José Luis Retana: «Pedimos perdón si no hemos sabido hacerlo bien»

José Luis Retana José Luis Retana, obispo de Salamanca
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El obispo de Salamanca ha escrito una carta a los fieles de la diócesis en la que pide perdón por el reciente caso de abuso que ha salido a la luz por parte de un sacerdote (que actualmente era canónigo de la catedral) contra otro sacerdote cuando éste era menor de edad.

José Luis Retana ha remarcado que «la Iglesia lleva muchos años luchando contra la lacra extendida en la sociedad, y dentro de ella, de los abusos sexuales y de poder».

«Debemos mostrar un firme compromiso con la transparencia y actuar con determinación contra todo hecho que conozcamos, poniéndolo en conociendo de las autoridades judiciales. Pedimos perdón si no hemos sabido hacerlo bien», ha señalado el obispo.

Les compartimos la carta completa del obispo de Salamanca, monseñor José Luis Retana:

Queridos hermanos y hermanas:

Todos conocéis las noticias publicadas en estos días en los medios de comunicación. En primer lugar, me remito al Comunicado publicado desde la diócesis y no tengo nada que añadir por el momento. En mi comunicación de hoy quiero ser pastor y padre para hablaros al corazón y que me ayudéis con la oración.

¿Dónde poner la mirada, en primer lugar, en estos momentos? En la misericordia del Padre, de cuyo amor manifestado en Cristo no puede apartarnos nadie (Cf. Rom 8,39). Os invito, junto conmigo, a un gesto muy sencillo. En este domingo, en la eucaristía vamos a rezar con fuerza el “Yo confieso…”, en el acto penitencial. “Yo confieso ante Dios Padre… que he pecado mucho… Por mi culpa… Por eso ruego que intercedáis por mí, ante Dios nuestro Señor”. Todos estamos bajo la culpa, pero todos estamos aún más bajo la gracia y la misericordia el Padre. Os invito, a pastores y pueblo de Dios, a hacer esta confesión ante el amor desmedido del Padre que “nos entregó” a su Hijo por nosotros, en vez de nosotros. Y hagámoslo con las oraciones de los paganos. De la mujer cananea del evangelio de este domingo (Mt 15,21-28): “Ten compasión de mí, Señor”.

Mirad, hermanos, la Iglesia lleva muchos años luchando contra la lacra extendida en la sociedad, y dentro de ella, de los abusos sexuales y de poder. Pero en palabras de Benedicto XVI a la Iglesia en Irlanda, no siempre lo hemos hecho bien: “Se han cometido graves errores en la respuesta a las acusaciones… Todo esto ha socavado gravemente vuestra credibilidad y eficacia. Aprecio los esfuerzos que habéis llevado a cabo para remediar los errores del pasado y para garantizar que no vuelvan a ocurrir. Además de aplicar plenamente las normas del derecho canónico concernientes a los casos de abusos de niños, seguid cooperando con las autoridades civiles en el ámbito de su competencia” (Benedicto XVI, Carta pastoral a los católicos de Irlanda, 11. 19 de marzo 2010). Debemos mostrar un firme compromiso con la transparencia y actuar con determinación contra todo hecho que conozcamos, poniéndolo en conociendo de las autoridades judiciales. Pedimos perdón si no hemos sabido hacerlo bien.

Sé que muchas comunidades cristianas, parroquiales; familias; catequistas, animadores; padres de familias, niños y jóvenes estáis sufriendo al conocer los hechos narrados en el Comunicado diocesano de este viernes. Queréis a los sacerdotes y sufrís por ello. Pero todo esto puede ser una oportunidad de gracia para saber que todos somos de barro, frágiles, y que el pecado anida en nuestro corazón. También esta debilidad nos alcanza a los sacerdotes, a mí, a todos. Por ello, os invito a otro pequeño ejercicio en la eucaristía dominical. Recemos el Gloria con intensidad en las palabras que se dirigen a Jesús: “Porque solo tú eres Santo, sólo tú Señor, solo tú altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la Gloria de Dios Padre”. Esto es muy saludable para nosotros, los sacerdotes, para evitar todo protagonismo pastoral o “endiosamiento” clerical; y para el pueblo de Dios, pues solo es digno de fe y seguimiento Aquel que ha dado la vida por nosotros.

