(Daniel Waldow en Crisis Magazine)–Las diócesis y parroquias con dificultades harían bien en reflexionar sobre un reciente episodio de la serie de Netflix The Crown.
Para quienes no la conozcan, The Crown es una representación ficticia de la vida de la difunta reina Isabel II y su disfuncional familia real. Por lo general, no veo ni recomiendo la serie debido a su contenido sexual ocasional, pero hace poco alguien me aseguró que había un episodio en particular que era limpio y merecía mi tiempo. Así que le di una oportunidad. Siguen spoilers.
El episodio se titula «Ruritania». Se estrenó el 14 de diciembre, en medio de la sexta temporada de The Crown. El episodio tiene lugar en el cambio de siglo y se centra en las diversas percepciones del público sobre la familia real y el primer ministro británico de la época, Tony Blair. En resumen, las encuestas indican que los británicos adoran a Blair pero tienen menos simpatía por la familia real, sobre todo tras la dramática muerte de la princesa Diana. Por ello, la reina pide consejo a Blair sobre cómo reforzar la imagen pública de la monarquía y garantizar su longevidad.
Blair y sus asesores responden presentando a la reina una detallada lista de recomendaciones, la mayoría de las cuales implican la supresión de antiguos y costosos cargos y prácticas ceremoniales. Por ejemplo, Blair se pregunta por qué la familia real necesita un «Guardián de los Cisnes» y un «Yeoman del Cristal», entre otros aspectos ceremoniales aparentemente excesivos y sin importancia de su vida real.
El episodio presenta dos escenas cruciales. En la primera, la esposa de Blair, Cherie, católica bautizada, le cuenta a Tony sus dudas de que la reina haga caso de sus recomendaciones. Tony le responde que la reina «debe saber que tiene que cambiar para sobrevivir». Pero Cherie no está convencida: «No, no quieren cambiar, Tony. Probablemente piense que la única forma de sobrevivir es redoblar la locura. Como la Iglesia católica».
Tony le pregunta a qué se refiere y Cherie le explica: «Bueno, ellos [la Iglesia] se modernizaron. Y la vieja guardia nunca se lo ha perdonado. ¿Por qué? Porque se deshicieron del latín y el incienso y los milagros y el misterio, y la gente dejó de ir». Tony insiste en que la situación con la familia real es diferente, a lo que Cherie responde: «¿Lo es?».
Sí, habéis leído bien. Una gran producción de Hollywood que ha ganado Globos de Oro y Emmys hace que un personaje admita que la gente dejó de practicar el catolicismo cuando la Iglesia suprimió sus rituales ceremoniales más característicos y antiguos. El hecho de que el propio personaje piense que esos rituales eran una «locura» no viene al caso.
La segunda y significativa escena muestra a Isabel discutiendo las recomendaciones del primer ministro con su familia. Su hijo, el ahora rey Carlos, recomienda poner en práctica las peticiones de Blair, diciendo: «No creo que haya nada malo en dirigir la monarquía con criterios más racionales y democráticos». El contexto sugiere que por «racional» Carlos parece querer decir meramente «naturalista» y «cercano». Pero la reina rechaza esta línea de pensamiento, explicando: «Pero la monarquía no es racional. Ni democrática, ni lógica, ni justa. ¿No lo hemos aprendido ya todos? La gente no quiere venir a un palacio y obtener lo que podría tener en casa. Cuando vienen a una investidura o a una visita de Estado, cuando nos rozan, quieren la magia y el misterio. Y lo arcano y lo excéntrico y lo simbólico. Y lo trascendente. Quieren sentir que han entrado en otro mundo. Ese es nuestro deber. Elevar a la gente y transportarla a otro reino, no bajarla a la tierra y recordarle lo que ya tiene».
Isabel rechaza el intento de modernizar el establishment real desechando sus tradiciones antiguas y contraculturales. Estas tradiciones son esenciales para el propósito de la familia real: poner a la gente en contacto con algo trascendente, algo más allá de lo ordinario y mundano, un mundo más allá de la oscura caverna del nuestro.
Los comentarios de la reina y de Cherie Blair se aplican claramente al debate contemporáneo en el seno del catolicismo sobre cómo la Iglesia debe evangelizar el mundo moderno. ¿Debe la Iglesia «modernizarse» y parecerse más a los demás? ¿O debe aferrarse a sus antiguas creencias, moral y rituales de otro mundo? ¿Qué enfoque tiene más probabilidades de convertir almas, llevar a la gente a las iglesias y llenar los seminarios? ¿Qué enfoque tiene más probabilidades de mantener la existencia de la Iglesia?
