“Vuelvan a admitirnos en la vida de la Iglesia”, demanda al sínodo recién iniciado Giuseppe Serrone al frente de un movimiento de sacerdotes casados.
“Podríamos hacer una gran contribución», subraya Serrone, quien recuerda que su posición es diferente de la de los ‘viri probati’ que se debatieron en el Sínodo sobre la Amazonia. En declaraciones a Adnkronos, el sacerdote secularizado señala: “Somos un potencial de evangelización desperdiciado. La cada vez más evidente disminución estadística de sacerdotes está obligando a una reforma jurídica canónica. Esperamos el inicio de un proceso, al menos una señal de apertura, conscientes de que el camino es largo”.
“Los sacerdotes – observa don Serrone, casado desde hace 23 años con Albana y con quien vive en Reggio Emilia – siguen siendo sacerdotes para siempre, pero no estamos autorizados a administrar ningún sacramento. Entre nosotros hay muy buenos teólogos, sacerdotes formados: podrían hacer una gran contribución. Ya no estamos en el proceso de hacer reivindicaciones, considerando también el momento histórico que vivimos, con conflictos en muchas partes del mundo. Pero hay muchas esperanzas de que se nos abra un rayo de esperanza. Podemos ayudar considerablemente a la Iglesia».
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Están tontos?
No. Están imbecilizados.
¿Pro Deo, sin cobrar nada?
Si bien veo difícil la readmisión al ejercicio del ministerio, creo que el pedido va en buenas formas y respetando la realidad a la que están sujetos. Son conscientes de que no pueden celebrar ningún sacramento.
Generalizando, pues habrá casos de todo tipo, si esos sacerdotes “se salieron” para casarse, demostraron con ello tener poca vocación sacerdotal y/o poco espíritu de sacrificio en su servicio a la Iglesia. A mí personalmente no me agradaría tener de sacerdotes a estos casados en el caso de que se les permitiese ahora volver a ejercer el sacerdocio. Ojo, no digo que no sean santos como personas, solo digo que pienso que no tienen auténtica vocación de lo que ha sido desde hace siglos (y creo debe seguir siendo) un sacerdote de la Iglesia católica.
Yo me pregunto si su intención está motivada por interés verdadero de servir o por interés económico. Porque si de servir se trata, lo pueden hacer sin ejercer el ministerio, como lo hacemos los laicos.
Esto se resuelve fácilmente. De hecho, ya lo resolvió el Señor: Lc. 9, 62
Una vez empezado el melón, a raja diaria; ¿qué esperaban?
No estaría mal admitirlos cómo Diáconos permanentes. Y que solo administren los sacramentos permitidos para estos: bautismo, matrimonio, bendiciones (no homo por favor) y exequias.
Eso mismo pensé yo… Pero si dejaron el sacerdocio para contraer matrimonio,miauuuu!.Además que eso podría dar pie para empezar a eliminar el CELIBATO SACERDOTAL
Ale venga ,,barra libre para todos ,,pidan todo,todo y todo ,que cabe todo ,todo,todo ,,para todos,todos todos..
Y si fuera rico ,,jajaja,,me compraba un borrico
Cabe todo menos la Tradicion, eso esta prohibido, nada de Misas Apostólicas Tradicionales, de eso ni hablar, el resto de las mundanidades que siempre fue condenada en la historia bíblica eso si cabe!
Cuantos de esos sacerdotes se engancharon con esas parejas siendo sacerdotes? Cuantos se dieron de baja sin ninguna relación sentimental? La verdad es que una vez se dieron de baja y se casaron lo mejor es que vivan su vida como cualquier laico, que es lo que pretenden? Oficiar misas? Sacramentos? Eso esta fuera de orden. El mejor servicio que pueden dar a la Iglesia es quedarse donde están
No hay ningún problema de que los sacerdotes se puedan casar. De hecho, el celibato obligatorio no existió siempre en la Iglesia de occidente. Podéis ir preparándoos (los más jóvenes), vosotros tradicionalistas super tradicionales, para el regreso de los presbíteros casados a la Iglesia de occidente. No tardará tanto como lo que tarda una sucesión de tres patos en nacer y morir de viejos.
