El cardenal Gerhard Müller ha hablado -alto y claro- sobre el sínodo y la peligrosa deriva de la Iglesia en declaraciones a Il Giornale.
«Nunca habría aconsejado al Papa elegir un tema como este”, señala Müller. “¿Qué significa? El Sínodo en sí mismo es ya un concepto abstracto. Es un poco como tener una asamblea sobre el asamblearismo. No tiene mucho sentido para mí».
Frente a las declaraciones de su colega Hollerich, relator del sínodo, celebrando la ‘democratización’ de la Iglesia, Müller recuerda que «los votos de los obispos en un Concilio o en un Sínodo no son votos que representan la voluntad del pueblo o de una oligarquía porque los obispos hablan como testigos de la verdad». »
“Los obispos e incluso el Papa no son el Señor, no son los dueños de la Iglesia, sino sólo sucesores de los apóstoles”, precisa el cardenal alemán.
“El Sínodo de los obispos es un Sínodo de los obispos, una institución creada para permitir a los obispos participar en el gobierno de la Iglesia universal, pero sobre la base de su ordenación ”, observa el cardenal. “Ahora hay casi una tendencia a relativizar el oficio de los obispos, equiparándolo al de los laicos, pero al hacerlo el único que queda con el magisterio es el Papa” . De hecho, un sínodo que se dice iniciado para aplicar el Concilio Vaticano II se opone realmente a él. “No digo que lo hagan voluntariamente, pero tal vez necesiten estudiar mejor los documentos conciliares ”, insiste el cardenal. Luego añade: «El Vaticano II quería superar este aislamiento del Papa del resto del colegio episcopal, pero ahora lo han distanciado».
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El cardenal Müller tiene razón.
El problema de Francisco es que le falta espíritu de obediencia. En algunos temas, Francisco no obedece la Escritura ni la Tradicion. Francisco no obedece a los pontífices que le precedieron, y en cambio pretende que nosotros le obedezcamos a ciegas.
Pero los católicos no somos de Francisco ni de ningún obispo, sino de Cristo.
Bergoglio y Mao: dirigir la base mayoritaria contra la dirigencia ultraminoritaria, mientras el líder supremo queda con todo el poder absolutamente absoluto.
«Ahora hay casi una tendencia a relativizar el oficio de los obispos, equiparándolo al de los laicos, pero al hacerlo el único que queda con el magisterio es el Papa»
Quien dijera aquello de crear una Comisión para paralizar un asunto, o hacer una asamblea a mano alzada para dirimir «democráticamente» una cuestión, sabían que ese es el mejor método para que el poder lo tenga el que organiza. «Abrir la base de la tienda» para que obispos y laicos se igualen en un Sínodo, es hacer que los laicos, que son más, impongan la cultura exterior, y su maldita democracia, que todo lo corrompe. Pero se hará, porque esas fuerzas destructivas han hecho que a la gente le parezca bien cualquier cosa, «si es democrática». La Iglesia se hunde. Sin remedio. Y es imparable, porque la revolución es desde arriba. El Papa, en efecto, ha abierto -conscientemente- la caja de Pandora.
«Francisco no obedece a los pontífices que le precedieron». ¿de qué norma de la Tradición o la Sagrada Escritura sacas esa «obediencia» que según tú le deben?
Un católico (sea Papa o sacristán), ¿no debe aceptar el magisterio ininterrumpido en materia de fe y costumbres, especialmente el extraordinario, de los pontífices anteriores? Igual usted, en su ignorancia, pensaba que las encíclicas, por ejemplo, o las definiciones dogmáticas, caducaban. Pero va a ser que no. Además, si Francisco no contradijese a todos sus predecesores, usted no le «defendería» (bueno, defender «de aquella manera», porque menudo «defensor» está usted hecho).
Gracias Catholicvs. Así es.
A fin de cuentas, tal vez tenga razón.
«Tal vez», no: la tiene. Ni los obispos ni el Papa son los dueños de la Iglesia.
Correcto, y lo demás que dijo Muller lo estoy meditando y puede que tenga razón.
Y tu tampoco eres dueño, a pesar de la ligereA que tienes en decidir quién es o deja de ser católico.
Se lo hemos dicho mil veces: que alguien no sea católico no depende de que otro lo haya decidido, sino que se deriva del hecho de que esa persona no profesa la fe católica, como es el caso de usted. Es una decisión voluntaria suya, que tampoco le convierte en «dueño de la Iglesia», sino en dueño de sus decisiones personales.
A la luz del pensamiento de francisquito y sus obispos lame botas, creo que la Iglesia Episcopal esta FINALIZADA.
La Iglesia Católica solo vive sostenida en los fuertes, pero a la ves tambaleantes Laicos. Deberia darsele el gusto al seudo papa disolver el clero y depositar la tradición en los fieles, que ellos por el sacerdocio bautismal y la unción de la Confirmación consagren su propia forma, hasta la venida del Supremo que por fin separa el trigo y la cizaña, muchos iremos al infierno y muchis otros disfruraran la Gloria de Dios.
Asi, con dimes y diretes no podemos seguir. Del papa para abajo tienen menos fe que muchos de nosotros.
Por sus frutos los conoceréis.
Si alguien desde el interior de la Iglesia decide no cumplir los Mandamientos para poder salvarse, es porque prefiere condenarse. El problema está en que si ese alguien es una autoridad eclesiástica, arrastrará con él al averno eterno a quienes le sigan, ya sea por falta de formación, por comodidad o porque les ha prometido que irán todos al cielo sin dejar de pecar. Todos, todos, todos. Debemos tener siempre presente que el Divino Juez es quien decidirá nuestro último destino en la eternidad. Es por ello que Müller indica muy bien que los consagrados no son los dueños de la Iglesia, sino los responsables del cuidado del rebaño de Cristo, y esto implica transmitir el legado divino tal está escrito, sin modificarlo. A estos consagrados que se han desviado les falta el temor de Dios, si es que en algun momento creyeron en El.
Desde que S. Pedro recibió la doctrina divina se mantuvo íntegra hasta que apareció Ber-goglio, el flautista de Hamelin.
Non Nobis.
Creo que Müller se refiere a S. Mateo 24,35: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Las palabras dichas por Jesucristo y predicadas posteriormente por los apóstoles y sucesores no se pueden modificar al gusto de nadie. En el momento en que suceda tal cuestión, -y creo que ya está sucediendo desde el año 2013-, habría un cisma y la Iglesia oficial o visible dejará de ser lo que es, pasando a ser una de tantas iglesias o religiones que existen por doquier. La verdadera Iglesia tendría que volver a las catacumbas.
Non Nobis.
Comparto totalmente. Dios nos asista.