Fe y salud mental: La interesante reflexión del arzobispo de Pamplona

Francisco Pérez arzobispo Pamplona
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Seguramente, en algún momento de tu vida te hayas encontrado con amigos o familiares -o quizá tu mismo- con problemas de índole emocional.

Depresión, soledad, vacío interior, falta de ilusión están a la orden del día en nuestra sociedad. Esto afecta por igual a creyentes y no creyentes, aunque los cristianos gozamos de un arma poderosa que puede ayudarnos en momentos difíciles como es la fe.

Así lo explica monseñor Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona en su reciente carta pastoral titulada La salud espiritual transforma y cura y que compartimos completa a continuación:

Vamos a iniciar un nuevo año y tal vez conviene que nos preguntemos si tenemos ilusión en emprender un tiempo de entrega y dedicación a las experiencias y tareas que nos toca vivir. Se ha hecho presente, en el ambiente social, un cierto desapego al gozo de saber que la vida, a pesar de sus dificultades, es importante afrontarla con coraje y entrega generosa. Podríamos decir que hay cansancio existencial.
Son los avatares propios de una existencia que se asumen o se rechazan.

Si se rechazan provocan muchas deficiencias psíquicas y llevan a un desequilibrio emocional. Si se asumen como algo propio de la existencia vital animan para mirar los acontecimientos con sentido trascendente. La vida se eleva cuando tenemos miradas altas y vienen provocadas por la fe en Alguien que asumió, sobre sí, al ser humano con sus logros y con sus fracasos. El cansancio agota las perspectivas de la vida y de ahí que conviene analizar en profundidad cuáles son los ideales que tenemos para descansar sin desfallecer.

Muy interesantes son los apoyos psicológicos que tanto bien hace a la persona humana. Pero sabiendo agradecer el bien que realiza la “salud mental” es conveniente completarla con la “salud espiritual”. No se contradicen sino que se complementan. La práctica religiosa potencia el sentido profundo de la vida. Es muy común afirmar que quien esté conectado o acompañado por una Comunidad de Fe tiene mejores resultados de salud, mejores experiencias de vida y más longevidad. Muchas veces he podido escuchar a personas enfermas y abatidas por la desesperación que han logrado superarse gracias a saber que Dios estaba con ellas, es decir, que ese “poder superior” les había ayudado a enfrentar mucho mejor la enfermedad y la adversidad.

Podemos preguntarnos: ¿La fe es capaz de prevenir enfermedades? Los estudios científicos demuestran que la fe previene algunas enfermedades de tipo sentimental o afectivo, de estado anímico, de adicciones físicas… La fe no es una medicina, pero hay muchos motivos por los que resulta útil para la salud en sus diversos matices. La fe da luz a la inteligencia, para captar dónde está el bien o el mal, lo que es virtud o vicio. Pensemos que todo lo que se haga a favor del bien siempre aprovechará para la salud. Dice el libro de los Proverbios: “No envidies a los hombres malvados, ni desees estar con ellos; que su corazón murmura violencia, y sus labios rezuman dificultades” (Pr 23, 31-32). Si estuviéramos más atentos a las alarmas que propicia la vida espiritual, que la fe ayuda a descubrir, no nos lamentaríamos de tantos incendios que destruyen a la persona.

Que la fe previene enfermedades nos viene notificado por aquellos que han pasado un tiempo por la adicción a la droga, a la pornografía, al desprecio a la familia, a los ataques violentos, al desprecio por la vida… Muchos nos narran sus experiencias y se lamentan por su vida pasada y agradecen a quienes les han orientado para salir del “infierno” que vivían. Desde la armonía psicológica y complementada por una experiencia de fe han pasado de la muerte existencial a la vida gloriosa y gozosa. No son los falsos afanes de la vida sino la armonía de una salud que se ha encontrado en lo más íntimo de la persona.

La vida espiritual de un cristiano, a diferencia de cualquier psicoterapia, nos pone delante de un modelo que es Jesucristo al que podemos imitar y que nos indica el camino a seguir y además nos da luz para disipar las tinieblas interiores y nos concede fuerza para seguir caminando con ilusión. Dejemos actuar, en el próximo año, al Señor que nos ha mostrado su amor como la mejor medicina que transforma y cura nuestra experiencia existencial en todas sus facetas y matices.

