La Comunidad de los Lanceros está muy sorprendida por la escasa presencia de obispos en los Ejercicios Espirituales anuales organizados por la Conferencia Episcopal Española.
¿Por qué esa clamorosa ausencia? La nota de prensa de la Conferencia Episcopal decía: “Los obispos españoles celebran del 8 al 14 de enero los ejercicios espirituales que cada año organiza la Conferencia Episcopal Española (CEE). Está prevista la participación de unos 30 obispos, entre ellos el Presidente, el Vicepresidente y el Secretario General de la CEE. Este año los ejercicios estarán dirigidos por el jesuita P. Diego Molina”.
No parece ser que sea por el predicador. El jesuita Diego Molina, según apunta nuestro corresponsal en Granada, no es de lo peor de los jesuitas españoles. Tampoco de lo mejor. Aunque no parece que su especialidad sea dedicarse a dar Ejercicios Espirituales, se supone que eso lo lleva de fábrica. Bastante trabajo tendrá como rector de la Facultad de Teología de Granada y catedrático del Departamento de Teología dogmática de la Facultad de Teología de Granada.
En los últimos años los directores de los Ejercicios de los obispos han sido los jesuitas Darío Mollà, José María Rodríguez Olaizola, Gabino Uríbarri, Juan Antonio Guerrero, Francisco José Ruiz Pérez. Según las notas de prensa de la Conferencia Episcopal la media de asistencia era de 50 obispos en los últimos años.
Tampoco es una cuestión de fechas. Se organizan siempre en el mismo tiempo y se comunican con un año de antelación.
La Comunidad no sabe bien qué quiere decir la Conferencia Episcopal cuando en su comunicado señaló que fueron a los Ejercicios “unos treinta obispos”: 21, 22, 23, 24, 25, 29, 30, 31, 32, 33… Si la Comunidad no ha contado mal, en España hay 111 obispos, de los cuales 16 arzobispos titulares, 11 arzobispos eméritos, 48 obispos diocesanos, 12 obispos auxiliares, 23 obispos eméritos y 1 obispo auxiliar emérito. Por tanto, de 111 obispos españoles sólo fueron una treintena.
¿Esto quiere decir que los obispos españoles no hacen Ejercicios Espirituales? Ni mucho menos. La pasada semana monseñor José Ignacio Munilla estaba impartiendo unos Ejercicios Espirituales a sacerdotes en Tierra Santa. Sacerdotes, por cierto, vestidos como manda el derecho canónico.
Un miembro de la Comunidad de Lanceros plantea qué responsabilidad tiene el cardenal Omella en la baja asistencia de los obispos a los Ejercicios Espirituales de la Conferencia Episcopal. Los obispos son libres de asistir. Pero se supone que si la Conferencia Episcopal, de la que es presidente el cardenal Omella, es responsable de organizar esa tanda de Ejercicios adaptados a los obispos, se da por supuesto que habría un cierto interés de que fueran. Entre otras razones porque en esa semana dedicada a la oración se pueden dedicar a otras cosas, como han hecho esta semana algunos de los que han participado.
Diego Lanzas
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Omella, al secundar ideologías del mundo, divide a los católicos, porque o estamos con Cristo o estamos con el mundo.
Hay una gran crisis eclesial, y no creo que la situación esté para dar ejercicios espirituales dirigidos por los jesuitas, una orden decadente y a extinguir.
¿Decadente y a extinguir? Pues tienen al Papa y a varios perfectos de importantes dicasterios o congregaciones. Se diría que tienen la Iglesia bajo su mando, cada vez menos disimulado.
NO SON MAS QUE UNA O.N.G. FIEL AL N.O.M. (ENCICLOPEDISTA , ILUSTRADA, ETC) . CONSTRUCTORES NECESARIOS DE LA (NUEVA O LA DE SIEMPRE, NO LO SE) «TORRE DE BABE». LOS CATOLICOS QUE SIGUEN AL SEÑOR, DEBEN APARTARSE DE ELLOS.
Con preguntar, entrada parroquia, ahorrarse el titular, sería necesario…. Perdisteis 2/3 generaciones. ¡Lástima!
No me extraña. El otro día asistí al funeral de un familiar. Concelebraba un primo mío. En la homilía, el oficiante dijo que «si somos buenos, iríamos al cielo, y si no…también». Acabada la misa, les pregunté a ambos que me había parecido raro que dieran por sentado algo semejante. La respuesta del oficiante fue que mirara el catecismo, y no sé qué de Benedicto XVI (se cerraba el ascensor). El otro dijo que solo se condena el que quiere condenarse. Salvo Don Giovanni, la Opera de Mozart, no conozco otro caso de condenado recalcitrante. Y así desde los 60. Esto no hay quien lo aguante.