Las respuestas a estas preguntas pueden parecer obvias a la mayoría de los lectores de Crisis, pero no parecen serlo para muchos sacerdotes y obispos. Mi propia opinión es que la excesiva modernización en forma de desacralización ha tenido un impacto negativo en la liturgia, las vocaciones, la teología y la moralidad de la Iglesia.
Litúrgicamente, el rito romano abandonó la misa tradicional en latín en favor de la misa más accesible y simplista de san Pablo VI. En la práctica, esa misa ha sido perpetuamente abusada y acompañada por el surgimiento de una arquitectura eclesiástica espantosa. En consecuencia, la creencia católica en la verdadera presencia de la Eucaristía ha caído en picado, y por eso los bancos de las iglesias están vacíos.
Esto también afecta a las vocaciones. El sacerdocio y la vida religiosa son difíciles de vender por naturaleza, pero son una perspectiva particularmente desalentadora cuando sabes que tendrás que celebrar una misa antropocéntrica y reducida a su mínima expresión, y que además tendrás que hacerlo en un edificio feo. ¿Cuántos jóvenes tienen el valor de sacrificar el matrimonio por eso? Muchas órdenes religiosas se modernizaron cuando sustituyeron sus hábitos, la oración contemplativa y las obras de misericordia por los trajes pantalón y la política y el resultado es que se están extinguiendo.
Los teólogos de la Iglesia solían practicar un riguroso análisis filosófico, histórico y literario para buscar, explicar y defender la verdad sobre Dios contenida en los libros de la naturaleza y en las Escrituras. Durante la alta Edad Media, la teología se consideraba la más «noble» (es decir, importante y valiosa) de todas las ramas del saber (véase la Suma teológica I, q. 1, a. 5, de santo Tomás). Pero entonces los teólogos se modernizaron; en lugar de hacer afirmaciones de verdad desafiantes sobre realidades de otro mundo, empezaron a limitarse a describir las opiniones religiosas de diversos pueblos, sin tener en cuenta si tales opiniones eran verdaderas o falsas. Lo llaman teología «contextual». Nadie quiere perder el tiempo en una disciplina tan relativista, por lo que el número de carreras de teología e incluso de cursos de teología obligatorios en la mayoría de las universidades católicas ha ido cayendo en picado.
En cuanto a su mensaje moral, la modernización de la Iglesia ha estado presente en el ámbito parroquial durante décadas y ahora ha cobrado impulso en Roma. Desde el púlpito, muchos clérigos evitan llamar a la gente a arrepentirse de pecados específicos y a abrazar el sacrificado código moral de la Iglesia. ¿Cuántas veces ha oído usted en las homilías hablar de los males específicos de la fornicación, la anticoncepción, la masturbación y la pornografía, el aborto, el divorcio y las segundas nupcias, la embriaguez, las drogas, etc.? En vez de eso, a menudo se oyen chistes malos, divagaciones y vagos llamamientos a «amar al prójimo». Ahora en Roma se insiste constantemente en la distinción entre el orden moral objetivo y la culpabilidad subjetiva, así como en la necesidad de bendecir a las personas que realizan prácticas sexuales gravemente pecaminosas. Paso.
Tal vez Cherie Blair, de The Crown, tiene razón: las parroquias y diócesis abandonaron el latín, el incienso, los milagros y el misterio, y por eso la gente abandonó la Iglesia. Quizá haya llegado el momento de recuperar todo eso. Tal vez, como dice la reina Isabel, la liturgia, la vida religiosa, la teología y la moral de la Iglesia necesiten renovar sus esfuerzos para elevar a la gente y transportarla a otro reino. ¿Qué podemos perder?
Por último, cabe señalar que los creadores del episodio 6 de la sexta temporada de The Crown parecen querer que los espectadores estén de acuerdo con la lógica de Cherie Blair y la reina. Así lo sugiere el final del episodio: Tony Blair pronuncia un discurso ante un nutrido grupo de mujeres, que interrumpen sus palabras y le abuchean. Anteriormente, la reina se había dirigido a la misma asamblea y se había adueñado de la sala. El mensaje es claro: el mensaje modernizador del primer ministro no se aplica a todas las situaciones. Para algunas circunstancias e instituciones, la trascendencia real y el otro mundo son necesarios.
