(Vatican Nws)-El Papa Francisco reanudó ayer una tradición muy querida para los romanos, iniciada en 1953 por el Papa Pío XII, la de venerar la imagen de María Inmaculada en la Plaza de España de la Ciudad Eterna.
Tradición que fue interrumpida en los dos últimos años a causa de la pandemia. Tras los cantos, el Obispo de Roma depositó su ofrenda floral, a lo que siguieron las letanía y la oración de Francisco. Junto al Santo Padre numerosos romanos y turistas. Antes de llegar a la plaza el Pontífice había rezado ante el icono de la Salus Populi Romani, en la Basílica de Santa María La Mayor.
El llanto y la emoción de Pastor y un hijo que lleva a «nuestra Madre Inmaculada» las flores de todos los hijos del mundo, «innumerables hombres y mujeres, no sólo cristianos», que alimentan «la mayor gratitud» hacia Ella, que vela «por todos nosotros». Conmovido y llorando por Ucrania, tierra mártir, el Papa Francisco hubiera querido llevar, a los pies del monumento a la Inmaculada Concepción en la Plaza de España, por fin llena de romanos y turistas tras dos años de homenajes y oraciones «solo al amanecer», debido a la pandemia.
Oración del Santo Padre:
Madre nuestra Inmaculada,
hoy el pueblo romano se reúne en torno a ti.
Las flores puestas a tus pies
por tantas realidades de la ciudad
expresan su amor y devoción por ti,
que velas por todos nosotros.
Y también ves y acoges
esas flores invisibles que son tantas invocaciones,
tantas súplicas silenciosas, a veces sofocadas,
ocultas, pero no para ti, que eres Madre.
Tú, desde el Cielo donde Dios te ha recibido,
ves las cosas de la tierra mucho mejor que nosotros;
pero como Madre escuchas nuestras invocaciones
para presentárselas a tu Hijo,
a su Corazón lleno de misericordia.
Te traigo las sonrisas de los niños
que aprenden tu nombre delante de tu imagen,
en brazos de sus madres y abuelas,
y empiezan a conocer
que tienen una Madre en el Cielo.
Y cuando, en la vida, sucede que esas sonrisas
dan paso a las lágrimas,
¡qué importante es haberte conocido!,
¡haber tenido el don de tu maternidad!
Madre te traigo las preocupaciones de las familias,
de padres y madres que a menudo luchan
para llegar a fin de mes en casa,
y afrontan día a día
pequeños y grandes retos para salir adelante.
Te traigo los sueños y las ansias de los jóvenes,
abiertos al futuro, pero frenados por una cultura
rica en cosas y pobre en valores,
saturada de información y deficiente en educación,
persuasiva al engañar y despiadada al decepcionar.
Te encomiendo especialmente a los jóvenes,
los más afectados por la pandemia,
para que puedan reanudar lentamente
a agitar y desplegar sus alas
y redescubrir el sabor de volar alto.
¡Gracias, Madre nuestra!
Mirándote a ti, que estás libre de pecado,
que podamos seguir creyendo y esperando.
Que sobre el odio prevalezca el amor,
que sobre la mentira prevalezca la verdad,
que sobre la ofensa prevalezca el perdón,
que sobre la guerra prevalezca la paz. ¡Que así sea!
El acto de veneración a la Inmaculada concluyó con la bendición del Santo Padre.
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El texto de esa oración es errático y lamentable.
El Papa se equivoca al decir que todos los hombres, también los no cristianos, son hijos de María, puesto que Cristo en la cruz entregó su madre a San Juan, y a través de él la hizo madre de la Iglesia, pero no madre de toda la humanidad.
No lo tengo yo tan claro como usted. Que es madre de la Iglesia es seguro, pero…
‘Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes». (Génesis 3:20).
«Por María, la misma Vida fue introducida en el mundo, de manera que al dar a luz al Viviente es Madre de los vivientes» (San Epifanio, Adv. haereses,78).
Ya en el siglo dos San Ireneo y San Justiniano se referían a ella como la nueva Eva. «A ti llamamos los desterrados hijos de Eva…», decimos piadosamente en la Salve.