Nuestra apuesta debe ser decidida por las víctimas. Ahora las palabras del papa Francisco nos ayudan a ello: “El abuso sexual a menores por parte del clero y su mala gestión por parte de los líderes eclesiásticos han sido uno de los desafíos más grandes para la Iglesia de nuestro tiempo… La incapacidad de actuar correctamente para detener este mal y ayudar a sus víctimas ha desfigurado nuestro mismo testimonio del amor de Dios. En el Confiteor nosotros pedimos perdón no solo por los errores cometidos, sino también por el bien que no hemos hecho” (Francisco, Discurso a la Comisión pontificia para la protección de los menores. Roma, 5 de mayo 2023). Ayudadme a que acoja, y acojamos, tanto dolor y sufrimiento de las víctimas. Quiero estar abierto a escuchar a todos, acoger con amor de madre los dolores de las víctimas, y también de las comunidades que sufrís, familias, y juntos acercarnos a aquel que solo nos puede sanar y consolar. Y también rezad para el Señor me otorgue el don de “acompañar con misericordia activa”, a los “sacerdotes que se encuentran en peligro o que han fallado en algo” (Christus Dominus, 16).

Depositemos nuestra confianza en el proceso abierto en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, siguiendo todos sus indicaciones. Y todos, pastores y pueblo de Dios, unidos, caminemos en fraternidad, oración, ayuda, y evitando todo juicio precipitado. Os invito a un tercer ejercicio dominical: en las parroquias que podáis, abrid lo templos una hora, para invitar a todos a orar ante el Santísimo Sacramento del Altar con la oración litúrgica de Vísperas.

Os deseo un feliz domingo a todos.

Con mi afecto y bendición. Vuestro obispo.

+ José Luis Retana, obispo de Salamanca.

La diócesis de Salamanca confirma un caso de abuso de un sacerdote a otro cuando el denunciante era menor

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Comentarios
10 comentarios en “José Luis Retana: «Pedimos perdón si no hemos sabido hacerlo bien»
  1. De pedir perdón, nada. Dimisión y de misionero al Sudán.
    Hasta el gorro de los que piden perdón y continúan en el cargo.

  2. La carta está bien, y las actuaciones también: «después de escuchar a ambas partes por separado, tomó la decisión de apartar a este presbítero de todas sus tareas pastorales y del contacto con menores… este presbítero -de mutuo acuerdo con el obispo- comenzó un proceso de acompañamiento en un centro especializado de ayuda para sacerdotes… el obispo se puso a disposición del denunciante, ofreciendo toda la ayuda necesaria. Y a petición suya, y de acuerdo con el obispo, decidió irse un año fuera de la diócesis, situación que ha sido prorrogada por un tiempo… el presbítero denunciado ha firmado la recepción de la notificación… de su dimisión del estado clerical, su secularización.»

    Pero:

    1. Debemos deber las causas.

    2. Debemos saber el contexto: si en la época del crimen, había un ambiente clerical propicio o no por infiltración ideológica.

    Ambas causas se nos escamotean.

  3. Cuanto cuento, cuento chino.
    Pide perdón si no lo ha sabido hacer bien: entonces pude perdón o no? Porque ese sí es condicional.
    Si te preocuparan de verdad las víctimas y no el escándalo, reconocerías que tienes un problema de homosexualidad en tu clero que debes urgentemente poner coto, pero esto ni lo menciones, ma rrano cuentista

  4. El obispo Retama no obedece lo que dice Dios en 1 Cor 6: «Cuando alguno tiene un pleito con otro ¿se atreve a llevar la causa ante los paganos y no ante los santos?…para vuestra vergüenza lo digo….váis a pleitear hermano contra hermano y eso ante infieles.»
    Exhortar a denunciar ante tribunales civiles se opone a lo que manda Dios, y es un ejemplo más de la confusión que se da en gran parte de la jerarquía eclesiástica.
    Además, la verdadera misericordia busca la conversión del pecador, y si es verdad que el canónigo cometió un abuso, con tantos años ya se habrá arrepentido, por lo que la acción del que le ha denunciado, demuestra falta de amor a la Iglesia al difamarla, y falta de fraternidad sacerdotal al denunciar a un compañero.
    Sobre el sacerdote denunciante me pregunto cómo reza el padrenuestro cuando dice «Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.»

  5. A ver, un poco de calma. Aunque la nota de Mons. Retana forma parte del género literario «política eclesiàstica», pues pide perdón de cosas que él no es responsable y lo hace en nombre de la institución. Algún comentarista le acusa de ser Mons. responsable: cuando ocurrieron los hechos ni era obispo ni estaba en la diócesis de Salamanca. Otro comentarista le acusa de no seguir las escrituras por recurrir a tribunales de paganos: no se acudió a tribunales civiles aunque sólo sea por qué el caso penalmente estaba prescrito en la legislación española. Se recurrió a un procedimiento canónico que pasó al Dicasterio de la Doctrina de la Fe. Cuidemos los comentarios por favor.

  6. Pero estúpido, tendrá que pedir perdón el que ha cometido el pecado, puesto que es personal, no los demás católicos.

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