Benedicto denuncia la existencia de ‘clubs gays’ en los seminarios

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El recientemente fallecido Benedicto XVI sigue batallando, como el Cid, después de muerto. Su libro póstumo confirma lo que tantas veces se ha denunciado y otras tantas se ha ocultado: la existencia de redes homosexuales en el clero católico.

Había un elefante en la habitación, por recurrir al socorrido cliché, en el escándalo continuado y sin fin de los abusos sexuales por parte del clero y su encubrimiento por parte de la jerarquía, y el elefante es rosa.

Cuando, tras la explosión del caso McCarrick, se convocó en Roma un minisínodo para tratar de esta plaga que aqueja a la clerecía católica desde hace ya décadas, la reunión acabó identificando al culpable: el clericalismo. Para llegar a ese desconcertante hallazgo hubo que pasar de puntillas sobre lo obvio, contenido en todos los informes sobre los casos de abusos, a saber: más del 80% de los casos reportados eran de orden homosexual. No eran, en su mayoría, casos de pedofilia estrictamente, porque los menores víctimas no solían ser niños, sino adolescentes y jóvenes, en su mayoría varones. Esto debería significar algo, pero se prefirió obviar.

Calculó que fue monseñor Viganò el jerarca de más alto rango el primero (¿y el único?) en denunciar pública y abiertamente la existencia de una infiltración homosexual en el clero católico que, lógicamente, empezaba en los seminarios.

Pero Viganò es, al fin, un disidente demonizado. Ahora, sin embargo, es todo un Papa, aunque sea un Papa difunto, el que confirma el mal. En uno de los textos del libro póstumo Qué es el cristianismo, Ratzinger denuncia la existencia de «clubes de homosexuales» en varios seminarios, refiriéndose a grupos que «actuaban más o menos abiertamente y que claramente transformaban el clima» en las escuelas de sacerdotes.

«En un seminario en el sur de Alemania, los candidatos al sacerdocio y los candidatos al servicio laico vivían juntos”, cuenta Benedicto. “ Durante las comidas conjuntas, los seminaristas permanecían juntos con representantes pastorales casados, acompañados en parte por esposas e hijos, y en algunos casos incluso por novias. El ambiente en el seminario no ayudó en la formación sacerdotal». Más adelante, Benedicto XVI revela que un obispo incluso permitió la proyección de «películas pornográficas a los seminaristas, presumiblemente con la intención de permitirles resistir comportamientos contrarios a la fe».

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Comentarios
39 comentarios en “Benedicto denuncia la existencia de ‘clubs gays’ en los seminarios
  1. Una trama legetebera por todos conocida, aunque por muy pocos denunciada, generalmente tapada mediante calumnias pueriles contra el celibato sacerdotal o despachada mediante héreticas propuestas al sacerdocio femenino, en vez de mediante la recuperación de la normas canónicas y la identificación del núcleo central del problema: la relajación de controles en los seminarios y la admisión al orden sacerdotal de hombres con tendencias objetivamente desordenadas, pero que por no poder calificarse de tales a ojos de las instituciones políticas, eran silenciadas y, por ende, fomentadas y coordinadas en auténticas redes de abusos a niños.

  2. Lo que dice el Papa Benedicto XVI es algo que los sacerdotes sabemos bien, y lo sufrimos, porque esas redes homosexuales ya están en cargos diocesanos, y ejercen su despotismo contra los que no lo somos y denunciamos ese pecado.
    A los que no lo son pero callan no les perjudican,pero a los que no lo somos y defendemos la doctrina católica en esta materia, nos someten a ostracismo y nos apartan de responsabilidades pastorales.

    1. Así es, por desgracia, estimado Sacerdote Católica, y sabe Dios cuantas vocaciones a la santidad por medio del sacerdocio lograron ahogar y frustrar esa cohorte de demonios invertidos, a saber a cuantos seminaristas que habrían sido pastores firmes del rebaño espantaron o amedrentaron en favor de sus compinches de abusos y perversiones.

    2. ¿ Y no podría ud. denunciarlo a cargos más altos como a cardenales o en el último caso al Papa ?. Aunque lo sufran Uds. eso es una lepra para toda la Iglesia.
      Tambien se podria tratar de demostrarlo presentando pruebas, porque entiendo que no es que sean homosexuales, sino que practican la homosexualidad.
      A mi esto me parece terrible, y una gran mentira, porque esos hombres no están entregando su vida a Dios sino al demonio y a la carne.

      1. No se puede denunciar nada porque Francisco es el primero que calla ante la honosexualidad, promociona a los lgtbi, y arrincona a los que combatimos la ideología de género.

  3. Por eso debe de enviar Francisco a sus tonton-macoutes uruguayos de visitadores de los seminarios españoles: porque aquí no deben de haber y eso está feo porque “rompe la comunión”… sodomítica, claro está, y sólo pueden salir rígidos y autorreferenciales.

  4. Qué es lo que dice el Santo Papa sobre el seminario de Jaén?
    Y que todos han tapado…
    En esa Diócesis en concreto es una mafafia, una metástasis extendida por todo el cuerpo… y por supuesto que copan el poder!
    Limpios? Ninguno! Porque los que tapan y esconden la mierda son cómplices de esa misma mierda destructiva…
    Un páramo lleno de orcos de colorines… pero orcos al fin y al cabo…!!!

    1. ¿Que no lo denunció? Usted debía de estar en Babia: si fue él quien promulgó, en el primer año de su pontificado, los «CRITERIOS DE DISCERNIMIENTO VOCACIONAL EN RELACIÓN CON LAS PERSONAS DE TENDENCIAS HOMOSEXUALES ANTES DE SU ADMISIÓN AL SEMINARIO Y A LAS ÓRDENES SAGRADAS», documento que puede encontrar en la web de la Santa Sede.

      Esta Instrucción fue promulgada el 31 de agosto de 2005 y publicada el 4 de noviembre de ese mismo año, Memoria de San Carlos Borromeo, Patrono de los Seminarios.

      1. No entiende, son las denuncias específicas, como la que figura en esta noticia. No me refiero a meros lineamientos generales cuyos frutos, por lo que se ve, fueron muy discretos.

        1. Posiblemente nadie le habría creído al papa Benedicto XVI en aquellos tiempos.

          Pero el hecho explica la deriva de la Iglesia alemana ahora.

        2. ¿Denuncias específicas? ¿Y a quién iba a presentar esas denuncias, si era la máxima autoridad de la Iglesia? Lo que hizo es dar una instrucción bien específica cuyo incumplimiento, si se diera, no se debía a quien había hecho la norma, sino a aquellos a quienes se dirigía para ser aplicada.

          1. Argumento bastante tonto. Entonces por qué las dejó para publicarse ahora que está muerto?

          2. Catholicvs fue en la época del 69, la revolución francesa por las libertades sexuales, donde incluso se abogaba por la libertad de la pederastia; donde en aquella época se veía bien cualquier clase de sexo. En esa época debió de ser un coladero los seminarios. No cuando era Prefecto de la Fe, ni cuando fue Papa.

            Esa revolución fue descrita por el Papa Emérito Benedicto XVI y recogida por la escritora, quizás teóloga, Gabriele Kuby en el libro «El abuso sexual en la Iglesia católica»

          3. ¿Argumento bastante tonto? El de usted, querrá decir. En el nuevo libro no desvela algo desconocido, así que no se haga el tonto usted. Precisamente por éso cuando llegó a Papa publicó esa instrucción. Porque, aunque usted no se lo crea, un Papa no tiene el don de la ubicuidad y no puede controlar el cumplimiento de las medidas que ha decidido, para lo cual delega en los obispos diocesanos, que son los encargados de que se cumplan en sus diócesis.

            «Catholicvs fue en la época del 69…»

            El descontrol, en todos los órdenes, comenzó a mitad de los 60. ¡Menudo descubrimiento! Pero en ninguna parte dice que él tuviera conocimiento entonces y, desde luego, no tenía ninguna capacidad de ponerle coto. Y cuando fue Papa hizo lo que pudo, como ya he señalado. Desde luego, lo que no hizo fue alentar a la mafia rosa o proteger (cuando no ascender) a sus miembros, como se viene haciendo desde 2013 (y últimamente a toda velocidad).

    2. Porque no debía ni podía. No hay que ir a la Universidad para entender este silencio y sufrimiento de Benedicto XVI. Usted no lo puede entender porque de hecho, usted es parte interesada en la mentira

  5. Estas redes y el uso de material pornográfico, entre otras cosas, se dio en España, pero por lo que sé, no con la intensidad de las culturas germanas y sajonas, las cuales llevan insertas elementos homoeróticos más profundos…

  6. Las mentiras, la calumnias y la difamación de muchos, están haciendo estragos en la iglesia y en el mundo. Llevo muchos años viajado y he conocido muchos sacerdotes. Mi experiencia es que la mayoría de los sacerdotes son fieles, buenos y santos.
    La mayor parte de pecados e infidelidades del clero se consumaron entre sacerdotes varones y señoras. Yo no voy a consentir que me coman el coco.
    Si es verdad que la noticia en cuestión se atribuye a Benedicto, estoy en mi derecho de pensar que ese libro lo tenían preparado para hacer daño a la Iglesia; a lo mejor sólo hay algo de Benedicto o nada.

    1. «…se consumaron entre sacerdotes varones y señoras»

      Qué frase tan absurda: no existen sacerdotes que no sean varones. Y si se refiere a que en el caso de los abusos la mayoría (de los pocos que ha habido) fueron heterosexuales, es, simplemente, mentira: está comprobado que en el 80-85% de los casos fueron homosexuales, no con «señoras». Así que, no invente.

    2. Jose, lo de «entre varones y señoras» está estadísticamente refutado. Exactamente, un 81 % del total de abusos se producen entre personas del mismo sexo. Usted miente con descaro. Y todos sabemos quien es el padre de la mentira.

    1. La Iglesia, que es Santa, como confesamos en el Credo, no puede estar podrida. Quienes están podridos son algunas de las personas que parasitan en Ella. Y, aun éstos, están llamados a conversión y penitencia.

  7. Las personas con tendencia homosexuales han existido desde siempre y todo apunta a que van a seguir existiendo; lo que más importa en este punto es que aquellas que hagan votos de castidad lo cumplan efectivamente porque si no lo hacen así terminan viviendo una mentira nada edificante para nadie.
    Dicho lo cual, sostener que hoy se promociona la mafia rosa o se asciende a sus miembros -con todo lo discutible que supone esa afirmación- es tanto como afirmar que antes de Francisco eso no se hacía. ¿Quién promovió a un sujeto como Marcial Maciel? ¿Quién nombró presidente del Pontificio Consejo para la Familia y creó cardenal a Alfonso López Trujillo?
    Pues fue S.S. el Papa Juan Pablo II, que hoy es un santo de la Iglesia. Un gran santo, en mi opinión, pero desde luego no por medidas como las dos anteriores.

    1. Enrique, antes del papado de Francisco también hubo tal mafia legetebera, y por supuesto, también iba conquistando espacios para su red de perversiones. Dicho lo cual, esa red ha pisado el acelerador al máximo durante este Papado, hasta el punto de no tener miedo alguno a pasear en público sus blasfemias durante la liturgia eucarística, con el Señor de cuerpo presente, y hasta llegando a emitir documentos oficiales en donde exhortan a los católicos a dejar de serlo y abrazar el relativismo en la moral sexual.

    2. «Las personas con tendencia homosexuales han existido desde siempre»

      Nadie discute sobre éso. Y el problema no es la atracción homosexual involuntaria, sino los actos homosexuales, que son pecado. El pecado también ha existido siempre y seguirá existiendo. Y la Iglesia seguirá condenándolo y llamando a los pecadores a la conversión y la penitencia.

      «…lo que más importa en este punto es que aquellas que hagan votos de castidad lo cumplan efectivamente»

      Todas las personas, clérigos y laicos, solteros, casados o viudos, están llamados a la castidad, sin necesidad de hacer voto alguno (léase «Casti connubii» de S. S. Pío XI). Los homosexuales no son una excepción, tengan el estado que tengan.

      «…sostener que hoy se promociona la mafia rosa o se asciende a sus miembros -con todo lo discutible que supone esa afirmación- es tanto como afirmar que antes de Francisco eso no se hacía»

      ¡Es que no se hacía! No se confirmaba a los pecadores…

      1. …en su pecado, ni se promocionaba a homosexuales o simpatizantes del lobby gay por el hecho de serlo. Ejemplo paradigmático: James Martín, jesuita. ¿Qué méritos tiene este señor para hacerle consultor de la Santa Sede, para ser recibido varias veces en audiencia por Francisco (los cardenales de las «dubia» aún siguen esperando), o para apoyarle y darle ánimos pública y formalmente por parte de Francisco por la «labor» que hace, si lo único que hace es promocionar el estilo de vida homosexual activo (no la castidad)?

        «¿Quién promovió a un sujeto como Marcial Maciel?»

        Maciel no era homosexual. Así que, nombrándole, difícilmente puede demostrar usted que antes de Francisco se promocionase a homosexuales por el hecho de serlo.

        «¿Quién nombró presidente del Pontificio Consejo para la Familia y creó cardenal a Alfonso López Trujillo?»

        Dicho cardenal tampoco era homosexual. Y, aunque lo fuera, no hay prueba alguna de que pecase contra…

        1. …la castidad, salvo las calumnias lanzadas tras su muerte, cuando ya no podía defenderse, por los enemigos de la Iglesia y el interesado lobby gay. Por lo cual, tampoco ha demostrado usted nada citándole.

          «…pero desde luego no por medidas como las dos anteriores.»

          Tras aclararle lo anterior, algo es evidente: incluso aunque Maciel y López Trujillo hubieran sido unos homosexuales activos hipócritas (lo que no fue el caso), a ninguno de ellos se les promocionó ni por sus pecados personales, ni mucho menos por su defensa de la homosexualidad activa, como sí es el caso del señalado James Martin (y mejor no hablar de los sinodales alemanes). Así que, su comparación no sólo es impropia, sino totalmente falsa y no sólo no demuestra que lo dicho por mí en el comentario al que replicó inicialmente esté equivocado, sino justamente lo contrario.

          1. Por desgracia, Maciel fue un cúmulo de depravaciones morales que ya eran conocidas en el Vaticano para cuando San Juan Pablo II fue nombrado Papa. Y la figura de López Trujillo fue muy controvertida en sus últimos años, cuando comenzó a salir a la luz su doble vida.
            Ciertamente ellos no abogaron nunca en sus discursos en contra de la doctrina de la Iglesia, pero el reconocimiento de su labor externa a la vez que se hacía la vista gorda a su respectiva doble vida, favoreció sus modus operandi, hasta que ya no pudo permanecer ajeno a las instancias oficiales. El primero casi consigue que Benedicto XVI disolviera a los Legionarios y el segundo tuvo que salir de su país y refugiarse en Roma.

        2. The merits that James Martin SJ has are that he has pastoral experience of working with the Gay Community. He has the knowledge and has written books on the subject. That in my book means he is in a good position to be a Consultant.

    3. Enrique: Marcial Maciel no hacía gala de su perversión homosexual, como sí lo hace el padre Martin S J, ni Benedicto o Juan Pablo felicitaron a Maciel por su «carisma homosexual» mediante cartitas escritas a mano.

  8. Los «clubs gays» no están sólo en los seminarios, sino en las curias, en el episcopado, y hasta en la Santa Sede. Hay una infiltración homosexual en la Iglesia, de la que está afectado el mismo Papa Francisco. No digo con esto que Francisco sea homosexual (podría serlo y podría no serlo), pero es evidente la simpatía de Francisco hacia el movimiento lgtbi, lo cual le hace cómplice y verdadero miembro honorario de ese club (ya que para pertenecer al mismo, no hace falta ser desviado, basta apoyar esa desviación).

  9. Algo huele mal cuando se permiten fiestas de travestis para niños.
    Qué hdp.
    Por eso el sistema ideal es la vocación por recomendación de «candidatos».

  10. Que el 68 fue el origen de toda la perversión sexual, en todo el mundo, es un hecho. Todas las religiones han intentado, con mayor o menor éxito, contener ese impulso vital desbordante. A la Iglesia Católica le pasó por encima el rodillo de los preservativos, la píldora, y la liberación sexual, y pretendió que con el método Ogino era suficiente. Y comenzamos a tener menos hijos. La revolución marxista del 68 perseguía, y persigue, que la sexualidad sea el ariete contra la religión, y lo han conseguido, con leyes contra los varones, exaltación de la homosexualidad, y de la pederastia. Y sobre todo, la perversión feminista, que renuncia a la maternidad, y abraza el aborto como liberación personal. Y ese humo de satanás ha entrado por la puerta del Vaticano.
    El problema no son los curas homosexuales, sino los homosexuales que se hacen cura, y quien los deja. El sexo ha sido para los marxistas el arma de destrucción de la sociedad, y me parece que lo están consiguiendo.

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