Cardenal Sarah: «La Iglesia no es una organización social; su propósito es salvar al mundo»

Sarah Traditionis Custodes
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El cardenal Sarah, ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, ha concedido una entrevista para el canal EWTN y que recoge el National Catholic Register, en donde habla sobre su último libro Catecismo de la vida espiritual.

El purpurado guineano afirma que lo que le motivó a escribir este libro fue ver «en medio de la confusión de este día, fuera e incluso dentro de la Iglesia, vi la necesidad de una representación de algunas reflexiones sobre nuestro progreso espiritual en nuestra vida espiritual: el progreso en nuestra relación personal e íntima con Jesucristo».

«Es la sencillez del desierto, del reconocimiento de nuestra dependencia de Dios, y del encuentro con él y el don de su amor y de su gracia, por lo que nos configuró a sí mismo. Por eso decidí escribir el Catecismo de la Vida Espiritual», afirma Robert Sarah.

El purpurado, lanza otra interesante reflexión en la entrevista al afirmar que «todos vivimos como si Dios no existiera. La confusión reina en todas partes. Demasiados reducirían nuestras vidas, el significado mismo de nuestras vidas, al individualismo absoluto y la búsqueda del placer fugaz. En esta situación, entonces, requerimos una retirada del mundo, una retirada al desierto, donde podamos reaprender lo fundamental, lo básico: el monoteísmo, la revelación de Jesucristo, nosotros y Dios, su palabra, nuestro pecado, nuestra dependencia y necesidad de su misericordia».

El valor de los sacramentos

El cardenal Sarah también pide volver a redescubrir el valor de los sacramentos y no reducirlos a «reuniones familiares». «Cada uno de los siete sacramentos es un don de la Iglesia, para iluminar cómo Dios interviene en nuestras vidas en aras de nuestra salvación», agrega Sarah.

El ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino se suma a las tesis de otros cardenales, como por ejemplo Müller, al afirmar que «la Iglesia no es una organización social, para hacer frente a los problemas de la migración o la pobreza». El cardenal sostiene que «la Iglesia tiene un propósito divino: salvar al mundo. Si Cristo no habita dentro de la Iglesia, tangible, visible, sacramentalmente, entonces, ¿qué buenas noticias tenemos para ofrecer al mundo? ¿Cuál es el significado de la evangelización? Cuando los cristianos olvidan por qué son cristianos, la comunidad debe caer en declive. Se olvidan del Evangelio y pierden de vista su propósito».

Importancia de la liturgia

Sobre la liturgia, tan denostada y perseguida por algunos grupúsculos dentro de la Iglesia, el cardenal guineano anima a «mantener la liturgia cada vez más sagrada, cada vez más santa, cada vez más silenciosa, porque Dios está en silencio y nos encontramos con Dios en el silencio, en la adoración».

«Pienso que debemos tener más cuidado, cuando estamos reunidos para la Eucaristía en la Misa, de no transformar la sagrada Misa en un espectáculo o un drama, o un fenómeno de reunión de personas porque son amigos, sino, más bien, para adorar Dios. Y cuando adoramos a Dios en silencio, entonces Dios transformará nuestras vidas», argumenta el cardenal.

Amenazas contra la libertad religiosa

El purpurado también denuncia que «las amenazas contra la libertad religiosa toman muchas formas, pero la libertad religiosa también está amenazada en Occidente. A menudo no es una amenaza abierta o un odio a la fe. Pero hay un sesgo implícito contra el cristianismo».

«A menudo nos encontramos con leyes creadas por los gobiernos, en contra de la ley de Dios, es decir, amenazan la libertad; amenazan con adorar a Dios. De todos modos, recientemente, a través de la pandemia, las restricciones draconianas a la Misa fueron ampliamente aceptadas, sin objeciones», asevera Robert Sarah.

Al mismo tiempo manda un recado para occidente al sentenciar que «las democracias liberales también deben respetar el valor no negociable que es adorar a Dios».

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Comentarios
6 comentarios en “Cardenal Sarah: «La Iglesia no es una organización social; su propósito es salvar al mundo»
    1. Seguramente que en el poblado donde nació este cardenal, hubo un misionero que le predicó el evangelio – la labor de los misioneros (que somos todos) – pero también desarrolló una labor de promoción social. Yo que desde hace décadas veo en las iglesias propaganda de Caritas diocesana y veo cómo ayuda al pobre y al necesitado, me congratulo que estas prácticas estén asentadas en la Iglesia y deseo que ayuden cada vez más a más personas, siendo igual la raza, sexo o condición sexual y religión.

      Muy bien por Cáritas, Manos Unidas y otras ONGs que cooperan al desarollo. El evangelio a la par de la ayuda al desarollo y promoción social.

  1. Totalmente en desacuerdo con monseñor, y creánme mis improbables lectores que lo lamento mucho. Que la Iglesia no es una asociación es evidente, pues es obra misma de Dios, pero no está para salvar elmundo, pues este mundo no tiene salvación alguna. ¿No dice el divino Maestro que la Tierra y el cielo pasarán?. En este sentido, hasta la ciencia admite que el mundo está condenado por el mismo ciclo solar del Sol. Da igual que cuidemos el planeta como si no, el mundo pasará; así lo dice Dios, el que es veraz. La Iglesia, pues, no está para salvar el mundo, está para salvar almas. Y ahora viene la gran pregunta, ¿Salvar a las almas? ¿De qué?. Del infierno, mi querido lector, del infierno. Cierto es que esta palabra no se usa ni mucho ni poco desde el concilio, pero la tortura eterna de las almas junto a los demonios y Satanás, el castigo eterno, eso es lo que busca la Iglesia, su objetivo. Y ya sabemos, parafraseando al Divino Maestro que el Reino de Dios no es de este mundo.

  2. Gracias a Dios por el Cardenal Sarah, y por todos los clèrigos que, a pesar de toda la oposiciòn y persecuciòn, aùn osan hablar la verdadera doctrina catòlica! Marìa y Josè lo protejan!! !

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