Se acercan las elecciones generales y el arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, no ha querido dejar pasar la oportunidad de mostrar en su última carta pastoral sus preocupaciones y sobre lo que invita a reflexionar a los fieles de cara a depositar la papeleta en la urna el próximo 23 de julio.
Luis Argüello señala en primer lugar, la difícil situación demográfica que atraviesa España, «a este drama que los sociólogos denominan invierno demográfico«. «Cuáles son las propuestas para favorecer la vida; qué comprensión de la persona, de la diferencia sexual, se tiene; qué valor se da a la paternidad y la maternidad; cuáles son las circunstancias de vivienda o las condiciones laborales que pueden favorecer o dificultar la natalidad», reflexiona el prelado.
Estado del Bienestar y salud democrática
El ex secretario general de la CEE asegura que «otro de los importantes asuntos de nuestro mundo actual, en enorme transformación y con mucha repercusión en la sociedad española, es la situación del Estado del Bienestar: en la educación, en la sanidad, en los servicios sociales, en la atención a los mayores, en nuestro sistema de pensiones». Por ello, pide conocer «cuáles son las propuestas de unos y de otros» y «qué papel se da a la iniciativa social para poder intervenir en el campo público».
«Para que nuestro Estado del Bienestar se transforme en una verdadera sociedad de los cuidados o del “mejor ser y estar”, como a algunos les gusta decir, es imprescindible que las propuestas de las administraciones públicas y las de la iniciativa social converjan», añade el arzobispo.
Para monseñor Argüello, un tercer gran asunto que tenemos entre manos es lo que podríamos llamar nuestra «salud democrática» y, dentro de ella la situación del poder judicial. «¿Cuáles son las diversas propuestas para abordar uno de los pilares fundamentales del Estado de Derecho? La organización del propio poder judicial, el asegurar la independencia de los jueces, es un asunto de gran importancia», reconoce el ex portavoz de los obispos españoles.
Además, subraya que «otro indicador de nuestra salud democrática es la articulación entre las diversas administraciones públicas. El estado de una nación que reconoce en su seno nacionalidades y regiones; administraciones cercanas, locales y autonómicas, y administración estatal. Se debe conjugar todo esto con el criterio del bien común que asegure la equidad entre todos los ciudadanos, cualquiera sea el lugar donde habitemos en nuestra nación española».
Inmigración y tipos de violencia
Sobre la cuestión migratoria, que tan graves disturbios están provocando estos días en Francia, el arzobispo Argüello afirma que «un punto de alarma, una cuestión que hemos de acometer, es toda la realidad de la acogida a los inmigrantes en un mundo globalizado. Desde su derecho a no salir de sus países de origen, para lo cual hace falta abordar la situación económica y política de esas naciones, hasta su acogida en nuestro entorno».
Argüello reconoce que hay otras realidades alarmantes, «como son las de las diversas violencias». El arzobispo de pucela pide reflexionar sobre «las diversas formas de muerte, que van desde la muerte provocada por uno mismo en los suicidios, las muertes por accidentes laborales, o las muertes por otro tipo de violencia, que se dan y resuenan de manera singularmente dramática cuando acontecen entre personas que han mantenido vínculos afectivos».
También reclama propuestas sobre todo lo relacionado con la salud mental de la población, «con los problemas de soledad, con la situación de las personas mayores. Hace falta una respuesta a la altura del desafío que nos plantean estos asuntos ahora y en el futuro».
Monseñor Argüello concluye su misiva incidiendo recordando a los ciudadanos que «no podemos esperarlo todo de la política. Hay vida, vida social, vida cultural, vida relacional más allá de la dimensión política que tienen muchas de nuestras acciones y actividades».
«Y a los políticos: no quieran solucionar todos los problemas de la existencia; caigan en la cuenta de que muchos de ellos han de abordarse desde categorías diferentes al corto, al medio o al largo plazo, como las que tienen que ver con el sentido de la vida o con la dimensión religiosa de la existencia, y que toda formación política, toda administración pública, debe de respetar y reconocer».
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«Luis Argüello señala en primer lugar, la difícil situación demográfica que atraviesa España»
Un país y una sociedad que asesina a sus hijos antes de nacer, merece desaparecer. La demografía, y lo que ésta afecte a España es, por tanto, y desde el punto de vista moral, el menor de los problemas.