Autor
El Dr. Daniel Waldow es profesor adjunto de Teología en la Universidad San Francisco en Loretto, Pensilvania, y director asociado del programa Alta Vía, una comunidad católica para estudiantes universitarios.
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En la primera temporada de la serie, va en el Miami sentido la conversacion que la reina Mary tiene con la ya reina Isabel II antes de la coronacion. Tambien la descripcion qué el ex rey, Eduardo VIII have mientras ve la coronacion de su sobrina por television.
«¿Quién quiere transparencia, cuando puedes tener magia? ¿Quién quiere prosa, cuando puedes tener poesía?»
Rituales ceremoniales, pompas, ropajes excéntricos, inciensos, latines… un culto vacío y que no daba gloria a Dios. Buscar argumentos en una serie de televisión es ridiculo, tal parece que los tradis andan desesperados. Las iglesias no se quedaron vacías debido a la reforma litúrgica, si el autor del artículo fuera objetivo buscaría las verdaderas razones de la decadencia de la Iglesia en Europa.
Venga ya, según los locos del concilio, la Iglesia estuvo 1900 años dando a Dios un culto vacio y que no le daba gloria… hasta que llegó Pablo VI y los curas obreros a salvarnos de las garras del catolicisimo romano.
«CAN. VII. Si alguno dijere, que las ceremonias, vestiduras y signos externos, que usa la Iglesia católica en la celebración de las Misas, son más bien incentivos de impiedad, que obsequios de piedad; sea excomulgado».
«CAN. IX. Si alguno dijere […] que sólo debe celebrarse la misa en lengua vulgar debe celebrarse la misa en lengua vulgar […] sea excomulgado».
[Cánones dogmáticos del Decreto sobre el Santísimo Sacrificio de la Misa, del Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Trento, definido ‘ex cathedra’ en la sesión XXII, el 17 de septiembre de 1562, sancionado y rubricado por Su Santidad el Papa Pío IV].
Nota: en el Canon IX he duplicado por error la frase «que sólo debe celebrarse la misa en lengua vulgar».
Ya le ha dado otro soponcio al troll mostrenco.
«Rituales ceremoniales, pompas, ropajes excéntricos, inciensos, latines… un culto vacío y que no daba gloria a Dios.»
Y ahí va la soplagaitada del día. ¡A través ese culto «vacío», Jesucristo es sacerdote, altar y a su vez, se presenta como víctima a Dios Padre en el Santo Sacrificio de la Misa, bocaz as!
¿A estas alturas no sabes que ese culto «vacío» es la esencia de nuestra fe, el centro de nuestra vida cristiana?
Tampoco te habrás parado a pensar que por defender ese culto, miles de cristianos dieron su propia vida, siendo mártires. Y no desde hace dos días, sino desde que aparecieron las primeras comunidades cristianas.
«Vacío» dice… Vacía tienes tú la mollera. Venga, a formarse y a dejar de soltar paridas, inculto.
Ambas conversaciones debieron suceder e imagino que Blair lo ha relatado en algún momento porque aparecen prácticamente igual en la película The Queen, que fue realizada para salvar la imagen de la corona después de la muerte de lady Diana.
Por lo demás, estoy de acuerdo con el autor.
«creencia católica en la verdadera presencia de la Eucaristía ha caído en picado, y por eso los bancos de las iglesias están vacíos.»
Y se llenan los lugares de culto protestante-evangélicos.
Es una falacia, en los lugares de culto protestantes no hay eucaristía y además no se están llenando, los templos católicos y los protestantes enfrentan una crisis llamada secularismo y esa crisis tiene su origen en una serie de factores y condicionantes. La modernidad, los avances de la ciencia, la globalización, etc.
No olvidemos una gran verdad que está en la Biblia: el condicionante económico, para más desarrollo económico, más secularismo. Eso está más que comprobado y explica la decadencia religiosa en la actualidad. Hablo de Proverbios 30,8-9 “No me des ni pobreza ni riqueza, dame la ración necesaria, no sea que, al sentirme satisfecho, reniegue y diga: «¿Quién es el Señor?», o que, siendo pobre, me ponga a robar y atente contra el nombre de mi Dios.”
En EUA hay un gran desarrollo económico y allí proliferan las iglesias protestante-evangélicas y sectas «cristianas», de toda línea y color, sobretodo las menos tradicionales y de la teología de prosperidad, pero mucho más que eso. Las Hillsong, las gospel, las Worship Ministries, las Revival, las Messianic, y un laaargo etc. Hasta los mormones están creciendo una barbaridad.
