A partir del 20 de abril de 2025, el Instituto de Cristo Rey Soberano Sacerdote cesará sus funciones en la parroquia Santa Margarita María de Oakland, tras una decisión tomada por el obispo Michael C. Barber, SJ.
El obispo Barber ha designado al párroco de Santa Margarita María para continuar celebrando la Misa en la Forma Extraordinaria del Rito Romano, también conocida como la Misa Tradicional en latín. Esta decisión se debe a que la diócesis cuenta con suficientes clérigos capacitados para oficiar esta forma litúrgica.
El Instituto de Cristo Rey Soberano Sacerdote, que desde hace tiempo había solicitado una iglesia propia para sus celebraciones, ha trasladado su apostolado a la Capilla del Santísimo Rosario del Hogar de Niños San Vicente en San Rafael. Desde allí, continuará ofreciendo la Misa en la Forma Extraordinaria mientras busca un nuevo lugar para sus actividades ministeriales.
«Agradezco al Instituto de Cristo Rey Soberano Sacerdote por atender las necesidades de la comunidad de la Misa Tradicional en latín en la Diócesis de Oakland desde 2005», expresó el obispo Barber. «Ahora contamos con sacerdotes diocesanos más que suficientes para satisfacer esta importante necesidad espiritual. Al mismo tiempo, la Capilla del Santísimo Rosario en la Escuela para Varones de San Vicente en San Rafael es una iglesia de una belleza espectacular y ofrece un entorno ideal para la Misa Tradicional. Oramos para que Dios bendiga al Instituto en esta nueva etapa de su ministerio».
Por el momento, el Instituto continuará proporcionando un sacerdote para la Misa Extraordinaria en la Capilla del Santísimo Rosario, según su programación habitual. Mientras tanto, los fieles que asisten regularmente a la Misa Tradicional en latín en Santa Margarita María podrán seguir accediendo a este rito en la parroquia bajo la dirección de su párroco asignado.
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Por lo que me llega de los USA, cada vez son más los jóvenes adultos y jóvenes matrimonios que optan por la misa tradicional, algo que no deja de sorprenderme. Yo personalmente no tengo ninguna experiencia con la misa tradicional, pero basta que Bergoglio quiera prohibirlo para que me interese conocerla.
Yo he ido unas cuantas veces… y es impresionante el cambio. Te lo recomiendo.
Nos lo han querido y quieren robar
Intente asistir a la misa tradicional si puede donde vive.
Si a los del anticristo no les gusta, es por algo.
«cada vez son más los jóvenes adultos y jóvenes matrimonios que optan por la misa tradicional» : ¡No sólo en los EEUU!
Y eso a pesar de las Las persecuciones mezquinas por parte de ciertos (muchos) obispos que prefieren sus «carreras»…
Esperemos que las Intenciones del Obispo Barber sean como dice en el comunicado. En resumen sustituir al sacerdote del ICRSS por un sacerdote Diocesano que sepa celebrar ambos ritos para satisfacer a su feligresía, así como darle una capilla mas grande a los sacerdotes de ICRSS. Pues ya la busque por la red y si es mas grande y mas bonita. Esperemos no sea una cuartada para dejarlos sin una y sin otra, para desterrarlos como han hecho varios Prelados.
Pienso que es coartada. Quieren diluir la misa tradicional a como dé lugar. Les molestan los sacerdotes fieles a la doctrina católica verdadera (suelen ser esos los que desean celebrar la misa tradicional nada más, porque saben que es lo mejor para ofrecer a Dios y para salvar sus almas y las de sus fieles) y ya infiltran curas «diocesanos», aleccionados en la iglesia sinodal y con mucha papolatría y obediencia ciega en su haber.
Esperemos que todo lo dicho por este obispo, no sea una pantomima más de esta «iglesia sinodal» y el ICRSS pueda seguir su labor evangelizadora y verdadera. Personalmente asisto a una misa tradicional, en Madrid, e invito a quienes no la conocen o la han perdido, asistan. Es diferente, no sé si mejor o peor; peor sí sé que la diferencia es abismal.
Ese es el problema de operar bajo el alero de un clero apóstata. Hoy, el estado de necesidad justifica plenamente realizar las operaciones básicas de la Tradción Católica quiera o no nuestro actual Sanedrín, así como Cristo predicaba sin el consentimiento de los escribas y fariseos de la época.
Estoy viendo a sacerdotes diocesanos tambaleándose y a punto de perder la fe por el desgaste espiritual que supone la celebración de la misa Novus Ordo. Otros en cambio están aprendiendo la forma tradicional de siempre de la misa católica: cuentan que la diferencia es abismal, que por primera vez entienden el sentido de su sacerdocio en Cristo. Una drena, la otra alimenta.