(Vatican News)-Esta mañana tuvo lugar segunda predicación de Adviento a cargo del cardenal Raniero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia, quien este año decidió basar sus meditaciones de Adviento, para el Papa Francisco y la Curia romana, en las tres virtudes teologales. “La Navidad – dijo – puede ser la ocasión para un salto de esperanza”.
El Papa Francisco asistió esta mañana a las 9.00, en el Aula Pablo VI, junto con los demás miembros de la Curia romana, a la segunda predicación de Adviento a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa, quien, tal como lo indicó el viernes pasado, está centrando sus meditaciones en las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
Esperando la bendita esperanza
Con un versículo del Salmo 24, en el que se lee: “¡Portones!, alcen los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria”, como hilo conductor de las meditaciones de Adviento el Predicador comenzó recordando una característica del templo de Jerusalén.
En efecto, como se lee en los Hechos de los Apóstoles “tenía una puerta llamada ‘la Hermosa’. El templo de Dios que es nuestro corazón tiene también una puerta ‘hermosa’, y es la puerta de la Esperanza. Esta es la puerta que hoy queremos intentar abrir a Cristo que viene”, dijo el cardenal Cantalamessa. Y añadió:
¿Cuál es el objeto propio de la ‘bienaventurada esperanza’, que proclamamos estar ‘esperando’ en cada Misa? Para darnos cuenta de la novedad absoluta que trajo Cristo en este campo, necesitamos colocar la revelación del Evangelio en el contexto de las creencias antiguas sobre el más allá.
Tras referirse al Antiguo Testamento, el Predicador dijo: “El regalo más hermoso y más preciado que la Reina Isabel II de Inglaterra dejó a su nación y al mundo, después de 70 años de reinado, fue su esperanza cristiana en la resurrección de los muertos”. Y recordó que en el rito fúnebre se proclamaron, por su voluntad expresa, en primera lectura, las siguientes palabras de Pablo:
“Y, en el Evangelio – dijo – siempre por su voluntad, las palabras de Jesús: En la casa de mi Padre hay muchas moradas… Cuando vaya y les prepare un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que donde esté yo estén también ustedes”.
La esperanza, una virtud activa
El Predicador afirmó más adelante en su meditación que “hay que subrayar una cosa para no caer en un peligroso malentendido. Vivir ‘siempre’ no se opone a vivir ‘bien’. La esperanza de la vida eterna es lo que la hace hermosa, o al menos aceptable, también la vida presente”.
Dar razón de la esperanza
El cardenal Cantalamessa explicó asimismo que “la esperanza teológica tiene un papel importante que desempeñar en relación con la evangelización”. De hecho, “uno de los factores determinantes de la rápida difusión de la fe, en los primeros tiempos del cristianismo, fue el anuncio cristiano de una vida después de la muerte infinitamente más plena y gozosa que la terrena”.
“La tarea que tenemos ante nosotros, con respecto a la esperanza, ya no es la de defenderla y justificarla filosófica y teológicamente, sino la de anunciarla, mostrarla y dársela a un mundo que ha perdido el sentido de la esperanza y está hundiéndose cada vez más en el pesimismo y el nihilismo que es el verdadero ‘agujero negro’ del universo”.
Gaudium et spes
Una forma de hacer activa y contagiosa la esperanza es la formulada por san Pablo cuando dice que «la caridad todo lo espera», recordó el Predicador. Y explicó que esto “se aplica no solo al individuo, sino también a toda la Iglesia”.
Además, el cardenal Cantalamessa recordó que la experiencia ”muestra que se logra más positivamente, al insistir en las posibilidades del bien; en términos evangélicos, predicando la misericordia”. Agregó que el mundo moderno “nunca se ha mostrado tan bien dispuesto hacia la Iglesia y tan interesado en su mensaje, como en los años del Concilio. Y la razón principal es que el Concilio daba esperanza”.
«¡Levántate y camina!»
Hacia el final de su meditación, volviendo a la puerta del templo llamada «la Hermosa», el Predicador recordó que “es conocida por el milagro que ocurrió cerca de ella. Un lisiado yacía ante él pidiendo limosna. Un día pasaron por allí Pedro y Juan y sabemos lo que pasó. El lisiado, curado, saltó sobre sus pies y finalmente después de quién sabe cuántos años había estado tirado allí abandonado, él también pasó por esa puerta y entró en el templo, leemos, saltando y alabando a Dios».
Tras destacar que el Apóstol recomienda «abundar en esperanza», destacó que añade cómo esto se hace posible, es decir: «en virtud del Espíritu Santo», y “no por nuestros esfuerzos”.
El Predicador concluyó afirmando que “si queremos dar un nombre propio a esta niña, sólo podemos llamarla María, la que aquí abajo – como dijo el otro gran poeta de las virtudes teologales, Dante Alighieri – ‘entre los mortales’, es fuente viva de esperanza».
