JD Vance en el ‘Prayer Breakfast’: su testimonio

JD Vance
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El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, pronunció un discurso contundente en el Desayuno Católico Nacional de Oración, un evento que, año tras año, reúne a líderes políticos y religiosos para reflexionar sobre la fe y su papel en la vida pública.

Con un tono cercano pero firme, Vance reafirmó su compromiso con la defensa de los valores cristianos en la administración de Donald Trump, elogiando su enfoque en la protección de los derechos provida, la libertad religiosa y una política exterior orientada a la paz.

El discurso de Vance fue un testimonio personal de su fe católica, su trayectoria en la política y su visión sobre el papel de la religión en la sociedad estadounidense. A lo largo de su intervención, tocó varios puntos clave que resuenan en el actual panorama político y eclesial, desde la persecución a los católicos en EE.UU. hasta la relación de la Iglesia con el gobierno de Trump.

Trump y su relación con los católicos

Desde el comienzo de su intervención, Vance dejó claro que, aunque Donald Trump no es católico, ha sido un presidente que ha trabajado en beneficio de los católicos en Estados Unidos. «Creo que podemos decir que el presidente Trump ha sido increíblemente bueno para los católicos en los Estados Unidos de América», afirmó el vicepresidente. Su argumento se basa en tres pilares fundamentales: la protección de los manifestantes provida, la oposición al aborto financiado con dinero de los contribuyentes y la defensa de la libertad religiosa.

En este punto, Vance contrastó la actitud de la administración Trump con la de su predecesor, criticando que el gobierno anterior «encarcelaba a personas por rezar en silencio a la salida de clínicas provida» y «acosaba a padres católicos provida con numerosos hijos». Para Vance, el giro de 180 grados que ha dado la política estadounidense en apenas un mes de mandato de Trump es una señal clara de que la nueva administración está comprometida con la defensa de la fe y la vida.

La paz como principio cristiano en la política exterior

Uno de los aspectos más destacados del discurso de Vance fue su defensa de la política exterior de Trump como una política de paz. Frente a las décadas de intervencionismo que han caracterizado a la política estadounidense, Vance destacó que «más que cualquier otro presidente en mi tiempo de vida, el presidente Trump ha seguido un camino de paz». Según el vicepresidente, la estabilidad internacional no es solo una cuestión geopolítica, sino que tiene una dimensión moral y religiosa, pues afecta directamente a la libertad de los cristianos en todo el mundo.

«Sabemos que algunos de los grupos más perseguidos en todo el mundo hoy en día son cristianos, y la administración Trump promete que seremos los mayores defensores de la libertad religiosa y los derechos de conciencia», aseguró Vance. No se trata solo de evitar conflictos innecesarios, sino de proteger a las comunidades cristianas que a menudo han sido las más perjudicadas por la política exterior estadounidense. En este sentido, denunció que «a veces son nuestras desventuras en el extranjero las que conducen a la erradicación de comunidades cristianas históricas en todo el mundo».

Con este argumento, el vicepresidente justificó la política de Trump en Rusia, Ucrania y Oriente Medio, afirmando que la paz no solo es una cuestión estratégica, sino un principio moral arraigado en la doctrina cristiana.

El papel de la fe en la política y la sociedad

Vance, quien se convirtió al catolicismo en su vida adulta, habló también de su experiencia personal y del impacto que ha tenido su fe en su trayectoria política. «Soy un ‘católico bebé'», reconoció con humildad, explicando que, como converso, aún tiene mucho que aprender. Sin embargo, dejó claro que su compromiso con la fe es sincero y que su labor como vicepresidente está inspirada en los valores cristianos.

Uno de los momentos más emotivos de su discurso fue cuando relató el bautizo de su hijo de siete años, un evento que, según él, tuvo más significado que incluso su victoria electoral en 2024. «Lo más emocionante para mí en noviembre de 2024 no fue ganar las elecciones, sino que mi hijo decidió bautizarse en la fe cristiana», confesó. Este testimonio personal sirvió para reforzar su mensaje de que la política debe centrarse en la protección de las familias y los valores fundamentales, en lugar de enfocarse únicamente en los indicadores económicos.

En este punto, Vance criticó la visión materialista de la política y la economía, recordando que «la verdadera medida de la salud de una sociedad es la seguridad, la estabilidad y la salud de nuestras familias y de nuestra gente». Para la administración Trump, la prosperidad económica no es un fin en sí mismo, sino un medio para promover el bien común y el florecimiento de la vida familiar.

La Iglesia, los obispos y la política

Otro de los temas clave del discurso fue la relación entre la Iglesia y la política. Vance reconoció que a veces ha tenido desacuerdos con los obispos, pero insistió en que los líderes religiosos desempeñan un papel fundamental en la sociedad. «El clero son líderes espirituales importantes», afirmó, aunque advirtió que los católicos no deben obsesionarse con cada controversia que involucre a la jerarquía eclesiástica.

En este sentido, hizo un llamado a no tratar a los líderes religiosos como si fueran «influencers de redes sociales». «No estamos llamados como cristianos a obsesionarnos con cada controversia en las redes sociales que involucre a la Iglesia Católica», dijo. Con esto, Vance pareció responder a quienes critican constantemente al Papa Francisco, recordando que la Iglesia es una institución milenaria que no puede ser reducida a debates superficiales.

A pesar de sus diferencias con el Santo Padre, Vance mostró respeto y solidaridad hacia él, especialmente en medio de los problemas de salud que enfrenta. «Todos los días mis hijos y yo hemos dicho una oración por el Santo Padre», reveló, y pidió a los presentes que se unieran a él en una oración por el Papa.

Un mensaje de unidad y compromiso cristiano

El discurso de JD Vance en el Desayuno Católico Nacional de Oración fue un claro reflejo de su visión política y religiosa. Defendió la administración Trump como una aliada de los católicos, reafirmó el compromiso de su gobierno con la paz y la libertad religiosa, y compartió su testimonio personal como converso católico.

Más allá de la política, el mensaje central de Vance fue un llamado a recordar lo verdaderamente importante: la fe, la familia y el bien común. En un mundo marcado por la inestabilidad y el relativismo, el vicepresidente de EE.UU. dejó claro que su gobierno no se apartará de los principios cristianos que han guiado a la civilización occidental durante siglos.

«Que Dios los bendiga», concluyó Vance, cerrando su intervención con una nota de esperanza y compromiso con la causa cristiana.

A continuación, les ofrecemos el discurso íntegro que pronunció el vicepresidente de Estados Unidos:

Muchas gracias a todos, muchas gracias. Por favor, siéntense. Diré que aunque en mis días en el sector privado yo era inversor tecnológico en Silicon Valley, treinta días después todavía no sé utilizar mi ordenador del Gobierno del todo. Tendré que improvisar un poco porque pensé en qué diría aquí esta mañana y, por supuesto, eso pone a todo el equipo de comunicación, que está sentado aquí atrás, extremadamente nervioso, porque no tienen ni idea de qué voy a decir. Y antes de continuar, hablé con Luke, que es uno de mis tipos principales de comunicación y le dije: “Luke, esto es todo extraoficial, ¿no? Nadie va a decir o saber lo que dije hoy, o sea que puedo decir lo que quiera decir y estoy seguro de que ninguno lo va a filtrar a Axios, ósea que ninguno de los amigos en los medios de ahí detrás lo retransmitirán en vivo”.

Déjenme dedicar unas pequeñas notas de agradecimiento, lo primero a Morgan Ferguson, que se ha convertido en un querido amigo y sé que también en un gran líder en esta comunidad. Ella y su marido Mike han sido mejores y más amables conmigo de lo que merezco, y mi familia entera ha sido beneficiaria de ello, especialmente en encontrar un lugar al que llevar a mis hijos al colegio en el último momento, porque soy un poco procrastinador. Y Morgan y Mike han sido muy útiles al ayudarnos a navegar el ambiente de los colegios de DC para nuestros hijos, por lo que estamos muy agradecidos.

Quiero dar un saludo y una nota de agradecimiento al congresista Chris Smith del gran estado de Nueva Jersey, quien sé que ha recibido el gran premio, y estamos agradecidos por su liderazgo y agradecidos por su amistad. Es un gran tipo, así que Chris, supongo que estás por ahí en algún sitio, aunque no te puedo ver, pero enhorabuena, tío, estamos orgullosos de ti y estoy orgulloso de estar aquí contigo.

Quiero agradecer Mark Randall, quien por supuesto ha servido de anfitrión de un increíble desayuno por ahora. Este es el vigésimo año, creo, del Desayuno Católico Nacional de Oración, y parece que estamos haciéndolo bastante bien aquí en el Desayuno Católico Nacional de Oración. Y por supuesto este desayuno tiene un lugar especial en mi corazón, como Morin ha mencionado, vine aquí el año pasado como un senador muy joven sin saber cuánto cambiaría mi vida, y estoy agradecido a Dios, pero también agradecido a la amistad de la gente en esta sala por ayudarnos a llegar allí, porque creo que hemos pasado una nueva página en Washington, D.C., y vamos a aprovechar la oportunidad que Dios nos ha dado.

Quiero decir un par de palabras sobre la política de la Administración Trump porque, si bien es cierto que no siempre estarán de acuerdo con todo lo que hacemos en la Administración del presidente Trump, me siento muy seguro de decir que entre proteger los derechos de los manifestantes provida, entre asegurar que tengamos la oportunidad de proteger los derechos de los no nacidos en primer lugar y, lo que es más importante, proteger la libertad religiosa de todas las personas —pero en particular, de los católicos—, creo que podemos decir que el presidente Trump —sin ser él católico— ha sido un presidente increíblemente bueno para los católicos en los Estados Unidos de América.

Ahora bien, sabemos que a la última Administración le gustaba encarcelar a personas por rezar en silencio a la salida de clínicas provida. Sabemos que les gustaba acosar a padres provida de siete hijos —a menudo, padres católicos— por participar en el movimiento provida. Y sabemos que la última Administración quería proteger el aborto financiado por los contribuyentes hasta el mismo momento del nacimiento.

En cada uno de esos temas, en apenas 30 días, Donald J. Trump ha ido en la dirección exactamente opuesta y estoy agradecido por ello. Y estoy seguro de que cada persona en esta sala también está agradecida por ello. Pero, en realidad, quiero hablar de un par de cosas más en particular.

Uno de los aspectos más importantes de la política del presidente Trump, y en el que creo que está más en consonancia con la enseñanza social cristiana y con la fe católica, es que, más que cualquier otro presidente en mi tiempo de vida, el presidente Trump ha seguido un camino de paz. Y creo que, muy a menudo, ignoramos la forma en que nuestra política exterior es un instrumento o un impedimento para que la gente de todo el mundo pueda practicar su fe. Y sabemos —y, por supuesto, como aprendí en este desayuno el año pasado, había algunos sacerdotes nigerianos que estaban siendo perseguidos y que estaban tratando de proteger a su rebaño a pesar de una persecución increíble—, sabemos que algunos de los grupos más perseguidos en todo el mundo hoy en día son cristianos, y la Administración
Trump promete que, ya sea aquí en nuestro país con nuestros propios ciudadanos o en todo el mundo, seremos los mayores defensores de la libertad religiosa y los derechos de conciencia. Y creo que esas políticas beneficiarán a los católicos en particular en todo el mundo.

Pero yo diría, amigos míos, que no basta con proteger los derechos de conciencia, con buscar oportunidades de financiación y de concesión de subvenciones que protejan los derechos de las personas a participar en la conciencia religiosa. También tenemos que recordar que, a menudo, los mayores impedimentos a la libertad religiosa no han surgido por malicia del gobierno de los Estados Unidos, sino por descuido. Y una de las cosas que, para ser sincero, más me avergüenza es que, en los Estados Unidos de América, a veces son nuestras desventuras en el extranjero las que conducen a la erradicación de comunidades cristianas históricas en todo el mundo.

Por eso, cuando el presidente Trump habla de la necesidad de lograr la paz, ya sea en Rusia, en Ucrania o en Oriente Medio, por supuesto que tenemos que reconocer que se trata de una política orientada a salvar vidas y a cumplir uno de los mandamientos más importantes de Cristo, pero creo que también debemos reconocerlo como un esfuerzo por proteger la libertad religiosa de los cristianos, porque en los últimos 40 años, han sido a menudo las comunidades cristianas históricas las que han soportado el peso de la fallida política exterior estadounidense y esa es, en mi opinión, quizás la forma más importante en la que Donald Trump ha defendido los derechos cristianos en todo el mundo. Tiene
una política exterior orientada a la paz. Ya lo hemos hecho mucho en los últimos 30 días, y estoy orgulloso de que trabajaremos por la paz en todo el mundo en los cuatro años restantes del mandato del presidente Trump, y creo que eso es algo importante.

Por supuesto, no siempre vamos a estar de acuerdo, y estoy seguro de que hay personas en esta sala que están de acuerdo o en desacuerdo con algunas de nuestras opiniones sobre política exterior en una serie de cuestiones. Lo único que les prometo es que siempre van a tener la puerta abierta conmigo y con el presidente. Creo que ya lo han visto, y si no lo han visto, por favor vengan y traigan sus inquietudes —y algunos de ustedes ya me han traído muchas inquietudes en los últimos 30 días—, pero también sus “¡Bien hecho!”, porque creo que parte de ser una buena Administración presidencial para las personas de fe en todo Estados Unidos, parte de ello es escuchar a las personas de fe cuando tienen inquietudes.

Y creo que es importante —y me comprometo con ustedes, delante de Dios y delante de todas esas cámaras de televisión que están ahí atrás— que siempre escucharemos a las personas de fe y de conciencia en los Estados Unidos de América. Tienen la puerta abierta a la Administración Trump, aunque— y, sobre todo, quizá cuando— no estén de acuerdo con nosotros. Así que, por favor, aprovechen esa oportunidad: comuníquese con nosotros cuando hagamos las cosas bien, pero también cuando las hagamos mal. Y esa es mi solemne obligación, pero también mi solicitud porque, por supuesto, como he aprendido durante la campaña —por supuesto, tengo protección del Servicio Secreto y se ha incrementado ahora que soy el vicepresidente de los Estados Unidos— vivo en una burbuja, damas y caballeros, vivo en una burbuja errante y dondequiera que voy, estoy rodeado de agentes armados. La única manera de mantenerme honesto, y la única manera de saber qué está afectando realmente las vidas reales de las personas en todo nuestro país, es que ustedes hablen con nosotros. Así que, por favor, consideren esa puerta abierta en gran medida como una invitación, pero también como una solicitud.