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Comentarios
10 comentarios en “Fe y salud mental: La interesante reflexión del arzobispo de Pamplona
  1. Extraordinaria carta de Monseñor Pérez. Es cierto. Como médico lo veo a diario. La Fe, es como un chorro de luz para la vida íntima de la persona. Como todo está conectado en el ser humano, muy especialmente la mente y el espíritu, esa luz sanadora que es fuente de vida eterna se irradia a todo lo demás.

  2. Quizás si la Iglesia dejara de hacer lo que viene haciendo desde hace unas décadas, predicar un Evangelio en ñoño, de rosas sin espinas, de un Diosito bombero, banco y médico, que te lo da todo porque sí y hasta te regala el cielo sin necesidad de que te esfuerces ni dejes de pecar… ¿Cuántos enfermos, endemoniados, cojos, ciegos… de los que aparecen en el Evangelio rogaron al Señor y no fueron sanados? ¿Cuántos en la misma situación ruegan hoy al Señor, ante «el pedid y se os dará» mal entendido y peor explicado, y se ven curados?
    Expectativas / logros = frustraciones. ¿Cuántos católicos ven el purgatorio como el que tiene que esperar un ratito en la sala del dentista? ¿Nadie les ha dicho que todos los tormentos de esta vida juntos no son nada en comparación con un instante en el Purgatorio?
    Sigue …

    1. ¿Nadie les ha dicho que no basta con ser buenos, tal y como lo entendemos humanamente hablando, para entrar en el Cielo; que es necesario ser SANTOS y que esa santidad solo se logra de dos formas: con perfecta Caridad y/o con sufrimiento? ¿Tenemos perfecta Caridad? ¡No! Pues ya sabemos lo que nos espera, incluida la frustración ante las falsas expectativas que provoca en nosotros un concepto del catolicismo que no se corresponde con la realidad de la salvación.

      1. No son solo los paganos los que no pueden contar con el apoyo de la fe en sus frustraciones, esto afecta, tal vez en mayor medida, a los católicos desilusionados por haber puesto su confianza en una fe que no es tal, y que llegadas las dificultades los dejó tirados. Confundieron la fe con el sentimentalismo protestante que, por desgracia, se les está vendiendo en gran parte de la Iglesia Católica .

  3. Atención pregunta, ¿ es tener caridad profanar las tumbas de los mártires de la Tradición del requeté de las merindades navarras, sitas en el Panteón a los caídos en la cruzada, hoy abandonado, ordenadas por el prelado Pérez de arriba, por orden y mando del representante de ETA-BILDU señor alcalde de Pamplona Asirón ?. Pues NO. Demuestra eso tener salud mental, NO, salvo cobardía manifiesta, Demuestra esto que tiene Fe, pues tampoco.
    Que demuestra entonces, pues que es un réprobo de libro como tantos otros pusilánimes, otro con todas las papeletas para ser escupidos por la boca de Cristo.

    1. La traición de la jerarquía eclesiástica española a los que con su sangre salvaron sus mitrados pellejos, defendiéndolos de los amiguitos con los que hoy se encaman, ¡es de manual! Si la Conferencia Episcopal no abrió, ni abre, la boca ante el ataque y desmantelamiento del Valle de los Caídos y la profanación de la tumba de Franco, ante el abuso que supuso prohibir su entierro en la tumba propiedad de su familia en la Catedral de la Almudena (¡creo que Osoro, indignado, aplicando aquello de «para que se j o d a el capitán hoy no me como el rancho», ese día no comió postre!), ¿van a dar la cara por la aberración que usted denuncia, realizada en connivencia con los miserables locales que no solo traicionan a España, sino al sentir y la sangre de sus propios antepasados… todo ello llevado a cabo sin publicidad y en las sombras?

  4. Buenísima reflexión. El peligro que veo: ser interpretada de manera utilitaria. Cuando oigo decir, que lo he oído, cosas como «ir a misa es bueno para la salud», me deprimo, siento que me banalizan lo más sagrado. Qué aburrimiento de hablar de salud a todas horas.
    Pues NO voy a misa por salud, miren.
    Repito: la reflexión en sí es sabia
    El titular simplificado es el peligro

  5. -Muy Bien AMALIA. Y pasando a otro tema: Tengo un amigo historiador que me asegura que pronto va a estudiar y publicar sobre un aspecto de las persecuciones a la Iglesia Católica al que -corríjanme si me equivoco- nadie ha prestado atención: La conducta de una parte notable de la Jerarquía Católica con sus defensores. Aquí se ha hablado del Requeté y de Franco y creo que hemos de hacerlo a todas horas para que no se olvide. Me temo que hay muchos más casos, Cristeros, por ejemplo.

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