¿Qué pasa en la Iglesia en Perú?

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La reciente sustitución de monseñor Héctor Cabrejos por el jesuita Alfredo Vizcarra Mori al frente de la archidiócesis de Trujillo marca un cambio de era: la Compañía de Jesús se hace con el control absoluto del episcopado peruano. Si alguien tenía dudas sobre el asalto jesuita a la Iglesia en Perú, que las disipe: la conquista ha concluido.

Además, es conocido que el nuevo arzobispo de Trujillo Alfredo Vizcarra SJ es un izquierdista radical, muy vinculado al Cardenal Pedro Barreto, emérito de Huancayo, a quien el Papa Francisco hizo Cardenal.

Desde los primeros tiempos de la Iglesia en Perú, las luchas entre las distintas órdenes religiosas han sido constantes. Fray Vicente de Valverde y fray Jerónimo de Loayza, ambos dominicos, fundaron la estructura eclesiástica en el siglo XVI. Sin embargo, el verdadero arquitecto fue Santo Toribio de Mogrovejo, un diocesano cuya organización perduró durante tres siglos.

Con los dominicos relegados, jesuitas y franciscanos se disputaron el control. Los franciscanos se adentraron en la selva, mientras que los jesuitas, siempre más astutos, establecieron sus centros de poder en lugares estratégicos. Durante siglos, la balanza osciló entre unas y otras manos, pero hoy los jesuitas han dado el golpe definitivo.

El presente: Francisco inclina la balanza

Durante los últimos años, monseñor Cabrejos se afianzó en la Iglesia peruana, dirigiendo la Conferencia Episcopal y la archidócesis de Trujillo. Pero la Compañía de Jesús, con el respaldo del Papa Francisco, ha ejecutado su movimiento final. Con la salida de Cabrejos y la llegada de Vizcarra, los jesuitas dominan sin oposición. En paralelo, monseñor Carlos Castillo, arzobispo de Lima y otra pieza de la estrategia jesuita, ha quedado anulado, sin capacidad real de maniobra.

Más allá del episcopado, el botín es grande. La reciente disolución del Sodalicio de Vida Cristiana, ordenada por el Papa y ejecutada por Jordi Bertomeu —el peón de Carlos Cardó—, ha dejado un patrimonio que algunos lo cifran en 800M, pero que probablemente no llegue a 100M a repartir. Un festín para la Compañía.

El papel clave de Carlos Cardó

Detrás de este movimiento, el verdadero cerebro es el jesuita Carlos Cardó, exprovincial de la Compañía en Perú y figura clave en la elección de Castillo como arzobispo de Lima. Un estratega que ha movido las piezas con la misma maestría que Germán Arana en España. Desde Roma, el cardenal Robert Prevost, exobispo de Chiclayo y leal a Francisco, refuerza la influencia jesuita en los nombramientos.

Algunos fieles aún esperan que monseñor Carlos García Camader, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, pueda hacer contrapeso. Pero la realidad es que la Iglesia en Perú se ha convertido en un feudo jesuita sin oposición.

Se extrañan los tiempos de monseñor Durand y del cardenal Landázuri. «Old good times». Pero, como se preguntó Vargas Llosa, ¿cuándo se jodió el Perú? Pues eso.

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Comentarios
19 comentarios en “¿Qué pasa en la Iglesia en Perú?
  1. Lo triste es que el encubridor Prevost, realidad esté digitado por Cardó desde Lima. Ahora se explica por qué el mismo Cardó ejecutó la orden de «blindar» a Prevost por orden de «arriba». Toda una mafia

    1. A Mattasoglio no hay forma de encubrirlo: es de dominio público que es hereje. Con un primado así, ¿cómo va a ir bien la Iglesia en Perú?

  2. De momento los jesuitas del Colegio Casp de Barcelona ya tienen otra denuncia por abusos de una exalumna; y esta vez no han prescrito, porque son del curso 1999-2000.
    Desde luego que sean los jesuitas –que hasta en las estadísticas de sus amigos de «El País» aparecen como la orden con más escándalos– los que tengan totalmente en sus manos a la Iglesia me parece indignante.

  3. Si solo fuera en Perú.

    Francisco va a jesuitizar toda la Iglesia. Bueno, ya lo ha hecho.

    Es Papa, pero no se comporta como tal, y si y mucho como Jesuita.

    Un desastre.

  4. Parece ser que «Alex» escribe en este website bajo otro nombre. Y si Gurpegui no es Alex, son como siameses sea porque son escritos malos y obsesivos. La tesis ahora es la conquista jesuíta de la Iglesia en el Perú y para sorpresa de nadie esto sería algo como la suma de todos los males: el progresismo, el izquierdismo. Y cuando Cipriani, el primer cardenal histórico del Opus, «tomó» Lima, ignoró denuncias, jugó en tandem con el Sodalicio y lleva en su espalda una denuncia escalofriante de abuso sexual en 1983, de una víctima bajo el nombre de «David» ahí no pasa nada en la Iglesia peruana. Y los más de 5 obispos peruanos que bajo el Concordato cedieron sus cementerios diocesanos al Sodalicio con tal de ganarse un algo? No pasa nada. Y las peleas CEP y Cipriani? Nada. Y los PES? Nada. Y Cabrejos que preparó (jaja) la misión especial? Gurpegui, los jesuítas son uno de las decenas de problemas en la Iglesia en el Perú pero solo ves a los progres e cierra los ojitos para los otros.

      1. ¿En qué Dios? ¿Cómo si se consienten abusos?

        Y todavía está pendiente de analizar el rol del cardenal Cipriani en la masacre de la toma de la embajada española en Lima, previamente «secuestrada» por el MRTA.

          1. «¿En qué Dios?»

            En el único que hay, que es en Quien no creen los progres. Ah, y no se lo diga a nadie: Cipriani fue quien mató a Manolete, y además es quien se esconde tras el celebre pseudónimo de «Jack el Destripador» (no se lo siga a nadie, que es un secreto).

  5. El problema de Perú es ese y no otro.

    No merecen atención alguna ni la corrupción, representada por el gobierno y el parlamento actuales, ni la destrucción de la selva por la minería ilegal, ni la miseria, ni el narcotráfico, ni el racismo institucional, ni … ante lo cual la iglesia católica (la de Cipriani y la jerarquía actual) ha sido, cuando menos, tibia. Válgame.

      1. ¡Qué zurda ni qué diestra!

        ¿Acaso alguno de los problemas no fueron abordados por la doctrina social, por los Padres de la Iglesia, por el mismo Jesús como algo inicuo y opuesto al crecimiento espiritual de cada persona? ¿Y eso no tiene que ver con la salvación del alma acaso?

        1. JRLG ,creo que UD ,está siendo sectario y mucho.No se acuerda (amnesia o selección ) que el Cardenal Cipriani tuvo que enfrentarse a los sanguinarios guerrilleros comunistas de»SENDERO LUMINOSO».Tuvo que evangelizar en medio de ese escenario y ahora , qué casualidad !,el Primado ,Castillo ,que fue removido por Cipriani en tiempos pasado por sus malas doctrinas (teología liberación) ,se apoya en un abuso de tiempo inmemorable y en base a un testigo -la supuesta victima- poco fiable .

          1. Matassoglio sí que abusa: de la paciencia de los fieles, que tienen que aguantar sus herejías proclamadas desde el ambón catedralicio.

  6. De todas formas, hace apenas una semana en el blog de la Cigoña salía una foto de los jesuitas en España, y la verdad que dan penica. Por lo menos a mi. Esa pandillita no puede mover nada.

    1. Pero tratan de morir matando. No hay nada más peligroso que un escorpión o una serpiente venenosa a punto de morir, con intención de arrastrar con ellos a todo lo que se mueva.

  7. Lógico, hay que hacer limpia después del paso del depredador Cipriani y sus «cuates», conocido y consentido, otra vez mas por el siniestro Juan Pablo II, como los Legionarios, Sodalicio, y los actores escondidos sin dar la cara, en la tramoya de la serie HBO MAX

    En Diego de León lo están celebrando y el que se viste de obispo sin serlo tiene un orgasmo porque creen que es por sus rezos

    Pero NO, el próximo también os liquidará

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