Y diré que creo que soy el primer converso católico que ha sido vicepresidente de los Estados Unidos. Aprecio que aplaudan porque resulta que hay algunas personas en Internet a las que no les gustan los conversos católicos. Y, de hecho, hay algunos católicos a los que parece que no les gustan los conversos católicos. Lo he aprendido a las malas. Pero, por supuesto, la gran mayoría de mis hermanos y hermanas en Cristo han sido increíblemente acogedores e increíblemente caritativos y por eso estoy agradecido.

Quería reflexionar sobre eso, sobre ser católico y, particularmente, un católico converso en la vida pública, con la esperanza de que tal vez pueda brindar algo de sabiduría o alguna guía, o tal vez solo algunas historias interesantes para aquellos de ustedes que están disfrutando de su desayuno. Y saben, una de las cosas que trato de recordarme como converso es que hay muchas cosas que no sé. Cuando era niño, solíamos llamar a los nuevos conversos a la fe «cristianos bebés» y reconozco plenamente que soy un «católico bebé»; que hay cosas sobre la fe que no sé. Por eso trato de ser lo más humilde que puedo cuando hablo sobre la fe y en público, porque, por supuesto, no siempre voy a hacerlo bien. Y no quiero que mis deficiencias al describir nuestra fe recaigan sobre la fe misma. Así que, si alguna vez me escuchan pontificar sobre la fe católica, por favor tengan presente que lo hago desde un lugar de profunda creencia, pero también desde un lugar en el que no siempre lo sé todo en todo momento.

Y, como ya saben, ahora digo que, por supuesto, no intento comentar cada uno de los temas católicos. Intento no involucrarme en las guerras civiles entre dominicos y jesuitas y entre católicos conservadores y progresistas. Pero, como dijo Michael Corleone en El Padrino, “a veces me vuelven a atraer”. A veces no puedo evitar hablar sin parar. Después de todo, soy un político, damas y caballeros.

Pero lo que he tratado de recordar a la gente, y lo que trato de recordarme a mí mismo, es que lo que me atrajo de la fe cristiana, y lo que me atrajo de esta Iglesia en particular, es el reconocimiento de que la gracia no es algo que sucede instantáneamente. Es algo que Dios obra en nosotros durante un largo período de tiempo, a veces muchos años y a veces muchas décadas. Creo que, cuando era niño, suponía que la gracia es algo por lo que el Espíritu Santo vendría y resolvería todos nuestros problemas.

Aprendí a las malas, como católico —en parte, siguiendo la vida sacramental lo mejor que pude— que la gracia es en gran medida un proceso que Dios obra en nosotros con el tiempo. Nos acerca a él y nos hace mejores personas en el proceso. Y así, cuando me convertí al catolicismo, probablemente me confesaba cada dos semanas porque no iba a Misa todas las semanas. Surgían imprevistos, tenía viajes de negocios, los niños se ponían malos, y recuerdo que ese proceso de pensar: vale, si no voy a la iglesia esta semana, tendré que ir a hablar con algún extraño sobre todo lo que hice mal las últimas dos semanas, y ese proceso generó en mí una disciplina mucho mejor, una vida de oración mucho
mejor. Y sabes que probablemente estoy bateando como el 95% de los domingos ahora que realmente voy a Misa. Esta es, creo, una de las genialidades de nuestra fe: que nos enseña a través de la repetición de algunas maneras, y nos forma a través de un proceso, por supuesto, que creo que está en el corazón del misterio de la fe, que, de alguna manera, al practicar los sacramentos —incluso de manera imperfecta, como claramente lo hago yo—, Dios nos transforma.

Y aunque soy un cristiano tan imperfecto como cualquier otra persona en esta sala, realmente siento que Dios me está transformando todos los días, y esa es una de las grandes bendiciones de nuestra fe y una de las grandes bendiciones de seguir los sacramentos como trato de hacerlo. Así que gracias a todos por dar la bienvenida a un converso en sus filas, porque sin duda me beneficio de ello, y mi
familia también.

La segunda cosa que me llevo de mi fe católica es el reconocimiento de que las cosas más importantes y profundas no son materiales. No son el PIB ni las cifras que vemos en el mercado de valores. La verdadera medida de la salud de una sociedad es la seguridad, la estabilidad y la salud de nuestras familias y de nuestra gente. En la Administración del presidente Trump nos dedicamos a producir prosperidad, pero esa prosperidad es un medio para alcanzar un fin. Y ese fin es, esperemos, el florecimiento de la vida de cada uno de los ciudadanos de los Estados Unidos de América.

Por eso nos preocupamos por estas cosas. A menudo me recuerdo a mí mismo que ha habido momentos en el pasado en los que sabes que las cifras del PIB tal vez iban en la dirección correcta, en los que el mercado de valores iba en la dirección correcta, pero Estados Unidos de América estaba perdiendo esperanza de vida. Creo que lo que la Iglesia Católica me pide que haga es decir que, si el mercado de valores va bien, pero la gente está literalmente muriendo y perdiendo años de su vida, entonces tenemos que hacerlo mejor como país.

El catolicismo —el cristianismo en su raíz, creo— enseña a nuestros funcionarios públicos a preocuparse por las cosas profundas, las cosas importantes, la protección de los no nacidos, el desarrollo de nuestros hijos y la salud y la santidad de nuestros matrimonios. Y sí, nos preocupamos por la prosperidad, pero nos preocupamos por la prosperidad para poder promover el bien común de todos los ciudadanos de Estados Unidos de América.

Y cuando pienso en las cosas profundas, las cosas que realmente importan, hay algo realmente asombroso que me pasó en noviembre de 2024. Todos mis amigos estaban allí, toda mi familia estaba allí. Estábamos reunidos en un gran momento de celebración y, por supuesto, estoy hablando de cuando mi hijo de 7 años eligió bautizarse en la fe cristiana. Y ahora está en la escuela, así que no verá esto, pero por increíble que fuera ganar las elecciones, por supuesto, en noviembre de 2024, y por increíble que fuera saber que el presidente Trump volvería a ser presidente y lograría tantas cosas buenas para el pueblo estadounidense, lo que más me emocionó en noviembre de 2024 fue que la semana después de que ganamos las elecciones, mi hijo eligió bautizarse en la fe cristiana.

Ahora bien, la idea básica es la siguiente: para aquellos de ustedes, por supuesto (supongo que la mayoría son católicos de cuna—, normalmente bautizamos a los bebés con agua en la Iglesia Católica desde muy temprano. Pero, como muchos de ustedes saben, yo soy parte de un matrimonio interreligioso. Mi esposa, aunque viene a la iglesia con nosotros casi todos los domingos, no es católica. Así que el trato que hemos hecho es que criaremos a nuestros hijos como católicos, pero les permitiremos elegir el momento en el que quieran bautizarse. Y si eso es un sacrilegio terrible, culpen a los dominicos, porque ellos son los que idearon este plan.

Pero mi hijo de 7 años decidió bautizarse y fue quizás el momento de mayor orgullo que he tenido como padre. Se lo tomó muy en serio y quería saber qué era lo correcto que debía decir: «Papá, ¿qué tengo que hacer? ¿Qué significa esto? ¿Por qué es importante?».

Y para mí fue algo asombroso ver a mi hijo de siete años trabajando en estas cuestiones por sí mismo, y cuando hablo de las cosas profundas, las cosas importantes, a eso me refiero. Por supuesto que nos preocupamos por nuestros indicadores económicos y por supuesto que nos preocupamos por los salarios de nuestros ciudadanos. Nos preocupamos por esas cosas porque cuando a nuestra gente le va mejor, puede tener el tipo de momentos que promueven el tipo de florecimiento que todos creemos que es el núcleo mismo de una buena vida humana y eso, por supuesto, en mi caso, fue ver a mi pequeño hijo de siete años bautizarse. Y aunque, repito, nunca seré perfecto, siempre trataré de
recordarme que el objetivo de nuestra política pública es promover el bien común y lucharé por eso todos los días que sea funcionario público.

