El cardenal arzobispo de Chicago, pupilo de McCarrick elevado por Francisco, ha recibido con alegría el farragoso intento de normalización de las parejas homosexuales emanado de Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, que califica de “un paso adelante”, aunque sin especificar a dónde.
Al cardenal Cupich le ha faltado tiempo para dar la bienvenida a la declaración elaborada por el prefecto para la Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, sobre las bendiciones a parejas homosexuales o en “situación irregular”, y ha hecho público desde su sede arzobispal de Chicago un mensaje en el que la califica de “paso adelante”. Hacia dónde, no lo sabemos, aunque el hecho de que sea uno de los prelados más cercanos al los grupos de católicos LGTB puede dar una pista.
En el centro de la declaración, dice Cupich en su comunicado, “hay un llamado a los pastores a adoptar un enfoque pastoral para estar disponibles para las personas” que reconocen la necesidad de la ayuda y la presencia de Dios en sus vidas, sin pretender una legitimación de su estatus particular.
“Como tal, la Declaración es un paso adelante”, explica el Cardenal, añadiendo que está en consonancia tanto con el “deseo del Papa Francisco de acompañar pastoralmente a las personas” como con el “deseo de Jesús de estar presente para todas las personas que desean gracia y apoyo.»
El Cardenal Cupich señala que la Declaración mantiene la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, que corresponde a declaraciones anteriores del Papa Francisco indicando que no es apropiado que las autoridades eclesiales “establezcan constante y oficialmente procedimientos o rituales” para cualquier situación.
El Arzobispo de Chicago también subraya la insistencia del Dicasterio en que las bendiciones de personas en situaciones irregulares nunca deben darse durante o en conexión con las ceremonias de una unión civil, ni con palabras o acciones propias de una boda; y que esto se aplica tanto a personas en situación irregular como a aquellas que mantienen relaciones entre personas del mismo sexo.
Por eso, dice, tal bendición debe darse en otros contextos, en el entendido de que al dar una bendición en esas circunstancias, ““no se pretende legitimar nada, sino abrir la vida a Dios, pedir su ayuda”. vivir mejor, y también invocar al Espíritu Santo para que los valores del Evangelio sean vividos con mayor fidelidad”.
En Estados Unidos, la mayoría de los prelados hasta ahora han tratado de defender y restar importancia al significado del documento, al tiempo que algunos, como Cupich, la acogen con alegría como señal de cambio.
En todo el episcopado estadounidense, las reacciones hasta ahora han sido en gran medida el silencio, y los obispos buscan evitar o restar importancia al documento del 18 de diciembre Fiducia Supplicans del Papa Francisco y del cardenal Víctor Manuel Fernández, en el que el Vaticano aprobó las “bendiciones” para las parejas del mismo sexo. La respuesta nacional fue una declaración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), aunque sólo de un portavoz, no de un obispo representativo: La Declaración emitida hoy por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano articuló una distinción entre bendiciones litúrgicas (sacramentales) y bendiciones pastorales, que pueden ser dadas a personas que desean la gracia amorosa de Dios en sus vidas. La enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio no ha cambiado, y esta declaración lo afirma, al mismo tiempo que se hace un esfuerzo por acompañar a las personas impartiendo bendiciones pastorales porque cada uno de nosotros necesita el amor sanador y la misericordia de Dios en nuestras vidas”.
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Cupich, con sus palabras, demuestra que está en la línea sucesoria de Judas Iscariote que traicionó a Cristo.
Vamos, que si el Anticristo gobierna al mundo en estos años, él se arrodillaría ante él sin inconveniente, justificando el por qué todo ser humano debe adorarle.
Y otro paso detrás, que este Cupich es de la colla de McCarrick…
no entiendo nada
Cupich es hijo de Paco. Paco es un berzotas vendido a Satanás; de esto segundo, su «inteligente» maldad y capacidad de devastación espiritual. No debe ser enterrado en sagrado
Parece que con este documento del aberrante Tuchin, los sacerdotes y obispos tendrán que tomar una decisión, es decir, si, a las bendiciones esas o no. Aquí ya no habrá medias tintas. Me pregunto qué será de los que se nieguen. La CONFER (CEE) imagino que callados, no? Ya saldrá d. Omellis con su palabrería a adular y lamer… Qué asco! Esto ya es muy grave