Creo que está confundiendo el «ordenar a casados», con que «se casen los ordenados». Lo primero es posible en algunos casos (diáconos permanentes, presbíteros de rito oriental, ministros conversos del anglicanismo…), y es un problema canónico, disciplinario a fin de cuentas, lo segundo sacramental, lo cual son palabras mayores.
No va en contra de la doctrina. Ahora bien, los problemas que se abren para el sacerdote y para el concepto de sacerdocio a imagen de Cristo son tremendos. Encuentro bastante dificultades tanto teológicas como prácticas. Pero bueno, usted a lo suyo
¿Qué tal el sacerdote a imagen de Cristo con su esposa a imagen de la Iglesia? No hay tantas dificultades teológicas y prácticas. Que el celibato vuelva a ser opcional o voluntario, probablemente es lo que el Espíritu está pidiendo a la Iglesia en estos tiempos. Lo tendrán que discernir los padres sinodales y el Papa. Pero no será inmediato, llevará un tiempo hasta el cambio de la disciplina actual en la Iglesia Latina.
«¿Qué tal el sacerdote a imagen de Cristo con su esposa a imagen de la Iglesia?»
¿Y qué tal el sacerdote a imagen de Cristo con la Iglesia como esposa, como así lleva siendo dos milenios? No se estableció por capricho.
«es lo que el Espíritu está pidiendo a la Iglesia en estos tiempos»
Dios es inmutable y no va cambiando de parecer según los tiempos. Así que, deje de blasfemar, tomando el nombre de Dios en vano, atribuyéndole a Él deseos humanos.
Que procuren tener muchos hijos y ayuden todo lo que puedan en la parroquia y se dejen de cuentos .
En la Iglesia antigua, tanto en Oriente como en Occidente, era posible ordenar a personas casadas, pero ellos y sus esposas tenían que someterse a lo que se llamaba la «lex contintentiae». Si se ordenaba a hombres célibes ya no tenían la posibilidad de casarse al haber sido ordenado al diaconado, presbiterado o episcopado. La Iglesia oriental, debido en parte a presiones de los Emperadores, renunciaron a esa tradición antigua que se remonta a la época de los apóstoles, según estudios serios realizados en los últimos 50 años, p.e. por el Jesuita francés Christian Cochini entre otros. Las Iglesias Ortodoxas mantienen el celibato para los obispos, que suelen ser monjes. Es posible que la Santa Sede permita a un sacerdote que no se ha casado volver al ministerio si encuentra a un obispo deseoso de acogerlo.
Lo que piden los indicados arriba no se puede hacer. Tienen que asumir la responsabilidad de lo que han hecho.
La «estadística» no puede ser NUNCA una razón para cambios doctrinales, ni aun disciplinarios
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¿Nos confesaremos con el o con su señora?
Buenísimo !!!
Que no se hubieran casado. Hay que ser responsable de tus actos y aceptar las consecuencias.
Es fácil:
Que se divorcien.
Así podrán ir a comulgar sin ningún problema, Germania verbigracia, y podrán volver a ejercer, pues si el sacramento central se les puede dar (porque están divorciados) y ya no están casados para el mundo… pues eso.
Y, por supuesto, que sigan arrejuntados no importa.
Esos sacerdotes, que se casaron después de volver al estado laical, no han debido de encontrar trabajo porque sostener una familia con lo que cobra un sacerdote, al menos en España, es un imposible metafísico. Al menos, claro está, que sus esposas hayan abortado para no tener hijos.
Su objetivo es demoler la Iglesia Católica con doctrinas de ellos. Ya renegaron de Dios sucumbiendo a los placeres mundanos, que dejen a Dios en paz y a su Pueblo también, o mejor aún que prueben en algún rito oriental, o en la Iglesia Anglicana u Ortodoxa