Y eso me lleva a la última observación que me gustaría hacer como cristiano, como católico converso en la vida pública: a veces a los obispos no les gusta lo que digo y estoy seguro, por cierto, de que a veces tienen razón y a veces se equivocan. Mi objetivo no es litigar cuándo tengo razón y cuándo ellos se equivocan o viceversa. Mi objetivo es, tal vez, articular la forma en que pienso sobre ser cristiano en la vida pública cuando también hay líderes religiosos en la vida pública que tienen el deber espiritual de hablar sobre los temas del día. Y la forma en que trato de pensar en ello es que la Iglesia católica es una especie de tecnología. Es una tecnología que se desarrolló hace 2000 años y está entrando en contacto con una tecnología que tiene unos 10 o 20 años, y son, por supuesto, las redes sociales.

Lo que trato de recordarme es que el clero son líderes espirituales importantes. A veces se oye a la gente decir: «Bueno, dejaremos que el clero hable de los asuntos de la Iglesia, pero podemos ignorarlos cuando se trata de asuntos de política pública». Creo que esa es la forma incorrecta de verlo. Ciertamente, no es la forma correcta de verlo para mí. Pero lo que trato de recordarme es que no estamos llamados como cristianos a obsesionarnos con cada controversia en las redes sociales que implique a la Iglesia Católica, ya sea que involucre a un sacerdote, a un obispo o al propio Santo Padre.

Creo que, francamente, podríamos tomar ejemplo de nuestros abuelos, que respetaban a nuestro clero, que recurrían a ellos en busca de orientación, pero no se obsesionaban ni peleaban por cada palabra que salía de su boca y entraba en las redes sociales. No creo que eso sea bueno y no estoy aconsejándolos a todos ustedes, pero no creo que sea bueno para nosotros, como cristianos, pelearnos constantemente entre nosotros por cada controversia que hay en la Iglesia. A veces deberíamos dejar que estas cosas se desarrollen un poco y tratar de vivir nuestra fe lo mejor que podamos bajo los dictados de nuestra fe y bajo los dictados de nuestros líderes espirituales, pero no someterlos a los
estándares de los influencers de las redes sociales, porque no lo son.

Eso me lleva, por supuesto, al último punto que quiero señalar, que es que, como probablemente habrán visto públicamente, el Santo Padre, el Papa Francisco, ha criticado algunas de nuestras políticas en materia de inmigración. Repito, mi objetivo aquí no es litigar con él ni con ningún otro miembro del clero sobre quién tiene razón y quién no. Obviamente, ustedes conocen mis puntos de vista y hablaré de ellos constantemente porque creo que tengo que hacerlo porque sirve al mejor interés del pueblo estadounidense.

Lo que quiero hacer en cambio es recordarles, y hablo con muchos católicos conservadores y también con católicos progresistas, que a veces muchos católicos conservadores están demasiado preocupados por sus críticas políticas a un miembro del clero en particular o al líder de la Iglesia Católica. Y, por supuesto, no les digo que estén equivocados porque a veces incluso estoy de acuerdo con ustedes. Creo que lo que diría es que no es lo mejor para ninguno de nosotros, nuevamente, tratar a los líderes religiosos de nuestra fe como a un influencer de las redes sociales más, y creo, francamente, que eso se aplica en ambos sentidos, si me permiten el atrevimiento.

Creo que es responsabilidad de nuestros líderes religiosos reconocer que en la era de las redes sociales, la gente estará pendiente de cada palabra que pronuncien, incluso si esa no era su intención e incluso si una declaración determinada no estaba destinada a ser consumida en la era de las redes sociales, pero todos los días desde que me enteré de la enfermedad del Papa Francisco, rezo una oración por el Santo Padre, porque aunque sí, ciertamente me sorprendió cuando criticó nuestra política de inmigración de la manera en que lo hizo, creo que el Papa es fundamentalmente una persona que se preocupa por el rebaño de cristianos bajo su liderazgo. Y es un hombre que se preocupa por la
dirección espiritual de la fe.

Digo esto porque todos los días mis hijos y yo hemos dicho una oración por el Santo Padre y oramos por su salud y por su consuelo mientras enfrenta lo que parece ser una crisis de salud bastante grave.

Y aunque, sí, algunos de nuestros medios de comunicación y algunos de nuestros influencers en las redes sociales e incluso algunos de nosotros católicos, creo, intentamos incluir al Santo Padre en cada batalla de la guerra cultural en la política estadounidense, siempre recordaré al Santo Padre, —ya sea que supere esta enfermedad, y ciertamente espero que lo haga— siempre recordaré al Santo Padre en marzo de 2020… En un momento de increíble estrés para realmente todo el mundo, recuerden que fue el apogeo de la pandemia de COVID. Ninguno de nosotros sabía lo grave que era. Escuchamos informes de Italia sobre personas que morían en masa con respiradores y, personalmente, yo había dado la bienvenida al mundo a nuestro segundo hijo unas semanas antes, así que cuando se produjo la pandemia, tenía un bebé de 3 semanas en casa y fui a Dick’s Sporting Goods y compré 900 cartuchos de munición y luego fui a Walmart y compré dos bolsas de arroz y me senté en casa con mis bolsas de arroz y mis 900 cartuchos de munición y dije: «Está bien, vamos a esperar a que esto pase».

Y en ese vacío, cuando mucha gente no sabía lo mal que estaba —y por supuesto, afortunadamente la pandemia no fue tan mala como las peores predicciones, fue bastante mala, pero no tan mala como las peores predicciones—, creo que todos podemos recordar ese momento del Santo Padre de pie en una Plaza de San Pedro vacía, sosteniendo la Eucaristía sobre su cabeza y dando un sermón al que volví constantemente porque fue increíblemente significativo para mí en ese momento y sigue siendo significativo hoy, y por eso, si me perdonan, espero que no les moleste que lea solo un extracto de la homilía que dio el Papa Francisco:

«Al atardecer» (Mc 4,35). Así comienza el pasaje evangélico que hemos escuchado. Desde hace semanas, ha anochecido. Una densa oscuridad se ha apoderado de nuestras plazas, de nuestras calles y de nuestras ciudades; se ha apoderado de nuestra vida, llenándolo todo de un silencio ensordecedor y de un vacío angustioso, que todo lo detiene a su paso; lo sentimos en el aire, lo percibimos en los gestos de las personas, las miradas nos delatan. Nos encontramos asustados y perdidos. Como a los discípulos del Evangelio, nos ha sorprendido una tormenta inesperada y tumultuosa. Nos hemos dado cuenta de que estamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados, pero al mismo tiempo importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de consolar al otro. En esta barca… estamos todos. Como aquellos discípulos, que hablaban con angustia y con una sola voz: «Estamos pereciendo», también nosotros nos hemos dado cuenta de que no podemos seguir pensando en nosotros mismos, sino que sólo juntos podemos hacerlo.

Es fácil reconocernos en este relato. Lo que resulta más difícil de entender es la actitud de Jesús. Mientras sus discípulos están, como es natural, alarmados y desesperados, él está en la popa, en la parte de la barca que primero se hunde. ¿Y qué hace? A pesar de la tempestad, sigue durmiendo profundamente, confiado en el Padre; es la única vez en los Evangelios que vemos a Jesús durmiendo. Cuando se despierta, después de calmar el viento y las aguas, se dirige a los discípulos con voz de reproche: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?»

Tratemos de entender. ¿En qué consiste la falta de fe de los discípulos, en contraste con la confianza de Jesús? No habían dejado de creer en Él; de hecho, lo invocaban. Pero vemos cómo lo invocan: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos? ¿No te importa?»: piensan que a Jesús no le interesan, que no le importan. Una de las cosas que más nos duele a nosotros y a nuestras familias cuando oímos decir: «¿No te importo?». Es una frase que hiere y desata tempestades en nuestro corazón. Habría sacudido también a Jesús. Porque Él, más que nadie, se
preocupa por nosotros. En efecto, una vez que lo han invocado, salva a sus discípulos del desaliento.

La tormenta desnuda nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas certezas en torno a las cuales hemos construido nuestras agendas cotidianas, nuestros proyectos, nuestros hábitos y prioridades. Nos muestra cómo hemos dejado embotar y debilitar lo que nutre, sostiene y fortalece nuestra vida y nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todas nuestras ideas preconcebidas y el olvido de lo que nutre el alma de nuestros pueblos; todos esos intentos de anestesiarnos con formas de pensar y actuar que supuestamente nos «salvan», pero que resultan incapaces de ponernos en contacto con nuestras raíces y mantener viva la memoria de quienes nos han precedido. Nos privamos de los anticuerpos que necesitamos para enfrentar la adversidad.

Y creo que esa es una frase increíble. Que lo que hacemos tan a menudo en nuestras vidas, nuestra vida pública, nuestra vida privada, es privarnos de los anticuerpos que necesitamos para enfrentar la adversidad.

Así es como siempre recordaré al Santo Padre: como un gran pastor. Como un hombre que sabe decir la verdad de la fe de una manera muy profunda en un momento de gran crisis. Por eso, me gustaría pedirles a todos ustedes que se unan a mí en esta oración por el Papa Francisco:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Dios todopoderoso y generoso, te damos gracias por tu caridad. Por favor, concede tu misericordia al Papa Francisco para que pueda recuperarse de su enfermedad y guiarnos en un cuidado atento. Te rogamos que bendigas a los médicos, enfermeras y personal médico de nuestro Santo Padre con sabiduría y capacidad para que puedas trabajar a través de ellos para renovar la salud de tu pastor por medio de Cristo Nuestro Señor. Amén.

Y creo que, concluyendo mis comentarios aquí: nunca voy a ser perfecto. Nunca voy a hacerlo todo bien. Pero lo que intentaré hacer es ser el tipo de líder que ayude a nuestra civilización compartida a desarrollar esos verdaderos anticuerpos contra la adversidad. Y si el Santo Padre puede escucharnos, espero que sepa que hay miles de católicos fieles en esta sala y millones de católicos fieles en este país que están rezando por él mientras enfrenta su particular tormenta.

Que Dios los bendiga.
Gracias.

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Comentarios
60 comentarios en “JD Vance en el ‘Prayer Breakfast’: su testimonio
  1. Este se convirtió cuando Peter Thiel le pagó para adoptar el papel de católico. Hasta entonces era woke.

    El periodista argentino amigo de infovaticana @nicolasmorasok del canal de Youtube «los liberales» cuenta los detalles.

    Como tantos otros, todos, van adoptando el rol que les encomiendan los jefes, ellos solo son actores.

    Y los panolis se dejan arrastrar como los ratones por el flautista de Hamelín.

      1. Donald Trump y J.D. Vance son como Ciro y Constantino. Nos han traído la liberación después de años de legislaciones anticatólicas. Ellos están implementando los valores cristianos y frenando el nuevo orden mundial.
        Si ahora del cónclave sale un buen papa que vuelva a la doctrina católica tras el errático pontificado de Francisco, se abren grandes esperanzas para un tiempo de paz y seguridad.
        Demos gracias a Dios.

        1. ¿Dar gracias a Dios por dos bandidos anticristianos que simulan combatir junto a nosotros en la trinchera de nuestra Santa Fe? ¡Cómo se engañan los conservadores!

          Lo primero que dice ese pollo es que Trump defiende a los cristianos por estas tres cosas: «tres pilares fundamentales: la protección de los manifestantes provida, la oposición al aborto financiado con dinero de los contribuyentes y la defensa de la libertad religiosa». Y yo le pregunto Sacerdote Católico, ¿es que no sabe que la llamada libertad religiosa (que no es lo mismo que la libertad de la verdadera religión, que es la nuestra) está condenada por la Iglesia? ¿Y que en nada difiere a los eufemismos protestantes desde hace siglos, donde so capa de tolerancia, sólo han buscado la licencia de todas las sectas sin que nada se opusiera? Y, ¿no ve que cuando supuestamente se oponen a la matanza del aborto, no es por otra cosa sino por su coste de dinero público, y no por ser algo contrario a la ley de Dios? Y así con todo

          1. Gabriel, estos curas salidos de la estafa conciliar solo conocen el decreto de libertad religiosa, tienen todavía el cascarón pegado al culo, e ignoran la Unidad Católica, el reinado social de Cristo y se ciscan en los Derechos de Dios, durante siglos defendido por la iglesia, en concreto en España desde el Concilio visigodo de Toledo de Recaredo del 589. Esta nueva morralla de curas liberales no tiene ni zorra idea de lo que es un estado católico, y se entusiasman ante advenedizos salidos todos de la masonería y del cisma de Lutero. Lo de Ciro y Constantino si no fuera una tragedia, seria para des cojonarse de la risa, menudos alcapones mafiosos, Dios mío, adorados por la canalla liberal y neocona como nuevos becerros de oro. Carlismo Rebelde

          2. Gabriel, este es el triste panorama de la iglesia modernista que se extiende no solo a los progresistas como Francisco, si no también a los neocones, como el falso cura y su acólito católicos, que demuestran una ignorancia supina, al desconocer conceptos básicos de la Tradición española como, la UNIDAD CATÓLICA, LOS DERECHOS DE DIOS, Y EL REINADO SOCIAL DE CRISTO, con 1500 años de historia, todos ellos pisoteados por el concilio de marras, en aras al decreto blasfemo de Libertad religiosa, por la cual, la salvación ya no pasa por Cristo, si no por cualquier falsa religión. Y claro, como les puede la ignorancia, se agarran a un clavo ardiendo, hasta del demonio representados por estos dos mafiosos, que con su trampantojo cristiano engañan como chinos al pueblo incauto, incluso al clero mas ignorante de la historia. Mafiosos claro, que provienen de la reforma protestante y de la masonería.

          3. La derivación del carlismo que promueven Cruz de Borgoña, Caradeplata y compañía, es una ideología política mortecina, extremista y violenta, que tiene la arrogancia de presentarse como si fuera la verdadera representante de la Tradición de la Iglesia, sin serlo realmente. Y por eso, estadistas católicos como el Generalísimo Franco, se distanciaron de ese movimiento político. La ideología que ellos proponen, está combatiendo las mejores iniciativas de implementación de la ética cristiana que acertadamente están promoviendo buenos líderes políticos como Trump, Vance, Orbán, Abascal, etc. Con lo cual, esa ideología carlista es perjudicial a la causa de Cristo y de su Iglesia, y favorece a la izquierda, por todo lo cual debemos refutar sus errores.
            Gracias a Dios tienen muy pocos seguidores, pero no debemos bajar la guardia para evitar la confusión que ellos promueven.

