Protagonistas eclesiales de ayer y de hoy

La Comunidad de Lanceros ha vivido unos días tristes, de despedida. Hemos dicho adiós a Benedicto XVI, uno de los más importantes, por no decir el más importante papa teólogo de la historia de la Iglesia. Estamos seguros de que, por la misericordia de Dios, ya está con Él en el cielo. Dios le haya premiado todo el bien que ha hecho. La Comunidad de Lanceros se remite a su testamento espiritual, otro de sus textos que hacen historia. 

También hemos despedido al año viejo y hemos recibido al nuevo año, un nuevo tiempo, un nuevo comienzo. El 2022 se fue y ha venido el 2023. La Comunidad no está en esto de la sacralización del tiempo, de la divinización del presente. Vive más instalada en lo eterno.  Aunque lo nuestro sea lo que pasa en la Iglesia. Proponemos, en este primer encuentro con los lectores de este año nuevo, la lista de los personajes más destacados, para bien o para mal, en la Iglesia española durante el año que se fue. En las siguientes manos está la Iglesia española. Propuesta que ha sido convenientemente votada en asamblea extraordinaria telemática: 

1.- Cardenal Juan José Omella, el todopoderoso arzobispo de Barcelona, Presidente de la Conferencia Episcopal, miembro español de la Congregación de obispos y, sobre todo, “un señor”, el nuevo título aristocrático que le ha concedido el Papa Francisco. El “señor Omella” es el hombre para todo del papa en España, después de que haya dejado en la cuneta al cardenal Osoro. Lo que le ocurre a Omella es que no es eterno. Vive en tiempo de descuento. Y él lo sabe. 

2.- Monseñor César García Magán, flamante secretario general electo de la Conferencia Episcopal Española, un trabajador incansable, un obispo con claridad de juicio y ganas de prestar un verdadero servicio a la verdad y a la doctrina de la Iglesia, sin medias tintas y sin cesiones a la galería. Ha llegado a la Conferencia Episcopal arrasando y a por todas. Difícil tiene supera el listón de monseñor Argüello. 

3.- El Nuncio en España, monseñor Bernardito Auza, un sufridor en estado puro, el siervo sufridor de la Iglesia española, la víctima y el chivo expiatorio. El Nuncio más controlado en la historia de la Iglesia reciente. El nombramiento de una Comisión de cardenales y obispos españoles para que le ayude en la elección de los futuros obispos suponen un “novum” en la Iglesia Católica. Ahí tenemos al señor Nuncio actuando al dictado de Omella y los suyos. El controlador controlado. Un sindiós todo. 

4.- P. Germán Arana, jesuita, director, consejero espiritual, coach del Papa Francisco, según dicen los que saben lo que se cuece en Santa Marta. Muñidor de todo lo que pasa en la Iglesia española. Al P. Arana, que tiene tendidas sus redes por todas las diócesis, no se le escapa ni una coma de lo que ocurre hasta en el más insignificante obispado. 

5.-  Monseñor José Antonio Satué, un valor en alza del Omellato. Antes, en la Iglesia, la memoria jugaba un papel importante. Ahora parece que a todo el mundo se le olvida el pasado, sobre todo cuando interesa que se olvide. Nadie recuerda ya el papel que hizo Satué cuando Sanz Montes fue obispo de Huesca y Jaca. Ni los trabajos que hacía bajo cuerda en su etapa de chupatintas de la Congregación del Clero. Ahí le tienen, encargado de misiones especiales del Papa Francisco. 

6.- Sor Lucía Caram, la monja alférez del peronismo a la catalana, que acaba de fichar como confidente del papa Francisco. Pero si es que lo tiene todo, compañera de correrías humanitarias del P. Ángel, colaboradora de la Jordi Évole, pro-independentista, pro-choice, pro-pontífice…

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Aunque con estos nombres tengamos suficiente, añadan por favor ustedes algunos más según su criterio. Casi seguro que estamos de acuerdo.  

Diego Lanzas