Nuevo susto el que se vivió el pasado viernes en plena Misa en la catedral de Santiago de Compostela.
Según informa El Correo Gallego, un hombre de mediana edad fue detenido el pasado viernes por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía después de agredir a un sacerdote en la Catedral de Santiago. Según informa el citado medio, el individuo propinó un puñetazo al canónigo e intentó atacarle con un objeto punzante en el cuello cuando este distribuía la comunión durante una eucaristía en la seo. En ese momento también profirió gritos contra la Iglesia y concretamente la Conferencia Episcopal, tal y como indicaron fuentes del Cabildo. Utilizó como arma un portaminas.
Cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron a la Catedral, el hombre, de entre cuarenta y cincuenta años, ya había sido retenido por el servicio de seguridad privada. Una vez confirmada la agresión al capitular se procedió a su detención y traslado a Comisaría, donde, tras tomarle declaración, pasó a disposición judicial.
Las fuentes consultadas por el medio gallego señalan que el sacerdote no sufrió heridas graves, pero presentó igualmente por recomendación policial una denuncia en la Comisaría de Santiago sobre los hechos ocurridos, que llamaron la atención de las numerosas personas que participaban en la celebración litúrgica en el santuario jacobeo que presidía el propio sacerdote agredido. Desde la Catedral confirman que tras el percance continuó con sus funciones habituales.
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Ya no hay pueblo laico que proteja con su cuerpo ni arrope con su defensa multitudinaria y cerrada al clero, a la jerarquía y a los templos. Todo lo tienen fiado a los volubles políticos y a las fuerzas del orden. Es parte del precio que deben pagan por haberse sacudido el yugo suave de N. S. Jesucristo.
Si estaba dando la comunión, me temo que las hostias quedaron por los suelos, todo muy sacrílego, en fin, a ver si amplían la noticia, que resulta extraña (si quería agredir al cura de verdad, podía hacerlo en cualquier otro momento, que hubiera sido más «fácil», así que pienso en una ofensa y desprecio al Cuerpo de Cristo más que otra cosa). En fin…
A mí cuando me niegan la comunión en la boca también estoy tentado.