          4. Sacerdote Catolico.

            «esa ideología carlista es perjudicial a la causa de Cristo y de su Iglesia, y favorece a la izquierda, por todo lo cual debemos refutar sus errores».

            Esperamos que empieces a refutarlos tú.
            ¡No tenemos prisa!
            Empieza a argumentar, más allá de que tú estés deslumbrado por los desvaríos de un adúltero, abusón, traidor a sus aliados, defensor del aborto, enemigo de tu patria, que utiliza el poder del Estado para su enriquecimiento personal, que se declara a sí mismo la «nueva venida de Dios en la tierra», que se representa así mismo en un vídeo como un dios oriental en una estatua de oro de varios metros…
            Señala un solo punto de la ideología carlista que vaya contra la doctrina de la Santa Madre Iglesia, y mira a ver el número que llevas grabado tú en la frente.

          5. «¡No tenemos prisa!»

            Pues Vuesa Merced debería, porque aunque ha aumentado la esperanza de vida, aún no es de 150 años, y ya no sois precisamente un jovenzuelo.

            «Señala un solo punto de la ideología carlista que vaya contra la doctrina de la Santa Madre Iglesia»

            ¿Incluyendo el sedevacantismo que profesan algunos de los pocos que dicen defender esos postulados políticos de hace dos siglos? Pues ese mismo: el sedevacantismo, sin ir más lejos. Es incompatible con la fe católica, incluyendo varios dogmas definidos «ex cathedra» en otros tantos concilios dogmáticos.

            Pero eso usted ya lo sabe. Así que no vuelva con la misma matraca de siempre. Asúmalo: la proabortista Ke Mala perdió las últimas elecciones en EE.UU. Debería usted canalizar su frustración y tristeza haciendo deporte o estudiando (ambas actividades le vendrían muy bien), en vez de perder el tiempo aquí con su pataleta permanente, que no va a ninguna parte.

          6. Muy bien cathólicvs.
            Una vez leída tu chor ra da, seguiré esperando la contestación de Sacerdote Católico, que seguro que puede contestar por sí mismo.

          7. Quién espera, desespera. Si se aburre, haga sudokus, en vez de decidir quién debe contestarle (lo cual no depende de usted) para poder seguir dando la matraca. La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Usted no necesita que le digan lo mismo personas diferentes, porque además de que la verdad no cambia dependiendo de quién se la diga, no le interesa lo más mínimo la respuesta a su pregunta (que usted creía retórica).

        2. En cuanto a J.D. Vance, es un católico sincero, un fiel íntegro, un hombre de Dios, que con gran valor da público testimonio de la única fe verdadera, y trabaja con dedicación para que la ética cristiana se haga presente en las distintas realidades del sistema legislativo y ejecutivo. Necesitamos políticos como él, y Donald Trump ha hecho una magnífica elección escogiéndolo como vicepresidente.

          1. En Ucrania no lo digas muy alto a todos los familiares de los asesinados por Putin, XD

          2. ¿Qué familiares? ¿No nos vendieron al empezar la guerra que se habían exiliado a Polonia y a otros países limítrofes seis millones de ucranianos? Y eso solo al principio. Deben de tener el don de la ubicuidad para estar en el exilio y siendo asesinados «por Putin» (nada menos) en Ucrania al mismo tiempo. Por otro lado, a quienes estarán muy agradecidos los ucranianos será a Biden «El Teleñeco» (antes «El Católico»), que fue quien comenzó la guerra junto con el judío Zelenski.

          3. Don Alberto Alcocer: El Presidente Putin no ha asesinado a nadie en Ucrania. Las víctimas ucranianas no son el resultado de crímenes de guerra, salvo excepciones que si se confirman, son juzgadas y debidamente castigadas por el Ejército Ruso. Y por cierto, por parte de Ucrania se han probado crímenes de guerra contra rusos o prorrusos, y esa fue una de las causa del inicio del conflicto. Lo que allí ocurre es una guerra, y en toda guerra, caen combatientes, y se producen daños colaterales. Como ya hemos expuesto en varias ocasiones, las causas de esa guerra son complejas, y la realidad es que Rusia se está defendiendo. (Recuérdese el golpe de estado del «Maidán», las masacres de los ucranianos contra la población rusa del Dombás, la amenaza a la seguridad rusa si Ucrania instala misiles nucleares, el tema del cierre del Nord Stream 2, etc.)

          4. Pero ahora ha llegado el Presidente Trump, que es pacifista, y va a acabar con esa guerra que promovieron Biden, Soros, UE, etc.
            En cambio Zelensky es el que está poniendo tropiezos a los acuerdos de paz, y por eso muy oportunamente le dijo Trump: «Vuelva cuando esté preparado para la paz.»

        3. No sabía yo que humillar ante EL MUNDO ENTERO a un jefe de gobierno cuyo pueblo está siendo MACHACADO era católico. Curioso.

          1. Jefe de Estado, no de gobierno.
            Humilló (el supuesto católico) a una nación entera en una encerrona ante la prensa, para ser aplaudido por su homólogo ruso Dimitri Medvédev, mamporrero de Putin como el de Trump, que dijo: «El cerdo insolente recibió una buena bofetada»
            Como decía Jiménez los Santos:
            «… ni siquiera en la diplomacia de las cañoneras, en la Guerra del Opio, o en la invasión de Polonia por Hitler y Stalin, modelo del reparto de Ucrania que pretende imponer la Casa Negra, se exhibió la brutalidad televisada de los émulos del Padrino chantajeando a un tendero con quitarle la protección que ya le cobraban si no entrega la tienda familiar a la famiglia Corleone… a Trump sólo le faltó eructar, y al Vicematón defecar en la alfombra y morder físicamente al invitado, porque moralmente vaya si mordió el perro».
            Trump es el Bergoglio de EEUU y Vance su Tucho.

          2. ¿Pero no iba a Estados Unidos a firmar un acuerdo ya debatido entre las partes? ¿Para qué se pone delante de las cámaras a decir que no estaba de acuerdo, cuando ya estaba todo hablado? Que no hubiera ido. Y a ver si se entera: el pueblo ucraniano está siendo machacado desde 2014, tras el golpe de Estado financiado por Soros y usted no dijo ni pío. Tampoco dijo nada ante la ruptura de los Acuerdos de Minsk y la declaración de guerra firmada por Biden «El Teleñeco» (antes «El Católico») y el judío Zelenski en diciembre de 2021. Así que déjese de cuentos.

        4. Con todo el respeto no se da cuenta que eso de paz y seguridad es precisamente una de las frases del anticristo? le ruego por favor considere esto de trump como un posible engaño. precisamente los mas peligrosos son los que no parece que lo son.

          1. Si algo no hace Trump, es precisamente engañar: dice en campaña que va a hacer algo… y lo hace (que es para lo que le ha votado la mayoría de los electores). Tendrá que esperar usted un pelín más al anticristo (que será querido por todo el mundo, lo cual no es el caso de Trump, como usted mismo demuestra).

