoy se proclama. También se fijó la fecha para la celebración de la Pascua y se trataron algunos temas disciplinares internos de menor relevancia.
Durante el Congreso en Vitoria, se analizó desde una perspectiva académica, histórica y teológica el impacto y legado de este concilio. Las sesiones tuvieron lugar tanto en el Aula Magna de la Facultad de Teología como en distintos espacios de la Catedral de Santa María, como su pórtico y la nave principal.
El encuentro reunió a más de 200 participantes y contó con 18 ponencias a cargo de expertos nacionales e internacionales. Entre ellos destacaron el metropolitano ortodoxo Mtr. Kyrillos Katerelos, profesor en la Universidad de Atenas; Silvia Martínez Cano, de la Universidad Complutense de Madrid; Marek Raczkiewicz, de la Universidad Pontificia Comillas; y los teólogos Carlos Izquierdo Yusta y Saturnino López Santidrián, de la Facultad de Teología de Burgos, entre otros. También participaron el obispo de Asidonia-Jerez, Mons. José Rico Pavés, y la profesora y religiosa capuchina Estela Aldave.
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Qué buen homenaje sería VOLVER A REZAR ESTE CREDO en las misas.
Gracias a Dios, asistiendo a la Misa de siempre, rezo ese Credo.
Cada vez que contraprograma algo como ahora o presenta un libro Martínez Gordo, en el auditorio se ven los siempre menguantes viejos. Más que la fe católica, la pesadilla de esta gente es el paso inexorable del tiempo…
Ahí le duele. El Concilio de Nicea, donde nació de hecho la Iglesia. Fue Constantino quien lo convocó. No era Papa, así que quedan pocas dudas de cuáles eran sus intenciones.