El Papa quiere para esta Cuaresma que seamos más sinodales

mensaje del Papa Cuaresma ayuno
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La Santa Sede ha hecho público el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma que dará el pistoletazo del salida el próximo miércoles, 22 de febrero.

El mensaje lleva como título: ‘Ascesis cuaresmal, un camino sinodal’. Como se diría coloquialmente, tenemos el Sínodo ‘hasta en la sopa’.

A pesar de las grandes tensiones, problemas y luchas internas que está provocando este Sínodo provocador y confuso, el Papa ha querido centrar su mensaje cuaresmal en el camino sinodal. No busquen menciones a la oración, al ayuno o a la limosna en este discurso porque no las van a encontrar.

En el mensaje cuaresmal, el Pontífice afirma que «nos hará bien reflexionar sobre esta relación que existe entre la ascesis cuaresmal y la experiencia sinodal».

El Papa emplea su discurso de esta Cuaresma para asegurar que «el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad». Tampoco pierde la oportunidad para subrayar que «la tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada».

Les ofrecemos el mensaje completo del Papa Francisco para esta Cuaresma:

Queridos hermanos y hermanas:

Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas concuerdan al relatar el episodio de la Transfiguración de Jesús. En este acontecimiento vemos la respuesta que el Señor dio a sus discípulos cuando estos manifestaron incomprensión hacia Él. De hecho, poco tiempo antes se había producido un auténtico enfrentamiento entre el Maestro y Simón Pedro, quien, tras profesar su fe en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, rechazó su anuncio de la pasión y de la cruz. Jesús lo reprendió enérgicamente: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres» (Mt 16,23). Y «seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado» (Mt 17,1).

El evangelio de la Transfiguración se proclama cada año en el segundo domingo de Cuaresma. En efecto, en este tiempo litúrgico el Señor nos toma consigo y nos lleva a un lugar apartado. Aun cuando nuestros compromisos diarios nos obliguen a permanecer allí donde nos encontramos habitualmente, viviendo una cotidianidad a menudo repetitiva y a veces aburrida, en Cuaresma se nos invita a “subir a un monte elevado” junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis.

La ascesis cuaresmal es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz. Era precisamente lo que necesitaban Pedro y los demás discípulos. Para profundizar nuestro conocimiento del Maestro, para comprender y acoger plenamente el misterio de la salvación divina, realizada en el don total de sí por amor, debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades. Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña. Estos requisitos también son importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a realizar. Nos hará bien reflexionar sobre esta relación que existe entre la ascesis cuaresmal y la experiencia sinodal.

En el “retiro” en el monte Tabor, Jesús llevó consigo a tres discípulos, elegidos para ser testigos de un acontecimiento único. Quiso que esa experiencia de gracia no fuera solitaria, sino compartida, como lo es, al fin y al cabo, toda nuestra vida de fe. A Jesús hemos de seguirlo juntos. Y juntos, como Iglesia peregrina en el tiempo, vivimos el año litúrgico y, en él, la Cuaresma, caminando con los que el Señor ha puesto a nuestro lado como compañeros de viaje. Análogamente al ascenso de Jesús y sus discípulos al monte Tabor, podemos afirmar que nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos juntos por la misma senda, discípulos del único Maestro. Sabemos, de hecho, que Él mismo es el Camino y, por eso, tanto en el itinerario litúrgico como en el del Sínodo, la Iglesia no hace sino entrar cada vez más plena y profundamente en el misterio de Cristo Salvador.

Y llegamos al momento culminante. Dice el Evangelio que Jesús «se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz» (Mt 17,2). Aquí está la “cumbre”, la meta del camino. Al final de la subida, mientras estaban en lo alto del monte con Jesús, a los tres discípulos se les concedió la gracia de verle en su gloria, resplandeciente de luz sobrenatural. Una luz que no procedía del exterior, sino que se irradiaba de Él mismo. La belleza divina de esta visión fue incomparablemente mayor que cualquier esfuerzo que los discípulos hubieran podido hacer para subir al Tabor. Como en cualquier excursión exigente de montaña, a medida que se asciende es necesario mantener la mirada fija en el sendero; pero el maravilloso panorama que se revela al final, sorprende y hace que valga la pena. También el proceso sinodal parece a menudo un camino arduo, lo que a veces nos puede desalentar. Pero lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino.