      2. El desconfiar, recelar o suponer sistemáticamente, que lo que dice una persona honrada (en este caso la valiente y excelente declaración de J.D. Vance) es una cortina de humo para esconder intereses y ambiciones propias, o amañados e hipócritas egoísmos, es propio de los denominados «filosofos de la sospecha», una forma a priori» mal intencionada de juzgar (especialmente a la Iglesia Católica, culpable de casi todo), en la que destacan autores como Zwinglio, Lutero, Marx-Engels, , Ocham, Nietzsche, Freud, Sartre, etc. Los que sospecháis de la verdadera conversión católica de Vance, os podéis incluir en esta «siniestra peña».

    1. Totalmente, este genio era antitrump, pero parece que como San Pablo, vio la luz. La luz del poder y de la ambición, claro.

      1. Pero si cuando supuestamente «vio la luz» quien tenía el poder era Biden «El Teleñeco» (antes «El Católico»)! Según su estúpida teoría, debería haberse convertido al partido zurdo.

  2. Creo que hay un error de traducción: «Ahora bien, sabemos que a la última Administración le gustaba encarcelar a personas por rezar en silencio a la salida de clínicas provida.» ¿Traductor traidor? Por otra parte, de internis neque Ecclesia. Las comentarios anteriores parecen juzgar la conciencia, acto reservado a Dios mismo. Solo Dios sabe si es sincero. No podemos opinar, o nos arriesgamos a emitir juicio temerario

    1. Cierto. Hay un error de traducción o un simple lapsus linguae: provida son las personas a las que encarcelan por rezar a la salida de los abortorios.

  3. Un europeo no encaja las imágenes de ciudadanos manifestándose, aún en la misma puerta de la «Casa negra» con un fusil a la espalda.
    Los norteamericanos no renuncian al derecho a portar armas (pese a que periódicamente aparece un loco masacrando) porque jamás se han fiado de quienes ejercen el poder. Viene a ser como la alergia que tenían los romanos a todo lo que oliera a monarquía, después de su trágica experiencia con esta forma de gobierno. Si querías acabar mal, como César, solo tenías que transmitir la imagen de que ansiabas coronarte y no te faltaría un bruto y 22 compañeros.
    Trump y sus perros lameculos (Elon Musk, Rico, Vance) están jugando con fuego.
    En lo económico:
    -Utilizan la Jefatura del Estado para enriquecerse personalmente (Asunto criptomonedas).
    -Imponen aranceles a medio mundo, amenazan con ocupar militarmente el canal de Panamá, y anexionarse Canadá y Groenlandia.
    Continúa…

    1. -Traicionan a sus aliados (también en esto) anunciando la reanudación de las relaciones económicas con Putin (empezando por repartirse Ucrania), y el levantamiento de las sanciones económicas. Y lo hacen justamente cuando los Brics, encabezados por China, se salen del sistema de dolarización de los pagos internacionales vigente desde los acuerdos de Bretton Woods en 1944.
      Si demostráis que no sois socios fiables, ¿por qué seguir nadie con la dolarización?
      En lo militar:
      -Traicionan a la OTAN y a sus aliados europeos, retirando la ayuda militar a Ucrania (lo que implica que países europeos tampoco podrán suministrarla material militar americano), estos, conscientes del peligro de Putin para Europa, se ven obligados a disparar el gasto militar, y se ven chant aje ados para que cedan a su rob o en Ucrania sumando al imprevisto gasto militar la carga de la imposición de los aranceles.
      Continúa…

      1. «Los norteamericanos no renuncian al derecho a portar armas (pese a que periódicamente aparece un loco masacrando)»

        Ni los europeos renuncian al derecho a utilizar automóviles o cuchillos (pese a que cada semana aparezca un moro presuntamente loco «de nacionalidad» alemana, o francesa, o belga…).

        Y deje de repetirnos lo que ya pregonan los medios de «los buenos» a todas horas. No necesitamos eco ni que usted, que nunca se entera de nada, haga de filtro. Ya debería ir usted asumiendo que la proabortista Ke Mala ha perdido las elecciones en Estados Unidos. Y si quiere mantener una guerra indefinidamente, que jamás va a ganar el judío Zelenski, finánciela usted con su dinero, no con el de los demás.

    2. Se equivoca Trump:
      -Ante la clara traición, Europa se armará, pero visto que EEUU no es de fiar buscará a medio plazo autonomía militar, desde el desarrollo de la propia industria armamentista (misiles ingleses, carros alemanes, Eurofighter, Rafale… por ejemplo. Cualquier cosa antes que depender del traidor).
      Esto con China llamando a las puertas de Taiwán y Corea del Norte a las de Seúl (¡Qué espere sentado una posible ayuda de Canadá, Australia, o Europa!).
      En lo interno:
      -Se pasa la Constitución por el forro con sus órdenes ejecutivas.
      -Lleva a cabo, a través de Elon Musk, una purga de los funcionarios federales (especialmente en las ciudades de mayoría demócrata como Washington), incluida la cúpula militar (cosa nunca vista), etc., etc.
      Si lo que están haciendo no es un golpe de Estado encubierto, intentando como Putin que «la nueva venida de Dios a la tierra» se perpetúe en el poder, que venga Dios y lo vea.

          1. ¿Gracias por qué? ¿Por permitirle poner por enésima vez la basura propagandística de los belicosos líderes de la UE (que ya estaban repartiéndose Ucrania en acuerdos bilaterales y Trump ha frustrado sus planes? ¡Tristísimos estamos! Usted, que es tan buen «investigador», cuéntenos la misma oferta que le hizo Trump al judío Zelenski en relación con las tierras raras (de lo que usted bien que ha desprotricado),
            pero que también se la hizo Macron (entre otros) previamente, y usted no ha dicho ni pío. Y no es lo único que se estaban repartiendo. Investigue, investigue.

  4. INFOVATICANA
    Desisto por hoy.
    No quiero ser malo y pensar que ciertos bloqueos de comentarios responden a cuestiones de opinión y no a verdaderos motivos de censura.

    Buenas tardes.

    1. Vamos, Quién como Dios. ¿estás bien? Según tú, Putin y Trump son los malos de la película, y los gobiernos europeos son los mejores, que quieren defender a Ucrania de los malos malitos.
      Nunca se te oye criticar a Macron o a la Von der Leyen.
      Mientras Trump y Putin no hagan algo que escandalice a los cristianos, no los criticaré.

  5. CONTINUO YO. Estos adoradores de los nuevos tiranos nacidos de la reforma protestante y de la masonería, son igual de paganos y mafiosos que ellos. Estos repugnantes neocones, que aceptaron la mayor blasfemia que ha proferido la iglesia contra los derechos de Dios, y me refiero al decreto de libertad religiosa de la estafa conciliar en contra de la UNIDAD CATÓLICA, Y LOS DERECHOS DE DIOS vigente en España desde el concilio de Toledo del 589 y en la iglesia universal hasta Juan XXIII, dejando sin efecto el Reinado social de Cristo. Pero no solo le aplauden como los nuevos curillas de la canalla liberal, encima los adoran poniéndoles apodos de leyenda como el becerro de oro. Si no fuera patética su enajenación mental manifiesta, seria para des co jonarse de la risa.

    1. Masonería, neocones, libertad religiosa, «El Concilio», Reinado social de Cristo, neocones, neocones, masones, libertad religiosa, neocones, liberales, neocones masonería, «El Concilio»…

      Si le pone ritmo de reggaeton, triunfa: es lo suficientemente simple y repetitivo como para convertirse en el hit del verano. No va a haber poligonero que no lo escuche en bucle a todas horas.