No sé, no sé…
Creo que lo escrito por Sacerdote Mariano es correcto, pues
San Epifanio se refiere a los vivientes en el sentido de los que tienen la vida de la gracia bautismal, y por lo tanto a los cristianos, luego confirma que la Virgen es madre de los cristianos (no dice que lo sea de los demás hombres).
E igualmente San Ireneo y San Justininiano invocan a la Madre desde la perspectiva de los hijos de Dios, como hacemos cuando rezamos la Salve, pues somos los cristianos los que rezamos.
Lo que dice Francisco de que la Virgen es madre de todos, también de los no cristianos según él, es el mismo error como cuando dice que todos somos hijos de Dios, a pesar de que la Biblia y el Concilio de Florencia dicen que la filiación divina empieza en el bautismo. La filiación mariana también empieza en el bautismo.
No ha sido sólo Bergoglio quien lo ha afirmado. “Al afirmar que María es «nuestra madre en el orden de la gracia» (ib.), el Concilio pone de relieve que su maternidad espiritual no se limita solamente a los discípulos, como si se tuviese que interpretar en sentido restringido la frase pronunciada por Jesús en el Calvario: «Mujer, ahí tienes a tu hijo» (Jn 19,26). Efectivamente, con estas palabras el Crucificado, estableciendo una relación de intimidad entre María y el discípulo predilecto, figura tipológica de alcance universal, trataba de ofrecer a su madre como madre a todos los hombres. Por otra parte, la eficacia universal del sacrificio redentor y la cooperación consciente de María en el ofrecimiento sacrificial de Cristo, no tolera una limitación de su amor materno”. Catequesis de Juan Pablo II (24-IX-97).
Si a los «cristianos» heréticos NO les interesa para nada la Inmaculada, los no cristianos ni siquiera saben quién es. Este Papa debería pasar por la escuela a aprender el catecismo.
Y es lamentable que el Papa ponga a los pies de la Inmaculada a Ucrania, y no ponga a las víctimas del aborto, que es un verdadero genocidio, junto al que el número de las víctimas de Ucrania es una nadería.
También es deplorable su obsesión por el covid, cuando su incidencia ha sido muy lateral, mientras en cambio tenemos problemas mucho más graves como la ideología de género que es demoledora para las familias, o como la confusión doctrinal en la Iglesia, pero sobre estos tema no eleva ninguna oración.
Y el olvido sistemático de los mártires actuales, solo en Nigeria se cuentan por miles, se escapa a cualquiera calificación por dura que sea
Teatros populistas.
Preciso, viniendo de este peligroso demagogo hipócrita.
Niega el dogma de la Inmaculada Concepción, pero para los cretinos es un devoto mariano.
Nuestra Señora y San José están llenos de alegría: miran al Niño Jesús y están felices porque, después de miles de preocupaciones, han aceptado este don de Dios, con tanta fe y tanto amor. Están “rebosando” santidad y, por lo tanto, alegría. Y me dirás: por supuesto! ¡Son Nuestra Señora y San José! Sí, pero no pensemos que fue fácil para ellos: los santos no nacen, se hacen, y esto también es cierto para ellos .
(Francisco, Saludos navideños a los empleados , vatican.va , 21 de diciembre de 2018)
Santiago, a veces por querer defender lo que amamos, perjudicamos. Cuando una mujer grita al Señor «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron», el Señor contesta: «Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen». Algunos protestantes interpretan como un desprecio a María lo que en realidad es la mayor de las alabanzas. Nadie escuchó y cumplió la palabra de Dios como María. Nacida sin pecado original sí, pero con libre albedrio para elegir. Eligió la senda estrecha del sufrimiento, de la virtud, de la aceptación de la voluntad de Dios para ella más dolorosa que para nadie, que la llevó a la Santidad con su esfuerzo y la ayuda de la Gracia, como todos los santos. De San José otro tanto.
Qué su amor por ellos no les quite méritos.
Este está rabioso porque no puede figurar como mediador. Lo demás es teatro.
Este hombre de hecho está en la herejía. Debería pedir a la Inmaculada por la conversión de su alma
«LÁGRIMAS DE COCODRILO» DICEN EN MI TIERRA…
Y el que tenga entendederas, que entienda…