Como dato, los sacerdotes que estuvieron de ejercicios espirituales en Tierra Santa con Mns. Munilla son de Valencia. De hecho, son de los ordenados en los últimos años.
Sounds like a free holiday to me. The only exercise will be walking from site to site. They should have gone off to Manresa and done them in the place where St Ignacio wrote them.
No sé si fue el Santo Cura de Ars el que dijo que las paredes del infierno están adoquinadas con birretes de cura. Lo que usted denuncia es muy frecuente en los entierros. ¡Pobres curas, pobres fallecidos y pobres de aquellos que con sus doctrinas ambiguas llevaron a los curas a tal convicción! Pobres fallecidos porque si están en el purgatorio no recibirán ni una oración, ni un sacrificio, ni una Misa de sus familiares para salir de ahí; y pobrecitos los curas que hacen esto y los que con sus doctrinas ambiguas les llevaron a tal convicción porque, en el mejor de los casos, el purgatorio de los que perjudicaron lo pasarán ellos.
QUIEN COMO DIOS,perdone que no sea indulgente con los sacerdotes pero éstos tienen obligación de formarse para formar. Si no lo están, deben al menos, leerse bien el CATECISMO IGLESIA CATÓLICA y leer un poco más los evangelios…
Estoy de acuerdo con usted.
Sólo quisiera rectificar un dato que aparece en el artículo que no es cierto. El P. Diego Molina fue Rector de la Facultad de Teología de Granada, pero hace ya unos cuantos años que no lo es. El actual Decano -no ya Rector, por su integración en la Universidad Loyola- es el P. Gonzalo Villagrán Medina, S.I.
Si Ignacio de Loyola levantara la cabeza… iba a enseñarles unas cuantas cosas a los suyos… con un mosquetón.
Los obispos algo se conocen entre ellos. Que no asistan los obispos a estos ejercicios, es un sintoma de la división en la Iglesia entre los que estan a Dios y los que estan a lo suyo.
Si yo fuese obispo tampoco iría a unos ejercicios promovidos por Omella. Entre otras cosas porque sobre todo se predica con el ejemplo. Y el de Omella no es nada bueno.
Si a Omella le interesasen de verdad las almas y la Fe, daría otro ejemplo de vida y seguro que sus ejercicios tendrían un gran poder de convocatoria. De entrada que empiece por sumarse a los Dubia. Mientras no haga eso cualquier cosa que pueda decir o hacer Omella es papel mojado.
«De entrada que empiece por sumarse a los Dubia».
¡Qué cosas tiene usted D. Juan Nadie! Quiere que le pase a Omella lo que al tonto del pueblo al que le daban a escoger un duro y una peseta y cogía siempre la peseta. Un forastero le dijo que cogiera mejor el duro que valía más y el tonto le contestó: “el día que coja el duro se me acabó el chollo”.
Que ponga un kiosco para vender pipas y caramelos, a ver si tiene más éxito. Y de paso le haría un buen servicio a la Iglesia.
Yo creo que esto es verdad: «El otro dijo que solo se condena el que quiere condenarse» Dios ofrece su salvación a todos pero aquellos que la rechazan no pueden salvarse, sería obligarles. Aceptarla implica claro pedir perdón a Dios y arrepentise por su gracia
Retorciendo mucho el argumento, que es lo que hacen los progres, sí. Como decía San Alfonso María de Ligorio: «Es difícil encontrar a una persona tan desesperada, que quiera verdaderamente condenarse. Los pecadores quieren pecar sin perder la esperanza de salvarse. Pecan pensando: Cometeré este pecado y luego confesaré o haré lo que me plazca, porque Dios es bueno». Los que piensan que todos se salvan tienen el síndrome de
Lutero; éste necesitaba sentirse justificado ante Dios; no quería tanto ser santo como sentirse santo, por eso cuando leyó en Pablo que el justo se justifica por la fe, se le abrieron las puertas del cielo, añadió de su puño y letra «por la sola fe», y ya todo daba igual: «pecca fortiter, sed crede fortius» (Peca fuertemente, pero cree más fuertemente).
No rezan y falta les hace!! Lo mejor era el desaparecido Arzobispo Ureña, que se hospedaba en un hotel enfrente de la CEE y no con sus queridos hermanos en el episcopado para hacer sus gestiones: ahí lo dejo… Habría que hacer un estudio por diócesis de los que han acudido a esos Ejercicios: seguro que de Barcelona, Zaragoza y de Sevilla no han acudido ninguno.