«Es una falacia, en los lugares de culto protestantes no hay eucaristía»
¿Y quién ha dicho lo contrario, troll? La falacia es la de usted, pues la frase original no dice tal cosa sino ésto otro:
«la creencia CATÓLICA en la verdadera presencia de la Eucaristía ha caído en picado»
¿Entiende usted lo que significa «católica»? La que tienen los católicos, no los protestantes. Es esa creencia entre los católicos la que está cayendo en picado, so liante.
«La modernidad, los avances de la ciencia, la globalización, etc.»
A los que van a misa y creen en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, ¿no les afectan la modernidad, los avances de la ciencia o la globalización? ¡Menudo argumento! Y no sé qué «avances de la ciencia» se han producido en los últimos cincuenta y cinco años para que los fieles católicos dejen de creer o no vayan a misa. Señale usted alguno, que estoy impaciente por enterarme.
«para más desarrollo económico, más secularismo»
Eso no solamente no está comprobado, como usted afirma, sino que es completamente falso. Los países en los que hay más incrédulos no son precisamente los más desarrollados económicamente. Y, si atendemos a los niveles socioeconómicos y culturales, históricamente ha habido bastante más increencia entre los más pobres e iletrados, influenciados desde el siglo XIX por el marxismo ateo, a lo que contribuía su bajo nivel cultural. Y, para muestra, un botón: usted mismo, que ni haciendo corta-pegas de libelos o empleando ChatGPT, es capaz de escribir bien, como se aprecia en su frase «para más desarrollo económico…», que debería decir «cuanto más desarrollo económico…». Es normal que, dada su carencia de conocimientos, unida a su posesión, sea usted un troll anticatólico. Debería estudiar y someterse a un exorcismo, farsante.
Donde dice yo confieso ante Dios todopoderoso
Debe decir soy más hipócrita que una ensalada de torreznos
Además de eso, también debe añadir en su próxima confesión que se autoengaña pensando que es «gracioso» e «ingenioso» (tenga en cuenta que sus chistes malos también son pecado, por insultar la inteligencia de los demás, que tienen mayor C.I. que usted).
Las iglesias protestante-evangélicas y sectas que he visitado en mi misión, las he encontrado llenas, a menudo con pastores y «pastoras» gritando en sus prédicas, el emocionalismo a flor de piel, la música por las nubes. Y eso sí, los lugares de culto llenos a tope. Las personas con las que he hablado, muchísimas salieron de la Iglesia católica. En la iglesia anglicana, sí que no he encontrado una realidad tan numérica y eufórica.
Escribiendo lo que escribes y como lo escribes, tienen razón los que dicen que eres anti-católico. No quieras comparar los cultos protestantes con una venerable y sagrada liturgia católica solemnemente celebrada, con incienso y el latín que es idioma oficial y además universal para toda la Iglesia.
Por ejemplo, el incienso, es precioso y profundamente bíblico usarlo en la iglesia. Así lo dice el salmista: «suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor».
Lo restante de las estupideces, como la expresión «ropajes excéntricos», tienen su satánico clímax en la siguiente afirmación: «un culto vacío y que no daba gloria a Dios.»
Solo un apóstata, hereje o parásito eclesial modernista puede decir semejante barbaridad. Cultos vacíos son precisamente los que están desprovistos de verdadera transcendencia y poder sobrenatural, que son tan solo una actividad humana, emocional y ruidosa tantas veces.
Pero idolatrar esas cosas, absolutizar los signos externos, pretender que la misa tridentina es lo máximo o el único rito válido es una torpeza. La institución de la eucaristía fue una cena de amigos y en el idioma de todos. La celebración eucarística actualiza el sacrificio de Cristo en la cruz, y en el calvario los únicos que hablaban latín eran los verdugos. No me vengas a decir que soy anti católico que yo te voy a decir que te vas pareciendo cada día más a histericvs y eso sí que es asqueroso.
«idolatrar esas cosas, absolutizar los signos externos»
Aún no he visto a nadie idolatrando una patena, un incensario o una mitra. Eres el maestro de los absurdos. Sigamos viendo más.
«pretender que la misa tridentina es lo máximo o el único rito válido es una torpeza»
Quien haga eso, es otro como tú, pero del extremo opuesto.
«La institución de la eucaristía fue una cena de amigos y en el idioma de todos.»
Falacia del tamaño de Goliad. El gigante caerá ahora: no fue una «cena de amigos», sino una celebración toda especial cargada de mística y ambiente sobrenatural. Y el supuesto «idioma de todos» no lo hablaban todos, probablemente porque fue en dialeto arameo galileo. (Y un tipo de arameo es precisamente el idioma litúrgico de la Iglesia católica maronita, por ejemplo.
«y en el calvario los únicos que hablaban latín eran los verdugos.» ¿Seguro que eran los únicos? Lo que seguro no hablaban es tu idioma.
«No me vengas a decir que soy anti católico que yo te voy a decir que te vas pareciendo cada día más a histericvs y eso sí que es asqueroso.»
Prefiero parecerme a quien es más católico que parecerme a quien es más anticatólico. Anda que tu nivel de histeria no es preocupante, no. «Histericvs» es el Batman y tú el Joker. Lo que sí es asquerosa es tu ceguera y tu enfermizo modernismo. Ven a la luz serena del conocimiento y sabiduría, sal de esa payasada artificial multicolor que te tiene abducido.
la Última Cena no fue en lo absoluto una cena de amigos, fue una Cena muy solemne. Que en sus cabezas se construyan una realidad alterna en la que Cristo en la Cena estaba con una guitarra cantando canciones hippies para justificar las ridiculeces de los curas no tiene ningún fundamento. Ni Lutero llegó tan lejos.
Tocará recordar el famoso “ Post hoc ergo propter hoc”. La gente dejo de ir a misa porque no era en latin o la Iglesia vio el cambio sociológico que estaba pasando y se adapto para minimizar el desangrado generalizado? O decenas de explicaciones mas.
La creación del «novus ordo» en 1969 no respondió a ninguna demanda de los fieles, que lo aceptaron porque no les quedó otra: se lo impusieron. Por otro lado, la sustitución del latín por el uso exclusivo de las lenguas vulgares con la excusa de una «mayor comprensión», además de ser contraria a lo decretado por el Concilio Vaticano II, es una falacia, como lo demuestra el hecho de que no se limitaron a traducir el misal, sino que se creó uno nuevo, en el que se eliminaron el 80% de las oraciones del «Missale Romanum» (incluyendo el Ofertorio, del que sólo queda el nombre), al que se sustituyó. De hecho, el misal oficial del «novus ordo» es en latín. Las traducciones hechas por las diferentes conferencias episcopales son sólo una concesión, que puede revertirse en cualquier momento para cumplir lo que manda la Constitución Apostólica «Sacrosanctum Concilium», sobre la Sagrada Liturgia, del Concilio Vaticano II.
La creación del «novus ordo» en 1969 no respondió a ninguna d e m a n d a de los fieles, que lo aceptaron porque no les quedó otra: se lo impusieron. Por otro lado, la sustitución del latín por el uso exclusivo de las lenguas vulgares con la excusa de una «mayor comprensión», además de ser contraria a lo decretado por el Concilio Vaticano II, es una falacia, como lo demuestra el hecho de que no se limitaron a traducir el misal, sino que se creó uno nuevo, en el que se eliminaron el 80% de las oraciones del «Missale Romanum» (incluyendo el Ofertorio, del que sólo queda el nombre), al que se sustituyó. De hecho, el misal oficial del «novus ordo» es en latín. Las traducciones hechas por las diferentes conferencias episcopales son sólo una concesión, que puede revertirse en cualquier momento para cumplir lo que manda la Constitución Apostólica «Sacrosanctum Concilium», sobre la Sagrada Liturgia, del Concilio Vaticano II.
En sí el CVII fue veneno, porque fue y es la excusa utilizada por los modernistas para el destrozo que vemos actualmente. ¿Por que los curas y monjas añosos les gusta tanto eso del CVII si ya hace 60 años de ese desastre, tienen añoranzas de juventud ?
He escuchado que está habiendo conversiones de protestantes al Catolicismo, pero que están yendo a lo tradicional, misa tradicional, culto debido a Dios, respeto a los Sacramentos ¿Será que los conversos sean los encargados de regenerar la Iglesia católica,pues los supuestos «católicos de siempre» postconciliares están contaminados por el mal modernista-progre? ¿Los más jóvenes tendrán curiosidad por conocer de verdad a Dios?
Los que se apuntan a las JMJ de Bergoglio están en peligro, ojalá vean que esa payasada que montan es más bien culto al diablo…