«cuáles son las circunstancias de vivienda o las condiciones laborales que pueden favorecer o dificultar la natalidad»
No hay ninguna circunstancia que justifique ni el uso de anticonceptivos, ni mucho menos el aborto. Así que, comprar el discurso de quienes defienden ambas cosas resta credibilidad a lo acertado que pueda decir.
«pide conocer ‘cuáles son las propuestas de unos y de otros'»
Da igual qué propuestas hagan sobre todos esos factores si el partido o partido en cuestión son favorables al aborto. Todos los derechos dependen del principal: el derecho a la vida, pues sin ésta ya no hay educación, salud, pensiones… ni tampoco…
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…bautismo, que es lo que a los señores obispos debería preocuparles más.
Y sobre la inmigración, a ver si en lo referido a su «acogida en nuestro entorno» (que sólo se puede dar cuando entran ordenada y legalmente, pues en Europa no cabe toda África, además de que sólo es sostenible si existe una d e m a n d a laboral real, que les permita llevar una vida digna, no dejándoles como única salida la delincuencia o, como mucho, a la mendicidad y la limosna), los señores obispos se molestan en evangelizarlos, pues un gran porcentaje de ellos son paganos. Y mientras alimentarlos puede el Estado, éste no puede evangelizarlos y bautizarlos, que es una obligación (no una opción) de los sucesores de los apóstoles.
«las muertes por otro tipo de violencia, que se dan y resuenan de manera singularmente dramática cuando acontecen entre personas que han mantenido vínculos afectivos»
¿Por qué emplea tanto circunloquio y no nombra el tipo de…
…de violencia al que se refiere? Está claro que habla de la violencia de pareja, que no «de género»: además de que las personas no tienen «género» sino «sexo», los asesinos no matan indiscriminadamente a personas por su sexo, sino por su relación. ¿O acaso en la mal llamada «violencia de género» (de la que sólo publicitan aquella en la que la víctima es mujer) incluyen a asesinos que matan a personas desconocidas, bien sean profesoras, cajeras, barrenderas, abogadas, políticas… por el mero hecho de ser mujeres? Bien que recalque lo de los vínculos afectivos pero que denuncie también la impostura señalada, que, casualmente, «venden» todos los partidos políticos… menos uno (al que se demoniza por decir lo evidente encima).
En fin, un mensaje ambiguo y tibio, como poco, para dar la impresión de que moralmente los católicos pueden votar a cualquier partido, o que el mal no tiene grados, cuando ninguna de ambas cosas es así.
Este es un hijo de la revolución comunista, puño en alto junto a Carrillo en la transición española y no sabe disimularlo. Es el tipo de calaña conciliar que nos está llevando al desastre. Estos renegados sobran en la iglesia. Hasta cuando tendremos que soportarlos.
¿ Salud democrática ?, que diablos será eso, salvo que España se haya convertido en el trono de Lucifer, antes tierra de Maria Santísima y del Sagrado Corazón de Jesús. Hay que ser muy desgraciado para alentar un régimen liberal condenado por infinitos documentos papales en el pasado y olvidarse de lo mas importante, DE LA SALUD DEL ALMA.
Carlismo Rebelde
Tengo entendido que en España hay una «ley» de aborto que dificulta bastante la natalidad, por lo menos la de los que son abortados «legalmente».
¿Conoce usted alguna ley del aborto que no «dificulte» la natalidad? Todos los abortos provocados (sean legales, ilegales o mediopensionistas), consisten en matar al nonato para que no nazca (valga la redundancia). Así que, imagínese si la dificulta: en España, en China y hasta en Saturno.
Este individuo no hace mucho ejercía de blanqueador de Irene Montero. ¡Nada menos! porque ofrecía una interpretación razonable, que no sé quién le había pedido, de una de tantas barbaridades dichas por la ministra de igualdad. Esta es una anécdota entre otras pero a partir de ellas se puede concluir lo que puede esperarse de este sujeto.
Lo mas grave en España, es el aborto. El crimen legalizado por una sociedad idiota. Lo demas es accesorio
Es que nadie se da cuenta de ello ?.