La experiencia de los discípulos en el monte Tabor se enriqueció aún más cuando, junto a Jesús transfigurado, aparecieron Moisés y Elías, que personifican respectivamente la Ley y los Profetas (cf. Mt 17,3). La novedad de Cristo es el cumplimiento de la antigua Alianza y de las promesas; es inseparable de la historia de Dios con su pueblo y revela su sentido profundo. De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad. La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada.

El camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. Una transformación que, en ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual. Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros este año, quisiera proponer dos “caminos” a seguir para ascender junto a Jesús y llegar con Él a la meta.

El primero se refiere al imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor, mientras contemplaban a Jesús transfigurado. La voz que se oyó desde la nube dijo: «Escúchenlo» (Mt 17,5). Por tanto, la primera indicación es muy clara: escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla. ¿Y cómo nos habla? Ante todo, en la Palabra de Dios, que la Iglesia nos ofrece en la liturgia. No dejemos que caiga en saco roto. Si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet. Además de hablarnos en las Escrituras, el Señor lo hace a través de nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los rostros y en las historias de quienes necesitan ayuda. Pero quisiera añadir también otro aspecto, muy importante en el proceso sinodal: el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal.

Al escuchar la voz del Padre, «los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo» (Mt 17,6-8). He aquí la segunda indicación para esta Cuaresma: no refugiarse en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias sugestivas, por miedo a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas, sus dificultades y sus contradicciones. La luz que Jesús muestra a los discípulos es un adelanto de la gloria pascual y hacia ella debemos ir, siguiéndolo “a Él solo”. La Cuaresma está orientada a la Pascua. El “retiro” no es un fin en sí mismo, sino que nos prepara para vivir la pasión y la cruz con fe, esperanza y amor, para llegar a la resurrección. De igual modo, el camino sinodal no debe hacernos creer en la ilusión de que hemos llegado cuando Dios nos concede la gracia de algunas experiencias fuertes de comunión. También allí el Señor nos repite: «Levántense, no tengan miedo». Bajemos a la llanura y que la gracia que hemos experimentado nos sostenga para ser artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras comunidades.

Queridos hermanos y hermanas, que el Espíritu Santo nos anime durante esta Cuaresma en nuestra escalada con Jesús, para que experimentemos su resplandor divino y así, fortalecidos en la fe, prosigamos juntos el camino con Él, gloria de su pueblo y luz de las naciones.

Roma, San Juan de Letrán, 25 de enero de 2023, Fiesta de la Conversión de san Pablo

FRANCISCO

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Comentarios
27 comentarios en “El Papa quiere para esta Cuaresma que seamos más sinodales
  1. Recuerdo en la Cuaresma del 2013,recien estrenado su Pontificado, que en Santa Marta predicó una homilía que escuche por televisión. Me pareció sencilla y muy práctica sobre ayuno, penitencia y limosna
    Explicó en qué consistía y su sentido. Yo tomé apuntes con el fin de prepararme para la Cuaresma de ese año… Después fui viendo la deriva de este Pontífice y… Terrible! Cómo se ha quitado la máscara! Quien no lo haya sabido ver a estas alturas que se busque un buen director de almas, lea el CATECISMO y se instruya…

    1. El sinodo de la sinodalidad del Papa Francisco esta exigiendo lo mismo que el sinodo Aleman; aceptacion de las aberraciones lgtbi+, ordenacion de obispas, toma de decisiones en conjunto con fieles (igual que cualquier secta protestante), sincretismo religioso con sectas protestantes, y promoción y aceptación del paganismo indigena, al punto de introducir ritos “amazonicos” en la liturgia, una liturgia que fue radicalmente cambianda por el obispo mason Anibal Bugnini, y que nada tiene que ver el la Misa Apostólica Tradicional heredada de los Apostoles y que tiene 20 siglos (2 mil años). Y lo último es que quieren “beatificar” al jesuita Pedro Arrupe!. Sería bueno que infovaticana le refrescara la memoria a los lectores sobre esta jesuita, tal vez un cuadro comparativo junto a Ernesto Cardenal y Hans Kung

    1. Tradición significa para el modernista: experiencia, vivencia, acciones vividas…
      Camino, sendero, itinerario significa: línea evolutiva de Darwin.
      La revelación es: la mejor comprensión de las cosas, la profundización en el entendimiento, el libre examen de Lutero, la ascesis…
      Sabiendo esto, se entiende qué es un sinodo: una reunión para exponer experiencias y vivencias porque son fuente de revelación. Eso es lo que significa que la tradición es fuente de revelación, porque no creen que terminase con la muerte del último de los apostoles, ya que las vivencias continúan.
      Están locos.

      1. Por eso, aferrarse a la doctrina y culto inmutable es aferrarse a cosas caducas pasadas, son vivencias y experiencias de otros en el pasado y no es la revelación actual.
        El evolucionismo darwinista aplicado a la iglesia es una enfermedad psiquiátrica grave. Esto es lo que tiene esta gente en la cabeza. No entienden que te aferres a la verdad de otra época porque la verdad ha cambiado con la puñetera experiencia. Esta forma de pensar de cierto clero es demoniaca.

        1. El Novus Ordo y todas las herejias del cvii son una revelación que tuvo Pablo VI en su experiencia subjetiva, porque donde están ecuménicamente reunidos, está Dios en medio de ellos. Dios se lo reveló así, en su libre examen ¿como es que no queremos esta nueva revelación dentro de la línea evolutiva hermenéuticamente continua y sin ruptura?
          Qué sub normales, eso no es lo católico.

          1. Muy útil el diccionario que nos proporcionaste. Para atajar las frases de los adeptos a Bergoglio. Muchas gracias

      2. Ese Sínodo está desinodalizado, quién lo sinodalizará. El sinodalizador que lo sinodalice, buen sinodalizador será. Porque hay muchos desinodalizadores, que se hacen pasar por lo contrario. Y así va la sinodalidad, de mal en peor. Vea usted lo que pasa en Alemania, donde hayn obispos que dicen unas burradas tremendas, carentes deĺ más mínimo sentido de sinodalidad.

  2. El editor de la noticia, y muchos de los comentarios parecen mantener posiciones de prejuicios respecto al Santo Padre.
    Creo que en alguna parte del evangelio, que quizás sea anterior al Novus y al Vetus Ordo se dice: «No juzgues y no serás juzgado».
    La noticia nos indica que el texto del mensaje papal no habla de la oración; yo he leído y el Papa invita a participar diariamente de la Misa, a escuchar la palabra de Dios y a vivir el camino de la vida con la mirada puesta en el Señor que murió y resucitó.
    Rezamos para este tiempo de cuaresma nos ayude a todos a crecer en santidad y gracia.

    1. Por lógica, primero se celebró misa, (que tendría que tener un rito para ser celebrada digo yo), y mucho después los apóstoles pusieron por escrito los evangelios.
      Es la Sagrada Tradición la que juzga y condena todo lo que hoy se hace en la Iglesia. (Tradición que no son experiencias y vivencias sólo para el pasado, sino que es la doctrina inmutable)
      La herejía modernista pretende que «no juzguéis y no seréis juzgados» significa «no penséis porque el que obedece no se equivoca». Razonando haciendo juicios es como enseña la iglesia que se llega al conocimiento de la verdad, pero no con obediencia ciega a la autoridad. Porque la autoridad es autoridad cuando enseña la verdad tradicional, no cuando se la inventa.

    2. Es cierto que se ha dicho «no juzgues y no serás juzgado», pero también hay que recordar las varias homilías del Papa Francisco sobre el discernimiento… Yo, discerniendo, concluyo que me aferraré a la riquísima literatura católica de siempre para vivir mi tiempo cuaresmal de la manera más llena de Gracia Santificante.

    3. Hay que juzgar, para algo Dios nos dio la capacidad de juicio.
      Lo que interesa a estas alturas es que berghi dimita sinodalmente; o sea, que dimita.

    4. La herejía modernista pretende que «no juzguéis y no seréis juzgados» significa «no penséis porque el que obedece no se equivoca».
      Esta frase es contundente.
      Ese diccionario, ese cambio en el significado de las palabras ‘es otro idioma’, es la clave.

    5. No hay prejuicio hacia el papa, seamos precisos hay resistencia a las opiniones heréticas que dice tal persona en tanto contradicen de plano la doctrina de la Iglesia. Salvo que éso te guste.

  3. Ni siquiera la época de la Cuaresma puede dejarla sin manchar con ese aberrante «sínodo de la sinodalidad». Bergoglio se sabe viejo y va muy acelerado en el mandato satánico-masónico de meter como sea los preceptos de la Agenda 2030 en la Iglesia.

