La ordenación de mujeres en otras iglesias dificulta la unidad con la Iglesia católica, según el cardenal Koch

Cardenal Koch Cardenal Kurt Koch
|

En una entrevista concedida a la Universidad Católica de Valencia, el cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, abordó los desafíos del ecumenismo y la situación de las relaciones entre la Iglesia católica y las distintas confesiones cristianas. Entre los temas tratados, destacó la ordenación de mujeres en algunas iglesias protestantes, una decisión que, según el purpurado, supone un obstáculo para la unidad.

“Los católicos queremos redescubrir la unidad eclesial en la fe, en los sacramentos y en los ministerios”, afirmó el cardenal Koch. «La comunión eucarística presupone el reconocimiento de los ministerios, y para la Iglesia católica la ordenación de mujeres no es posible. Por tanto, ese paso dado por algunas iglesias ha hecho que la unidad sea muy difícil”.

Koch recordó que el ecumenismo ha avanzado significativamente en las últimas décadas, gracias a documentos clave como la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación de 1999 y Del conflicto a la comunión, publicado en 2016 por una comisión católico-luterana. Sobre este último texto, el cardenal destacó que se elaboró con motivo del aniversario de la Reforma y que el papa Francisco quiso conmemorarlo junto a los luteranos, en un gesto sin precedentes en la historia de la Iglesia.

Dificultades en el diálogo ecuménico

El prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos señaló que el principal problema en el diálogo ecuménico es la falta de una visión común sobre el objetivo del ecumenismo. «Si te encuentras en el aeropuerto de Valencia y no sabes a dónde quieres ir, no debería sorprenderte llegar a París y no a Roma», explicó, subrayando la importancia de definir metas compartidas para avanzar en el camino de la unidad.

Asimismo, abordó la relación con la Iglesia ortodoxa, recordando que el Concilio Vaticano II abolió las antiguas excomuniones, facilitando el diálogo entre católicos y ortodoxos. Sin embargo, admitió que las divisiones internas dentro de la ortodoxia, en especial entre los patriarcados de Moscú y Constantinopla, representan hoy un obstáculo para el acercamiento.

El ecumenismo de los mártires y la evangelización

En la entrevista, el cardenal Koch destacó también el llamado «ecumenismo de los mártires», refiriéndose a la persecución de cristianos en distintas partes del mundo. «Nuestra fe es la más atacada, y todas las iglesias tienen sus mártires. Por eso, Juan Pablo II decía que la sangre de los mártires no divide, sino que une a los cristianos», afirmó.

Sobre la secularización en Europa, resaltó la urgencia de una «nueva evangelización» para sociedades que han perdido el contacto con la fe cristiana. Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 40% de los españoles ya no se identifica con ninguna religión, una cifra que alcanza el 57% entre los jóvenes. Ante esta situación, Koch reiteró que la evangelización debe ser la prioridad pastoral de la Iglesia.

Para concluir, el cardenal subrayó la necesidad de combinar «pasión por la unidad» y «paciencia» en el camino ecuménico, recordando que las divisiones entre cristianos llevan siglos enraizadas. «Una amistad puede romperse rápidamente, pero si pasan muchos años, hallar la reconciliación lleva tiempo», concluyó.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
4 comentarios en “La ordenación de mujeres en otras iglesias dificulta la unidad con la Iglesia católica, según el cardenal Koch
  1. Las comunidades protestantes NO SON IGLESIAS, mientras los Ortodoxos sí lo son. Siendo realistas, la posibilidad de la unión de tales comunidades a la Iglesia Católica es remota, con la excepción de unos grupos de Anglicanos. En cuanto a los Ortodoxos, aunque cuentan con un gran número de aspectos que coincidan con la Iglesia Católico, tampoco es fácil esperar una reunión con la Iglesia Católica. Es interesante que tanto la Iglesia Copta como la Ortodoxa Rusa se opusieron a la aceptación de la bendición de homosexuales en la Iglesia Católica. Es una verguenza que ellos hayan tenido que corregir a la Iglesia Católica en este aspecto. 0bviamente, esto es un obstáculo al ecumenismo promovido por el Papa Francisco y su Cardenal Fernández encargado de la Doctrina de la Fe.

  2. Todo lo dicho por este cardenal es un auténtico disparate, comenzando por decir que algo «dificulta la unidad con la Iglesia católica». La Iglesia católica ya está unida. Tan unida, que es Una desde que fue fundada. Lo que tienen que hacer lo que están fuera es entrar en Ella.

    Por otro lado, no debería mentir (que es pecado), afirmando que el Concilio Vaticano II abolió las antiguas excomuniones. Eso fue sólo un gesto de cara a la galería, que ni siquiera logró borrar el pasado. Ningún concilio tiene potestad alguna para obligar a alguien a creer lo que no cree. Y los ortodoxos no creen en varios dogmas de fe (como el de la infalibilidad pontificia, definido «ex cathedra» en el Concilio Vaticano I, o el de la Asunción de Nuestra Señora, definido «ex cathedra» por el venerable Pío XII en 1950). Sólo por eso (y no es lo único), ya permanecen excomulgados (fuera de la Iglesia y, por tanto, de la Comunión de los Santos) voluntariamente.

    1. Lo que pasa es que usted cuando piensa en Iglesia se mira su propio ombligo romano, pero la Iglesia es mucho más católica que simplemente la occidental bajo nuestro Papa de Roma. Ni san Pedro era el único apóstol ni la Iglesia estubo inicialmente formada y gobernada en un solo patriarcado y bajo un solo sucesor – o línea de sucesión de los apóstoles–, sino que estaban todos los otros patriarcas y sucesores de los demás apóstoles. Lo que tenemos hoy como Iglesia es más universal de lo que usted se imagina, pero es comprensible que se haya llegado a este nivel de «egocentrismo» eclesial, cada Iglesia histórica reclamando y asegurando que es la verdadera Iglesia. Esto es un escándalo y se debe más al espíritu del hombre que al Espíritu de Dios.

  3. «Para la Iglesia católica la ordenación de mujeres no es posible.»

    No es posible, no porque el Sacerdocio eterno y universal de Cristo esté vinculado exclusivamente a su masculinidad temporal y naturaleza humana, sino porque teológicamente todavía no se ha profundizado lo suficiente en su Sacerdocio transcendente que está abierto a todas las razas, pueblos, etnias, culturas y géneros, y que representar a Cristo como ministros puede reflejar mejor dicha universalidad si se abre el sacerdocio ministerial a las mujeres. Que el «in persona Christi» no sea simplemente «in masculinitas Christi»… Porque la persona de Cristo es más que su naturaleza humana y masculinidad aquí en la tierra, y su Sacerdocio transciende las categorías y limitaciones humanas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles