Justo ayer, 31 de enero, se celebró el primer mes del fallecimiento de Joseph Ratzinger.
La Fundación Joseph Ratzinger organizó una Misa en la cripta donde descansan los restos del Pontífice alemán este pasado 31 de enero. Justo un mes después del fallecimiento de Benedicto XVI.
La Misa estuvo presidida por el que fuera su secretario particular, el arzobispo Georg Gänswein. En su homilía, monseñor Gänswein recordó la figura de san Benito José Labre, fallecido en Roma el 16 de abril de 1783 (el 16 de abril era la fecha de nacimiento de Joseph Ratzinger), santo con el cual el Papa emérito compartía el nombre de bautismo, José, y del cual luego asumió como Pontífice, Benedicto. Al sentir su “ausencia física”, monseñor Gänswein también destacó cuánto Benedicto XVI está “espiritualmente presente” a día de hoy.
Al final de la misa, a la que asistieron los Memores Domini que asistieron a Benedicto XVI durante los años de su pontificado y luego en el Monasterio Mater Ecclesiae, su secretaria sor Birgit Wansing y otras personas que, como los sacerdotes concelebrantes, han estado cerca a lo largo de los años, ha tenido lugar un momento de oración en su tumba.
Salida de Gänswein del Vaticano
Aunque todavía no hay nada confirmado, esta podría haber sido la última Misa del arzobispo en el Vaticano. Tal y como ya publicamos hace algunas semanas, según publicaron medios alemanes, el arzobispo Georg Gänswein tiene que mudarse del monasterio Mater Ecclesiae, la casa de retiro de Benedicto XVI, el 1 de febrero. Según «Zeit», el Padre Georg fue informado de la fecha de su expulsión del domicilio vaticano el mismo día del funeral del Papa Emérito en una carta firmada personalmente por el Papa Francisco.
Por el momento, no hay todavía noticias oficiales de que el ex secretario del difunto Benedicto haya abandonado ya el Monasterio Mater Ecclesiae a pesar de que hoy se cumple la fecha tope que le puso el Papa para desalojar dicho lugar.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Su Santidad Benedicto XVI fue un buen Papa, aunque nunca debió dimitir ni callar ante los graves errores de Francisco.
¡Viva Benedicto!
¡Fuera Francisco!
Como siempre, coincido en todo lo que usted dice, salvo en una cosa: El Papa Benedicto nunca dimitió.
Al ser «expulsado» , pasa a aparecer como víctima de no se sabe bien que, con lo cual se refuerza su credibilidad. Sin embargo, monseñor es en realidad un promotor del pinchazo vacunal. Este pinchazo es un genocidio. Creo que en este momento histórico, viendo lo que está ocurriendo debería pedir disculpas.
Bueno, es malo lo de apoyar el experimento vacunal (que ahora está acabando con la vida de miles de personas, por mucho que lo quieran negar los massmedia) pero peor fue apoyar la adoración de Bergoglio a la siniestra Pachamama en los jardines del Vaticano (en las imágenes se ve que estaba allí muy ufano y sonriente Gänswein). No me fío de los que apoyaron (y siguen apoyando) esa aberrante herejía…
Muy lejos del monasterio «Mater Ecclesiae» no podrá irse Gänstein, porque es el Prefecto de la Casa Pontificia, cargo del que nadie le ha expulsado.
Desde luego, nadie le ha suspendido aún. Y errores todos cometemos como humanos que somos.