      1. Catolicvs. No lo trate con demasiada dureza. el pobre carlista multinicks agente superespecial, como es del siglo XIX, no sabe qué cosa es ese ritmo. Se perdió en el tiempo y aún no puede adaptarse a nuestra época.
        Sea amable y obséquiele una máquina del tiempo para que retorne a 1833.

  6. Excelente artículo. Muchas gracias.

    Trump y Vance están mostrando con hechos su respeto a la verdadera fe.

    Tal vez Vance sea el católico «de verdad» que más alto ha llegado en la política de Estados Unidos.

    Eso es importante.

  7. NADIE ESPERA que seas tan necio y que te engañen estos anglocabrones. O es que alguna vez no nos han engañado, en especial a España. Desastre del 98, asesinato del almirante Carrero, etc ,etc,,,,Esta adoración enfermiza por estos mafiosos es patológica y es una traición a nuestra patria.

    1. Carlista multinicks agente superespecial. Sabiendo quién eres, no se comprende por qué entras con otro nick.
      ¡Sé más inteligente, hombre!
      Si al menos opinaras de otro modo, tal vez todos nos preguntaríamos: «¿Pero quién será este personaje misterioso y enigmático?»

  8. Eres un masón infiltrado, el hecho de reírte del asesinato de un héroe y mártir español por tus amigos los yankes lo corrobora. Eres reo de alta traición, lo pagarás muy caro.

  9. CATHÓLICVS.
    Te contesto aquí por espacio.
    El día que consigas no manipular la verdad, tendrás al menos una palabra escrita como mérito en el “Libro de la Vida”.
    Siempre la misma cantinela: TOC, Biden el teleñeco, la Ke Mala…
    Las constituciones de la URSS de 1924, 1936 y 1977 contemplaban el derecho de sus repúblicas federadas a separarse libremente de la URRS.
    El 24/08/1991 el Parlamento Ucraniano declaró la Independencia de Ucrania, ratificada en referéndum con más del 90% de los votos.
    El 05/12/1994 Ucrania firma el “Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad”, con: Rusia (Borís Yeltsin), Estados Unidos (Bill Clinton) y Reino Unido (John Major); posteriormente se unieron China y Francia. Ucrania cedió a Rusia el tercer mayor arsenal nuclear del mundo (unas 3.000 cabezas), a cambio de garantías de seguridad de su independencia e integridad territorial.
    Continúa…

    1. En 2011, según Bil Clinton (uno de los firmantes del Memorándum), Putin le dijo, en el Foro de Davos, que “tarde o temprano, un ataque sobre Ucrania era inevitable”, pues él no se consideraba obligado a cumplir el Memorándum. El lema “Pacta sunt servanda” (Los pactos se deben guardar), se convierten para él, como buen tirano, en “Pacta sunt sudanda” (Los pactos se la sudan).
      En 2013, tras aprobar el parlamento ucraniano por abrumadora mayoría la ratificación del “Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania”, Rusia presionó al presidente Viktor Yanukóvich para que lo rechazara. Transparencia Internacional” denunció a Yanukóvich como el principal ejemplo de corrupción en el mundo. Se produjeron violentas manifestaciones, Yanukóvich huyó del país, y el 21/02/2014 la Rada Suprema lo destituyó por “abandono de sus funciones constitucionales».
      Continúa…

      1. El 28 reapareció en Rusia, denunciando un presunto golpe de Estado.
        Rusia comenzó a enviar sigilosamente miles de soldados adicionales a las bases que tenía en Crimea, por el Tratado de Partición de 1997; el 28 de febrero estableció puestos de control en Armyansk y Chongar, los dos principales cruces de carreteras entre Ucrania continental y la península de Crimea, con soldados con uniformes ucranianos, policías ucranianos, o con camuflaje sin insignias, iniciando la ocupación. Armó a los prorrusos separatistas de Donetsk y Lugansk, que se levantaron contra Ucrania.
        Sobre lo acuerdos de Minsk, léetelos y mira a ver quién los incumplió.
        En cuanto a la actual invasión, la excusa fue que los ucranianos tenían armas nucleares y centros de producción de armas químicas (¿?), lo que justificaría lo que el miniyó de Stalin había dicho a Clinton.
        ¡Hay que disimular un poco!
        Continúa…

        1. Sobre tu tergiversación del asunto Macrón, tierras raras, una cosa es que los propios ucranianos hayan hablado de la posibilidad de explotar los minerales y Francia se haya interesado en negociar sobre ello, y otra que el “emperador” exija el 55% de las tierras raras ucranianas, a sumar la explotación de las existentes en los territorios ocupados a Ucrania por Rusia que Putin le ha ofrecido (además de una salida al Báltico y poder explotar recursos petrolíferos rusos), a cambio de ninguna garantía de seguridad, salvo que Putin viendo que Trump tiene intereses económicos en Ucrania no hará nada, y con la condición de rendición incondicional. A eso se negó Zelenski, y se negaría cualquiera que tuviera una gota de honor, cosa que tú no podrás entender nunca.

          1. ¿De verdad cree que voy a perder un sólo minuto en refutar la propaganda de «los buenos» (que es falsa)? Eso ya lo hemos hecho varios a lo largo de los años. Lo tiene publicado, por lo que puede tirar de buscador. El judío Soros, nada sospechoso de ser prorruso, le contradice a usted en su edulcorado relato del golpe de estado de 2013, del que presume de haber financiado. Y lo de los pocos prorrusos importados no se lo cree ni usted. Sólo a modo de ejemplo: en 2013, el número de ucranianos cuya lengua MATERNA era el ruso (no el ucraniano, aunque lo hablaran), era mayoritario en toda Ucrania (no sólo en Crimea y el Dombás), lo que a «los buenos» les dio igual tras el golpe de estado: se prohibió en las escuelas, los medios de comunicación (radio, televisión, periódicos), libros, etc. Por no hablar de los bombardeos sistemáticos desde 2014 hasta la actualidad por parte del gobierno títere que sustituyó al elegido en las urnas en 2014.

          2. «En cuanto a la actual invasión, la excusa fue que los ucranianos tenían armas nucleares y centros de producción de armas químicas (¿?)»

            No se entera usted de nada, pese a que la información es pública. Con la propaganda de «los buenos» ya tiene suficiente, por lo que ¿para qué comprobar si es cierta o no? La existencia de laboratorios secretos estadounidenses de armas biológicas (no químicas) no es propaganda del malíssssimo Putin: fue reconocido en el mismo Congreso de los Estados Unidos (lo tiene en las actas de la sesión donde se dio a conocer). Y nadie ha hablado de ningunas armas nucleares que tuviera Ucrania, sino de las que podrían poner en su territorio tras romper los Acuerdos de Minsk su adorado Biden «El Teleñeco» (antes «El Católico») y el judío Zelenski, en los Acuerdos de diciembre de 2021, que son una clara declaración de guerra.

  10. El desconfiar, recelar o suponer sistemáticamente, que lo que dice una persona honrada (en este caso la valiente y excelente declaración de J.D. Vance) es una cortina de humo para esconder intereses y ambiciones propias, o amañados e hipócritas egoísmos, es propio de los denominados «filosofos de la sospecha», una forma a priori» mal intencionada de juzgar (especialmente a la Iglesia Católica, culpable de casi todo), en la que destacan autores como Zwinglio, Lutero, Marx-Engels, , Ocham, Nietzsche, Freud, Sartre, etc. Los que sospecháis de la verdadera conversión católica de Vance, os podéis incluir en esta «siniestra peña».

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