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Cantalamessa no es de buena doctrina. El Concilio Vaticano II en vez de abrir un camino de esperanza, lo que hizo fue fomentar diversos errores que están perjudicando a la Iglesia. Lo que urge es corregir los errores del Vaticano II.
No comprendo para qué la nombró a Isabel II.
Canta la mesa se delata al hablar de la papisa de Inglaterra Isabel II.
Delata su doctrina dudosamente católica.
El mensaje que canta la mesa transmite es que da igual ser un apóstata o no serlo, como si quieres proclamarte Papa y nombrar cardenales para mañana en la nueva secta reformada de tu barrio. Según este señor, vas al cielo hagas lo que hagas.
Para encubrir su falsa doctrina se escuda, cómo no, en el Vaticano II. Ese gran colector de todas las aguas pútridas de la modernidad.
Hasta que no hagan ecumenismo con el satanismo, muchos me parece que no se van a dar cuenta de absolutamente nada de lo que pasa en la Iglesia: que han apostatado hace mucho de la fe tradicional.
Tienes razón. Algunos se darán cuenta. Otros le verán la bondad al satanismo.
En el Reino Unido, muchas personas han muerto asesinadas por causa del aborto y la eutanasia, bajo el reinado de esa mala Reina. Pero claro, es más fácil hacer como que no. Pues nada, estupendo, oye.
Cantalamesa contando chistes… Hay que huir del Conci, Canta…
La esperanza conciliar lo seria para el modernismo eclesial, para la canalla renegada liberal, pero no para tantas personas que se llevaron el peor rato de sus vidas, cuando leyeron los textos heréticos en el idioma masonés, cuando vieron arrancar las sotanas y el suprimir las tonsuras, el mutilar la liturgia, y el deponer a Cristo Rey. Yo era pequeño entonces, pero algunos de los amigos de mis padres, se quejaban de que les llamaban pre conciliares en plan cachondeo, unos se resignaron, otros se fueron con Lefevbre, y otros al Palmar de Troya. Demasiado sufrimiento para que el Canta mañanas vaticano se lo tome como el gran éxito eclesial, cuando ha sido el fracaso mas grande de la historia de la iglesia y el principio del fin de la iglesia tradicional.
«La Esperanza que abrió el Concilio Vaticano II» fue más bien una puerta. Una puerta por la que la gente abandonó la Iglesia por millones, al menos en Europa. Un desastre sin paliativos al que sólo una ceguera antinatural hace que se tome como referencia por encima del simple sentido común. Lo peor de todo es que, sea cierto o no, cuando algún eclesiástico dice o hace algún tipo de disparate o defiende el pecado de la sodomía, siempre lo hace invocando «El Espíritu del Concilio», al que sitúa por encima de las Escrituras, la doctrina o lo que sea, porque el Concilio está por encima de todo. Da igual que uno se sumerja en los abundantes documentos conciliares, de hecho, mejor que no lo haga, pues sólo acabará confundido con la verborrea y las ambigüedades. Los frutos de esa reunión están a la vistade todo el que quiera ver. Iglesias vacías, vocaciones vacías, predicaciones plagadas de errores de primer curso de catecismo, encíclicas papales contradiciendo las escrituras, etc…
Concilio vIi,,concilio vIi,y dale y dura y dura y dura , Es todo conciliolatria supina,,
Parece que nuestra Religión no es de Cristo, so.is ahora conciluaristas ecuménicos
Basta ya de tanto miramientos a esa exaltacion vaticano segunda
Menudo froto que tenemos
Una manzana pocha ,,que nos quieren hacer co.er si o si
El fracaso del CVII es tan evidente que el propio Pablo VI lo reconoció cuando dijo que en vez de primavera ha venido un tiempo de nubarrones y tormenta.
Lo que sorprende es que los progresaurios eclesiales siguen sin enterarse y viviendo en su mundo de !! yupi, yupi, que fantastico fue el CVII !!
¿Esta gente son tontos o toman por tontos a los demás ?
Fred, lo segundo, miran a los catolicos como imb.ciles.
Y claro, si los seguimos manteniendo para que ellos se regodeen en sus vicios y aberraciones.
Entonces que somos realmente?
Y una mierda CANTALAMESA. Lo que hay que hacer es olvidar el Concilio y en todo caso corregir sus errores y volver a la Tradición.
¿Pero qué esperanza ni qué niño muerto? ¡Si han sido 60 años de intra-escándalos hasta dejar el Cuerpo de la Iglesia como después de una Nueva Flagelación! Son pastores ciegos.
Me deprime este muchacho, pudiendo llamar a la metanoia del famoso Concilio, pues cita a la Reina y Cabeza de la Iglesia Anglicana que de hecho es el modelo que tienen en la cabeza, otro bluff del CVII.
Cantalamesa vive en un mundo paralelo.