  4. Por ahí he leído que el Papa dice que la sinodalidad es una cosa tradicional de toda la vida.
    Bueno, sólo queda demostrarlo. Pero primero hay que definir el concepto.
    ¿Preguntar a la gente para que aporte su estúpida opinión diversa sobre moralidad, eso es la sinodalidad?
    Primero: indique dónde aparece en la biblia
    Segundo: indique dónde está en la Tradición.
    ¿No será que la inmoralidad es una nueva experiencia vivida por el hombre moderno susceptible de ser incorporada a la Tradición como novedad?
    El que piensa haciendo juicios no se equivoca, el que obedece tontadas claro que se equivoca.

  5. El sínodo es la soberanía popular superpuesta a la voluntad de Dios. Es auto proclamarse nuevos dioses de la creación en la que manda la razón y los instintos mas animales. Si mañana ponen a votación el aborto, el sínodo acabará aceptándolo por unanimidad, y con el tiempo acabarán renegando de Dios y adorando al diablo. La sinodalidad acabará en orgías, ya bendecidas por alguno de estos prelados chiflados al estilo de las sectas, por que todas ellas terminan en lo mismo, en la jodienda. Esto es como el chiste, uno se encuentra con otro en un acto sinodal modernista, oye esto de la orgía sinodal no acaba de convencerme, llevamos tres horas de marcha y ya me han dado por c tres veces……….Si van a algún sínodo no olviden ponerse una tapadera en el trasero, por si acaso.

  6. Otra vez la dichosa palabra talismán……sinodal, sinodalidad y yo sigo sin enterar.
    El lema de la jornada mundial del enfermo…» La compasión como camino sinodal de sanación» y yo sin enterarme.
    Pero a ver, hay un trasunto en este tema que aparte de las barbaridades de las asambleas varias y casi todas con planteamientos heréticos , lo grave es que puede estar transmitiéndose la idea de que la salvación no es personal sino del conjunto del » pueblo de Dios que camina…. etcétera» y esto si que es un triunfo por goleada del demonio

  7. Si preguntamos a cualquier cristiano de a pie si sabe lo que es el sinodo, o lo que significa sinodalidad nos dirá que no tiene ni idea. Es una terminología que apenas el 1 % de los católicos entiende. Pero si les preguntamos qué significa la cuaresma, todos o casi todos nos dirán que penitencia para prepararse a la Pascua. Los obispos y el Papa juegan en otra superliga, viven en otro nivel y no digamos ese 1 % que forman parte de las encuestas sinodales que están totalmente imbuidos de esas corrientes mundanas de la ideologia de genero y de la democracia eclesial y para los cuales es mucho más importante el problema LGTBY o los movimientos feministas que el rollo patatero y arcáico de la penitencia, el ayuno, la limosna. Eso ya está superado. Lo que mola hoy día es hablar de sexo mañana,tarde y noche como el nuevo baal al que hay que sacrificar todo. Es el orgullo satánico. Dos mil años no han sabido la verdad, ahora somos los nuevos Cristobal Colon de la Iglesia.

    1. Y ni eso. Ahora te predican que cuaresma es dar limosna… ayuna y el ahorro lo das en limosna: Comprensión claramente materialista -por allí no se avanza-.
      Cuaresma es ayuno y oración (y el que quiera dar lismona, pues también)
      Algunos demonios solo salen con ayuno y oración. El que no entiende para qué es (espiritualmente) el ayuno, que lo viva a ver si empieza a cultivar templanza y algunas virtudes.

  8. Va haciendo carrera no marcar la cruz en la frente (que se escandalizan los gentiles), echemos un poquito de polvo en la cabeza (que no se note el cristianismo)
    A propósito, ¿con qué palmas están haciendo la ceniza de este año, si el año pasado había era que llevar una planta a la procesión del domingo de ramos?

  9. Si por 20 siglos la Iglesia habló de ayuno, oración y limosna para vivir la Cuaresma, no hay necesidad de hablar de nada más. El Espíritu Santo que la guió no se ha equivocado, y ningún sínodo puede inventarle nuevas reglas.

  10. CONVERSIÓN Y PENITENCIA , así se vive la Cuaresma.

    Pero bueno ya nos dejo sin ella en el 2020. Aquella imagen de la plaza de San Pedro, el solo iluminado y Cristo en penumbra en la Cruz, y ahora la quiere sinodalizar (escucha, discernimiento, acompañamiento, bla, bla, bla…). que a efectos prácticos es lo mismo, porque en el fondo toda esa escucha….. es apartar a Cristo y ponerse ellos, aunque utilizen como coartada al Espíritu Santo. No respetan, a ninguna de las tres personas de la Stsima Trinidad.
    Que Dios nos perdone, por consentir todo lo que consentimos.
    Ni caso.

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