Para el cardenal Grech, secretario general del Sínodo, «las tensiones o los puntos de vista opuestos dentro del Sínodo deben aceptarse como parte del proceso y no deben ser motivo de preocupación», dijo en una reunión con periodistas austriacos en Roma.
«Esto significa que nos involucramos en una discusión en la que tenemos diferentes puntos de vista», dijo el cardenal de Malta en la reunión, a la que también asistió el cardenal Christoph Schönborn de Viena. “Lo importante es que tengamos una meta y un punto de partida común, que con la ayuda del Espíritu Santo escuchemos la palabra de Dios y queramos el bien de la iglesia”, dijo Grech.
Las tensiones también estimularon el «pensamiento, a un diálogo más abierto», aseguró el purpurado. “Cuando el proceso sinodal crea o sostiene la esperanza entre la gente, es un gran consuelo para mí”, dijo el jefe de la secretaría del sínodo.
Al mismo tiempo, Grech enfatizó, combinado con las críticas a la visión anterior de los medios sobre el sínodo, que el enfoque inicialmente no se centró en temas como el papel de la mujer o el colectivo LGBTQ. El purpurado insistió en que «no es un sínodo sobre la mujer», pero “el tema es una Iglesia sinodal donde haya más comunión, más misión y más participación”, dijo el cardenal.
Sin embargo, el énfasis en un rol más fuerte para las mujeres se ha vuelto “obvio” en consultas previas. “Recibimos el mensaje de que la Iglesia debería hacer más espacio para las mujeres. Tanto en los procesos de toma de decisiones como en los procesos de toma de decisiones.” Según Grech, el objetivo es convertirse en una Iglesia más sinodal: “Porque si somos una Iglesia sinodal, estaremos en una posición más fuerte para responder a las preguntas que enfrentan los hombres y las mujeres de hoy, preguntas que no podemos responder por nosotros mismos. Tenemos que recorrer el camino juntos”.
Por otro lado, el cardenal maltés señaló que “aquí no hacemos política. Tenemos una gran responsabilidad y tratamos de entender la voluntad de Dios”. El secretario general del Sínodo recordó que «sin espiritualidad, el Sínodo no podría alcanzar sus objetivos».
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